martes, 31 de marzo de 2009

UNIDAD SOCIALISTA EN EL FRENTE PROGRESISTA

Un frente de los K porteños

Anoche, en las oficinas del senador Daniel Filmus se realizó una reunión de dirigentes progresistas de la Capital para elaborar un documento que darán a conocer mañana y que será la base para un frente electoral. Allí estuvieron, entre otros, Carlos Heller, María José Lubertino, Gabriela Cerrutti, Alejandro Roffman (Unidad Socialista), Julio Godio, Lía Méndez (Partido Humanista), Alejandro Otero (Frente Grande) y Quique Guglielmotti (PC). También participaron funcionarios y legisladores como Mercedes Marcó del Pont, Claudio Morgado, Juan Cabandié, Sebastián Gramajo y María “Pimpi” Colombo. En el documento llamarán a formar un frente a favor del empleo, la producción, la inversión pública, la educación y la salud “recuperadas a partir de 2003” contra “las políticas de ajuste”. (Página 12 - Pag. 6)

LA QUINTA CARTA ABIERTA

Restauración conservadora o profundización del cambio

El espacio de intelectuales, artistas y creadores Carta Abierta elaboró un nuevo documento, centrado en el avance de “una derecha agromediática” en el contexto del escenario electoral nacional y de la intensa crisis global. La presentación se hará mañana, a las 13, en la Librería Foro Gandhi. Aquí, el texto completo.

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Recorre la Argentina la fanfarria de una restauración conservadora, expresión de una derecha vieja y nueva. Con arrebatos cambiantes, a veces con estridencia, muchas veces en la penumbra, nerviosamente se preparan. Van de reunión en reunión, en una coreografía que se hace y rehace bajo la bitácora de semanales gacetilleros del gran desquite. Ventrílocuos, pronostican el próximo viraje. El fin de la pesadilla. No llegan a ser aún la Santa Alianza. Pero a falta de un Metternich, pululan políticos de diversas historias y procedencias, estilos comunicacionales aparentemente objetivos y representantes de economías facciosas que apuestan a recrear un Estado sin capacidad de pensar el conjunto de la Nación, cuando es necesario transformarlo en el sentido contrario, sacudiéndose sus modos neoliberales y su debilidad institucional. Los restauradores exudan el deseo de recuperar los fastos de la Argentina del primer centenario, aquella en la que la mitología agroganadera representaba los fundamentos de la Nación. Sus narrativas del presente se inspiran en las injusticias y desigualdades del pasado.

Ellos realizan sus rápidos cálculos de reposición del viejo orden. Alegan pureza institucional, pero se han abstenido de hacer gala de ella cada vez que les tocó actuar en tareas de responsabilidad. Esgrimen que se han superado los límites tolerables en materia de seguridad, pero en vez de pensar los abismos sociales que sólo se remedian con políticas democráticas y con el desafío aún pendiente de una nueva distribución del ingreso, expanden un miedo difuso preparando futuras agencias y formas regresivas de control poblacional. Vigilar y castigar parecen ser sus recursos privilegiados, el núcleo primero y último de la brutal simplificación de la anomia que subyace a una sociedad desquiciada por la implantación, desde los años de la dictadura videlista, de un proyecto de país fundado en la exclusión, la marginalidad y la miseria creciente de aquellos mismos que acabarán convertidos en carne de prisión o de gatillo fácil.

Si es el caso, no vacilan en aceptar pigmentos de “izquierda” para presentar un proyecto que pertenece a las fantasías recónditas de una nueva derecha mundial. Desenfadados, anuncian que todo lo que harán no será contradictorio con la asunción de “la política de derechos humanos”. El neoconservadorismo argentino ha aprendido a no ser literal como sus ancestros. Puede ser también, si lo apuran, un “progresismo de derecha”, imbuido de los miles de fragmentos sueltos que vagan por los lenguajes políticos. Todo vale. Pueden tomar las premisas de una lengua que hace poco pertenecía a los movimientos sociales de transformación. O pueden sonreír por lo bajo, pues alguien sustituyéndolos reclamará magnas puniciones y pronunciará el supremo veredicto: “pena de muerte”. Será la forma sublimada de indicar el rumbo de la reingeniería de una “sociedad turbada”, una Argentina que reclamaría la pastoral de la seguridad, que en vez de considerarse un grave problema que debe convocar imaginativas soluciones económicas, democráticas, laborales y pedagógicas, es visto como una peste medieval que exige periódicos exorcismos de punitivas sacerdotisas y ávidos prelados.

Junto a la complicidad con quienes exigen un cadalso público como forma de una nueva razón disciplinadora, los mundos políticos de la restauración conservadora extienden bruscamente ante sí el descuartizado mapa de las ideologías argentinas. Unos buscando “patas peronistas”, otros “patas liberales” y otros “patas radicales” para lo que creen que son sus baches a ser rellenados con cuadrillas políticas nocturnas de urgencia. Confunden política con pavimentación. Se entrecruzan en el complaciente intercambio de figuritas sobre el vacío que se atribuyen a sí mismos. Comienzan por reconocerse carentes, vivir en el socavón de su propia escasez. No sorprende que la decadencia de las grandes ideas de cambio social haya traído aparejada la decadencia del lenguaje político. Las viejas corrientes políticas, que supieron ser corrientes de ideas, son ahora partes de un pensamiento rápido, aleatorio, que se arrastra por el piso como un mueble que desgastó sus soportes. La nueva derecha, forjada en los lenguajes massmediáticos, carece de escrúpulos a la hora de arrojar por la borda ideas y principios o de adherirse a los restos tumefactos de tradiciones antagónicas; lo único que le importa es conquistar, por la vía de la simplificación y el vaciamiento ideológico, a una ciudadanía apresada en las matrices heredadas de los ’90 menemistas. Pretenden organizar las filas del individualismo atemorizado pero si triunfan no gobernarán como estrategas de la concordia social sino como artífices de una implacable revancha represiva.

Los representantes de la restauración han memorizado así archisabidos preceptos, míseras cartillas para refundar el Orden Conservador, pero se sienten vivados por los abstractos públicos presentados como momentánea platea popular sustituta. Saben que actúan en medio de poblaciones estremecidas por los diversos planos de una crisis civilizatoria de la que dicen no tiene conclusión visible, pero la suelen ver como parte de un oscuro deseo de que esa crisis llegue pronto a la Argentina como “gran electora catastrófica”. La crisis mundial sería la prestidigitadora de una devastación. Desarticularía previsiones, refutaría políticas públicas y esparciría desempleo, inestabilidad o pánico. Y les daría votos. La conciencia invisible del conservador se mueve en todos los rubros de la lengua movilizadora, pues sabe que hay un público difuso extendido en todo el país que lo escucha y que proviene de muchos legados políticos destrozados. Se parte del anhelo de que la crisis venga ya. Que irrumpa por fin esa crisis mundial y derrote a los esfuerzos que se hacen por conjurarla, a veces buenos, otras improvisados sobre el vértigo que la crisis impone, no siempre efectivos.

En el inconsciente colectivo de la restauración se halla emplazado el pensamiento de que la “llegada visible de la crisis” equivaldría a una admonición mesiánica que se encargaría de derrotar a los frágiles gobiernos a martillazos del Dow Jones y drásticos patrullajes del Nasdaq. Ninguna conciencia parecen tener de que esas catástrofes en el centro del mundo se han llevado consigo los paradigmas sobre los que construyeron sus capitales políticointelectuales. Más que paradigmas, son sofismas que no cesan de repetir a despecho de las evidencias. Eluden dar cuenta de la gravedad mundial de la crisis para menoscabar las medidas que atenúan sus ondas expansivas más duras. No se atreven a reconocer que la demora y cierta “suavidad” relativa de la crisis en Argentina se vincula con las políticas gubernamentales de moderada desconexión de las lógicas financieras del capitalismo contemporáneo. Los restauradores repiten sus axiomas ya fallidos y no trepidan en solicitar el fin de la desconexión: volver al seno del FMI es ya una consigna de batalla.

Los líderes del “partido del orden”, mientras aguardan el auxilio de la crisis, no pueden atravesar ciertos dilemas de parroquia: ¿qué representación política dará finalmente el nuevo bloque agrario que trae la sorprendente fusión en las consignas de los agronegocios de los sectores que antaño se diferenciaban por distintos tipos de actividad agropecuaria? Una nueva soldadura material y simbólica ha ocurrido frente a las nuevas características tecnológicas y empresariales de la explotación de la tierra sobre el trasfondo de ganancias inesperadas. Se trata de un bloque “enlazado” que, bajo un débil manto de republicanismo, se propone la cruzada restauradora y para hacerlo declara vetustos los desvencijados partidos remanentes, exige una derechización social y pone en crisis también a las tradicionales representaciones del sector.

Los restauradores anuncian que están frente a una impostura histórica pero llaman impostura a novedades introducidas por un juego democrático que sin duda es desprolijo pero vital; anuncian que están frente a manifestaciones de locura y tilinguería, pero no se privan de reclutar en sus filas a toda clase de comediantes que postulan el regreso a una normalidad administrada desde antiguos retablos ajustistas. Anuncian también que están frente a un gobierno errático, peligrosamente estatista –si son liberales–, e insensible a lo social –si asumen aires ocasionales de izquierda–. La impostura de la que acusan al Gobierno atraviesa de lado a lado su lenguaje, en especial cuando recurren a antiguas y venerables simbologías populares en nombre de intereses antagónicos de esas tradiciones.

Este tema es necesario recorrerlo claramente. El Gobierno se halla en medio de una tormenta social y política –local e internacional– acerca de la cual, tanto como no se puede aceptar que la haya provocado en lo que tiene de incierta, tampoco es posible dejar de ver en sus medidas más atrevidas el origen de las hirientes esquirlas que recibe como respuesta y debe afrontar. Estas medidas ya se conocen, y van desde los primeros gestos en relación a fuertes reparaciones simbólicas que desataron nudos asfixiantes de la historia hasta el pasaje de las existencias de las AFJP al patrimonio público bajo administración estatal o el profundo y necesario proyecto de ley de medios audiovisuales, sin dejar en un segundo plano la recuperación de una perspectiva latinoamericana que abandonó el paradigma de las “relaciones carnales” para encontrarse con irredentas pertenencias histórico-culturales. Con sus diferencias y particularidades, los procesos boliviano, venezolano, brasileño, ecuatoriano, cubano, uruguayo, chileno, paraguayo, nicaragüense, salvadoreño, no nos dejan pensar que esta hora latinoamericana va a ceder su horizonte de realizaciones ante la agresión mancomunada de las nigromantes y los hechiceros del retroceso. Y sabemos que la difícil encrucijada económica y social no puede sortearse sin la composición de tramas políticas, económicas y culturales de alcance regional.

El ciclo abierto en el 2003, no sin titubeos, produjo una diferencia con las formas de gobernabilidad anteriores, diferencia surgida de la lectura de los acontecimientos de 2001, cuando el protagonismo popular sancionó el fin de aquellas formas. Diferencia que se percibe en sus intentos democratizadores (que van desde la modificación virtuosa de la Corte Suprema hasta la afirmación de una política de derechos humanos que retoma los reclamos de los grupos organizados por su defensa), en el tipo de encuentro que propició con los movimientos sociales (entrecruzamiento de diálogos y no de medidas represivas), en el planteo de núcleos centrales para una sociedad justa (desde la enunciación de una pendiente redistribución del ingreso hasta la extensión de los derechos jubilatorios y la reposición de la movilidad de los haberes), desde la innovación en políticas de defensa hasta la decisión de no rendir ante el altar de la crisis los sacrificios tradicionales del trabajo y del salario.

Se conocen también sus deficiencias. Existe un gran contraste entre acciones innovadoras en campos sensibles de la vida social y apoyaturas que arrastran estilos rígidos, no decididamente democráticos, de organización política. Nos referimos a una escasa renovación en los sostenes oficiales del Gobierno, cuando no a un chato horizonte de conveniencias sectoriales –encarnadas por lo general en porciones extensas del Partido Justicialista– y específicamente en el profundo error que se comete con alianzas como las de Catamarca, donde se marchó junto a la figura que gobernaba la provincia cuando sacudía al país el caso María Soledad y con las huestes de un confeso ladrón. También lo que implica la cercanía con Aldo Rico en San Miguel, para mencionar sólo los casos que más hieren. No sólo por lo que componen, también por la ausencia que revelan de otra construcción política capaz de efectuar una interpelación popular, convocar a los hombres y mujeres, a los trabajadores, a los desocupados, a los que estudian y los que crean, a apoyar y expandir una diferencia que efectivamente existe en ciertos actos y se opaca en la rutina de las antiguallas partidarias. No es casual que en las entretelas de estas alianzas de ocasión con personajes sin moral y sin conciencia, que han navegado los últimos veinte años de vida política, haya tomado cuerpo la “idea” de una “salida ordenada” del kirchnerismo, manejando figuras como el cáustico sojero Fórmula 1. Esa salida –engalanada con prefijo post– dejaría al pueblo como rehén. Se trata, en realidad, de la restauración conservadora con la misma soja al cuello pero con Hugo del Carril en la vitrola. El Gobierno se recuesta sobre una estructura partidaria que parece garantizarle un piso electoral imprescindible, sin transitar por sendas en las que se podría vislumbrar un horizonte distinto. Comprender la carencia no significa aceptar la solución como la única posible. Es, más bien, anticipar los costos a pagar.

Son temas que es necesario revisar. La dignidad de un proyecto social de cambios requiere que sus apoyos surjan convencidamente de llamados a las vertientes sociales, productivas y culturales que esperan participar en un movimiento que pueda gobernar en medio de desafíos fundamentales y vencerlos innovadoramente. Ese llamado aún no ha ocurrido aunque, como debe brotar de los pliegues críticos de la sociedad, es necesario encontrar en la sociedad civil el lenguaje y los argumentos para concretarlo. Un lenguaje sensible a una sociedad que se ha transformado y cuyas disidencias internas, sus polémicas públicas, no pueden ser explicadas sólo con la cartilla de las anteriores lecturas nacional-populares. El desafío es apropiarse de aquellas lecturas pero entramadas en una nueva y compleja realidad; de reencontrarse con los afluentes de una memoria de la justicia y la igualdad en el contexto de inéditos saltos al vacío del capitalismo actual. Es bajo esta perspectiva que reconocemos la trascendencia de lo abierto en mayo del 2003 y que no olvidamos las enormes dificultades que existían y que todavía persisten para construir un proyecto democrático y popular. Algunas izquierdas, como lo han hecho repetidamente, no atinan a dar cuenta de la singularidad de los acontecimientos. Es hora de entrelazar miradas, perspectivas, tradiciones y biografías diversas que comparten el ideal emancipatorio, intuyendo que la hora argentina reclama una fuerte toma de partido que sea capaz de enfrentar la restauración conservadora.

No queda mucho tiempo para ello. Pero reconocer las dificultades no implica bajar los brazos. Las consecuencias de un triunfo de la coalición conservadora pueden ser graves, pero este documento quiere ser de esperanza y de reagrupamiento en la lucha. Veamos: en la Ciudad de Buenos Aires está en curso una experiencia. La gobierna una derecha que con remozada gestualidad despliega destructivos ataques a las instituciones públicas de la ciudad, rastrilla las calles con anteojeras represivas y no desdeña ocasión de borrar aquello que otros pensamientos políticos habían inscripto en la vida estatal. Gobierna esa derecha por su capacidad de seducir a un electorado dispuesto al festejo de fórmulas abstractas que (ilusoriamente) resolverían problemas complejos. Pero el progresismo porteño aún merece una revisión crítica y el gobierno nacional el cuestionamiento de su escasa reflexión sobre la peculiar sensibilidad cultural y política de la ciudad. Cuando algo permanece intratado, cuando no se lo considera en su especificidad, es arrojado a un trato consignista, abstracto, reactivo. Campo fértil para las derechas, con sus maniqueísmos excluyentes. Por eso, se arriesga demasiado cuando se trata con categorías desdeñosas a una ciudadanía que puede ser complaciente y superficial, pero en ocasiones, además, díscola y crítica. También el riesgo es altísimo cuando se renuncia a considerar ciertos temas, como el de seguridad, por lo que arrastran de amenaza. Las grandes ciudades argentinas, escenarios y protagonistas de luchas emblemáticas de la historia nacional (desde las huelgas de la Semana Trágica o la Reforma Universitaria hasta el Cordobazo; desde el 17 de Octubre o la huelga del frigorífico Lisandro de la Torre hasta las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001), esas mismas ciudades han sido permeables al discurso neoliberal. Pero las ciudades anteriores persisten.

Tradiciones culturales y memorias comunitarias subyacen a la espera de una invocación política que las reavive y contenga. Nadie es dueño de la conciencia de los millones que viven, sueñan y despotrican en estas urbes. La crisis puede ser oportunidad de reabrir esa historia y para considerar los núcleos potentes de las luchas urbanas actuales: la confrontación contra la precarización del trabajo y el desempleo, el enfrentamiento contra las añejas pero actualizadas formas de opresión a las mujeres, para nombrar sólo algunas. No damos por perdida esa apuesta por arrebatar las ciudades de sus cautiverios mediáticos y sus temblores restauradores.

Cuestiones vitales como el modelo energético, el régimen de entidades financieras, el transporte ferroviario y fluvial, la explotación minera, requieren formas de desarrollo viables que no acepten fáciles composiciones con empresas transnacionales que no tienen hipótesis de preservación ambiental ni se componen con un modelo económico nacional autónomo. Es necesario actuar con criterios eficaces en torno a crear opciones económicas democráticas, donde un pragmatismo inmediatista no sustituya un proyecto más profundo de economía distributiva, proteccionismo democrático, urbanismo integrador e inclusivo y ordenamientos normativos que impidan la rapiña de recursos. Esto requeriría de instituciones estatales con capacidad de desplegar políticas públicas, con efectiva llegada a todo el territorio nacional. Pero sabemos que, si entre los méritos del ciclo abierto en el 2003 está el de resituar la importancia del Estado, también es claro que el realmente existente no está a la altura de esa relevancia.

Se han desplegado, sin embargo, considerables apoyos a los compromisos científicos sustantivos, expandiendo la investigación, los presupuestos a ella destinados e incentivando la innovación intelectual en la vida social productiva. En este mismo itinerario, queda pendiente la renovación de las fuentes de la reflexión crítica sobre estas materias, sin esquematismos ni fervores momentáneos que demoren el encuentro de los grandes núcleos de acción intelectual creativa en torno a la ciencia, el arte, el urbanismo, los medios de comunicación, el lenguaje, el diseño y las tecnologías. La creación del Ministerio de Cultura de la Nación, capaz de articularse con el de Ciencia y Tecnología, permitiría pensar la inteligencia y la creatividad sociales en conjunto, no como secciones estancas de acciones nómadas.

Por todo esto, llamamos a ejercer el derecho de crítica autónoma dentro de un gran campo de apoyo a los aspectos realizativos que ha encarnado el gobierno nacional. El momento lo reclama. No somos partisanos de una axiomática y binaria contradicción fundamental, aun cuando reconozcamos que las situaciones críticas conllevan, a nuestro pesar, un borramiento de matices. Debe haber distintas variantes y situaciones para los pensamientos críticos. Pero tampoco el Gobierno es ese manojo irreversible de contradicciones obtusas que a diario nos propone la vasta maquinaria mediática que lo envía al patíbulo en miles de minutos diarios de televisión, acudiendo a las doctrinas ubicuas del escándalo y el odio, en uno de los momentos más graves de irracionalismo asustadizo y de no tan encubiertos racismos que haya vivido la sociedad argentina contemporánea. Esa ofensiva de una derecha agromediática que no deja nada por tocar ni ensuciar, que corta rutas y agita conspiraciones, nos persuade de la decisiva importancia que adquiere no solamente la defensa de la legitimidad democrática sino, más hondo y grave, del decisivo entrelazamiento de un proyecto popular con el destino del Gobierno. Desatar el nudo que une ambas perspectivas constituye un error cuyo costo puede ser desmesuradamente elevado; imaginar que la caída de lo inaugurado en el 2003 puede ensanchar el horizonte popular y nacional es no sólo una gigantesca quimera sino una perturbadora irresponsabilidad histórica de los que todavía no comprenden el carácter y la dimensión del peligro restaurador.

La restauración tiene sus antenas y tentáculos preparados para aprovechar los deficientes reconocimientos mutuos que hemos tenido entre aquellos que en el pasado compartimos horas decisivas para constituir una fuerza popular transformadora desde distintas vertientes de la historia argentina. Llamamos entonces a que consideren favorablemente estas ideas, precisamente los compañeros de las izquierdas, de las corrientes nacional-populares, de los libertarismos, de los autonomismos y de los socialismos. Es imprescindible que sigan realizando observaciones críticas a las que siempre les otorgamos credibilidad, pero también les proponemos que las integren a un seno común aunque heterogéneo de opiniones situado ante la urgencia de oponerse a la restauración conservadora. Pero no menos imprescindible es que se constituya una gran fuerza autónoma que recorra las diversas experiencias de transformación social y las devuelva a la esfera pública de un modo movilizador, renovado y creíble. Allí radica una de las apuestas sin la que resulta casi inimaginable la profundización popular de un proyecto democrático que vino a renovar las lenguas políticas en un tiempo dominado por las clausuras y las desesperanzas.

Llamamos a actuar contra la restauración conservadora de un modo creativo, inhibiendo su diseminación con argumentos sutiles y masivos, que pongan en evidencia su auténtica impostura, su anacronismo y la amenaza que suponen a cualquier forma de redención social, defendiendo los aspectos progresivos de la actual situación y haciendo explícitas las reservas, a modo de un necesario reencaminamiento de las acciones políticas populares. Llamamos a no dejarnos sorprender por el clima de desprecio que crean los operadores de una crisis anunciada, que es el ensueño de las viejas fuerzas del Orden con pañuelito de seda al cuello, gozando ahora de la masividad mediática con que instalaron el partido del miedo. Llamamos a retirarnos de la quietud y a no quedar atados al comprensible malestar por los enredos que poseen muchos de los recorridos políticos de la hora. Porque la aparente claridad de los restauradores traerá al país los capítulos ya conocidos de la pasividad cívica, el descompromiso con el trabajo colectivo, la mediocridad política y el predominio de los círculos áulicos que operan en el servicialismo a los más oscuros poderes imperiales, cuyo resultado previsible es la multiplicación de la desigualdad, su marca más auténtica.

En estos meses, se desplegará una contienda electoral que tendrá mucho de plebiscito respecto de las políticas gubernamentales, que en algunos casos presentan deficiencias pero que configuran acciones reparatorias para una sociedad dañada. Las rutinas electorales –con sus desfiles de espantajos y sus diatribas mutuas– serían insufladas de otro entusiasmo si se las dota de un carácter programático. De un programa en el que la defensa de los derechos humanos, la consideración de la seguridad sin reduccionismos represivos, políticas de retención de las rentas extraordinarias, estrategias de apoyo a la producción, proyectos educativos que promuevan sujetos autónomos e inclusión social, políticas de salud enraizadas en las vastas necesidades populares, la profundización de la integración regional, la preservación ambiental (incluidos los glaciares) y el debido cumplimiento de las aún pocas leyes existentes que reconocen los derechos de los pueblos indígenas, no puedan ser expurgados ni menoscabados. Por otro lado, también se estará debatiendo una de las más radicales medidas de distribución cultural: una ley que impulsa la democratización del sistema de medios de comunicación. El proyecto, surgido de intercambios y consultas, estará recorriendo los vericuetos del debate en la sociedad civil antes de su trato parlamentario. No serán, no son, tiempos fáciles, portan una nitidez casi dolorosa y exigen renovadas pasiones. Muestran que no hay para el pueblo argentino “salida ordenada” contra la restauración conservadora. ¡Profundicemos los cambios! Ese es nuestro llamado.

lunes, 30 de marzo de 2009

ENCUENTRO DE LÍDERES PROGRESISTAS

Apostillas desde Chile

Caras. Hubo una fuerte presencia argentina en las dos jornadas que duró la cumbre, participando y escuchando los debates. Uno de ellos fue el titular de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur, Carlos “Chacho” Alvarez, ya repuesto del infarto que sufrió meses atrás. Chacho estuvo entre los que quedaron encantados con el discurso que dio el ex ministro de Bill Clinton, Roberto Reich. También participaron los gobernadores de Santa Fe, Hermes Binner, y el de San Juan, José Luis Gioja. Del socialista contaron que no se perdió ni un panel. También se vio al senador Daniel Filmus, al socialista K Oscar González y al titular del Partido Solidario, Carlos Heller. Como panelistas disertaron el director de Enarsa, Aldo Ferrer, y el especialista en pobreza Bernardo Kliksberg. También hubo varios representantes del Espacio Carta Abierta, como el filósofo Ricardo Forster o el analista Ricardo Rouvier, entre muchos otros argentinos en Viña. (
Página/12 29-03-2009)

domingo, 29 de marzo de 2009

UNA ENTREVISTA IMPERDIBLE CON EL MAYOR HISTORIADOR VIVO

REPORTAJE AL HISTORIADOR ERIC HOBSBAWM

“Además de injusto, el mercado absoluto es inviable”

En junio cumplirá 92 años. Lúcido y activo, el historiador que escribió Rebeldes primitivos, La era de la revolución y la Historia del siglo XX, entre otros libros, aceptó hablar de su propia vida, de la crisis del ’30, del fascismo y el antifascismo y de la crisis actual, que según él es a la economía de fundamentalismo de mercado lo que la caída del Muro de Berlín fue a la lógica soviética del socialismo. Una charla antes del G-20 y la llegada de Cristina a Londres.

Por Martín Granovsky * / Desde Londres

Eric Hobsbawm aparece en la puerta de la embajada de Alemania en Londres. Son poco más de las tres de la tarde en la hermosa Belgrave Square y las banderas de las embajadas se adivinan por detrás de las copas de los árboles. Lleva anteojos, la gorra puesta, un abrigo no muy pesado. Saluda. Tiene manos grandes y huesudas, pero no parecen las manos de un viejo. Ninguna deformación de artritis las atacó. Muy pronto una pequeña prueba demuestra que las piernas de Hobsbawm también están en buena forma. Baja con agilidad los tres escalones que llevan del palier a la vereda. Parece ver bien. Tiene un bastón en la mano derecha. No se apoya en él, pero quizá lo use como un seguro, por si trastabilla, o como un sensor de alerta temprana que detecta escalones, charcos y, de inmediato, el cordón de la vereda. Hobsbawm es alto y flaco. Uno ochenta y pico. No pide ayuda. El chofer del Foreign Office le abre la puerta izquierda del Jaguar negro. Entra en el auto con facilidad. El coche es grande, por suerte, y cabe, pero el viaje igual es corto.

–Vino un historiador alemán, por eso estoy en la embajada, y debo volver –avisa–. Llegó de visita a Londres y quiso conversar con algunos de nosotros. Sé que vamos a Canning House. Está bien. Poco trayecto, ¿no?

El auto da media vuelta a Belgrave Square y se detiene frente a otro palacete blanco de tres escalones, porche rodeado de columnas y puerta de madera pesada. Por algún motivo mágico el conductor de pelo blanco con mechón sobre la cara, traje azul y sonrisa como la del ayudante del inspector Morse de Oxford, ya le abre a Hobsbawm. Entre esas construcciones tan parecidas, la elegancia del Jaguar lo asemeja a un carruaje recién lustrado. El cochero sonríe cuando Hobsbawm desciende. El profesor le devuelve la simpatía mientras trepa con facilidad hasta un hall oscuro. Ya entró en Canning House y a la derecha ve una enorme imagen de José de San Martín. A la izquierda del pasillo, una gran sala. El té ya está servido. Es decir, el té, las masas y una torta. Otro cuadro del mismo tamaño que el de San Martín. Es Simón Bolívar. Y también es Bolívar el caballero del busto sobre el aparador.

¿Cuánto té habrán tomado Bolívar y San Martín antes de salir de Londres a Sudamérica, a principios del siglo XIX, para cumplir su plan de independencia?

Hobsbawm apura la primera taza y quiere ser él quien arroje la primera pregunta.

–¿Cómo está la Argentina? –interroga pero no tanto, porque no espera y comenta–. El año pasado Cristina estuvo por venir a Londres para una reunión de presidentes progresistas y pidió verme. Yo dije que sí, pero ella no vino. No fue su culpa. Estaba en medio de la confrontación con la Sociedad Rural.

Hobsbawm habla un inglés sin la afectación ni el tartamudeo de algunos académicos del Reino Unido. Pero acaba de pronunciar “Sociedad Rural” en castellano.

–¿Qué pasó con ese conflicto? –pregunta.

Tras la explicación correspondiente, el profesor inclina la cabeza, más curioso que antes, mientras con la mano derecha su tenedor intenta cortar la tarta de manzana. Es una tarea difícil. Entonces se desconcentra de la tarta y fija la mirada esperando, ahora sí, alguna pregunta.

–El mundo está complejo –afirma sin embargo manteniendo la iniciativa–. No quiero caer en slogans, pero es indudable que el Consenso de Washington murió. La desregulación salvaje ya no sólo es mala: es imposible. Hay que reorganizar el sistema financiero internacional. Mi esperanza es que los líderes del mundo se den cuenta de que no se puede renegociar la situación para volver atrás sino que hay que rediseñar todo hacia el futuro.

–La Argentina experimentó varias crisis, la última fuerte en 2001. En 2005 el presidente Néstor Kirchner, de acuerdo con el gobierno brasileño, que también lo hizo, pagó al FMI y desenganchó a la Argentina del organismo para que el país no siguiera sometido a sus condicionalidades.

–Es que a esta altura se necesita otro FMI absolutamente distinto, con otros principios, que no dependa sólo de los países más desarrollados y en el que una o dos personas toman las decisiones. Es muy importante lo que están proponiendo Brasil y la Argentina para cambiar el sistema actual. ¿Cómo están las relaciones entre ustedes?

–Muy bien.

–Eso es muy importante. Manténganlas. Las buenas relaciones entre gobiernos como los de ustedes son muy importantes en medio de una crisis que también implica riesgos políticos. Para los standards norteamericanos, los Estados Unidos están girando a la izquierda y no a la extrema derecha. Eso también es bueno. La Gran Depresión llevó políticamente al mundo a la extrema derecha en casi todo el planeta, con excepción de los países escandinavos y los Estados Unidos de Roosevelt. Incluso en el Reino Unido llegó a haber miembros del Parlamento que eran de extrema derecha.

–¿Y qué alternativa aparece?

–No lo sé. ¿Sabe cuál es el drama? El giro a la derecha tuvo dónde recostarse: en los conservadores. El giro a la izquierda también tuvo en qué descansar: en los laboristas.

–Los laboristas gobiernan el Reino Unido.

–Sí, pero me gustaría hacerle un planteo más general. Ya no existe la izquierda tal como era.

–¿La extraña?

–Lo señalo.

–¿A qué se refiere cuando dice “la izquierda tal como era”?

–A las distintas variantes de la izquierda clásica. A los comunistas, naturalmente. Y a los socialdemócratas. ¿Pero sabe qué pasa? Todas las variantes de la izquierda precisan del Estado. Y durante décadas de giro a la derecha conservadora, el control del Estado se hizo imposible.

–¿Por qué?

–Muy sencillo. ¿Cómo controla usted el Estado en condiciones de globalización? Conviene recordar que a principios de los ’80 no sólo triunfaron Ronald Reagan y Margaret Thatcher. En Francia, François Mitterrand no logró una victoria.

–Había ganado la presidencia en 1974 y repitió en 1981.

–Es así. Pero cuando intentó una unidad de izquierdas para nacionalizar un sector mayor de la economía, no tuvo el poder suficiente para hacerlo. Fracasó por completo. La izquierda y los partidos socialdemócratas se retiraron de la escena, derrotados, convencidos de que nada podía hacerse. Y entonces, no sólo en Francia sino en todo el mundo, quedó claro que el único modelo que podía imponerse con poder real era el capitalismo absolutamente libre.

–Libre sí. ¿Por qué dice “absolutamente”?

–Porque con libertad absoluta para el mercado, ¿quién atiende a los pobres? Esa política, o la política de la no política, es la que se desarrolló con Margaret Thatcher y Ronald Reagan. Y funcionó –dentro de su lógica, claro, que no comparto– hasta la crisis que comenzó en el 2008. Frente a la situación anterior la izquierda no tenía alternativa. ¿Y frente a ésta? Fijémonos, si quiere, en la izquierda más clásica de Europa. Es muy débil en Europa. O está fragmentada. O desapareció. Refundación Comunista en Italia es débil y las otras ramas del ex Partido Comunista Italiano están muy mal. Izquierda Unida en España también está cayendo de la ladera de la colina. Algo quedó en Alemania. Algo en Francia, con el Partido Comunista. Ni esas fuerzas, y menos aún la izquierda más extrema, como los trotskistas, y ni siquiera una socialdemocracia como la que describí antes, alcanzan todavía como respuesta a esta crisis y a sus peligros. La misma debilidad de la izquierda aumenta los riesgos.

–¿Qué peligro ve?

–En períodos de gran descontento como el que empezamos a vivir, el gran peligro es la xenofobia, que alimentará y a su vez será alimentada por la extrema derecha. ¿A quién buscará esa extrema derecha? Buscará atraer a los “estúpidos” ciudadanos que cuidan su trabajo y temen perderlo. Y digo estúpidos irónicamente, quiero aclararle. Porque ahí reside otro fracaso evidente del fundamentalismo de mercado. Dejó libertad para todo. ¿Y la verdadera libertad de trabajo? ¿La de cambiarlo y mejorar en todos los aspectos? Esa libertad no la respetó porque, para el fundamentalismo de mercado, habría resultado políticamente intolerable. También habrían sido políticamente intolerable la libertad absoluta y la desregulación absoluta en materia laboral, al menos en Europa. Yo temo una era de depresión.

–¿Usted no tiene dudas, ya, de que entraremos en depresión?

–Si lo desea podemos hablar técnicamente, como los economistas, y cuantificar trimestres. Pero no hace falta. ¿Qué otra palabra puede usar uno para denominar un tiempo en el que muy velozmente millones de personas pierden su empleo? De cualquier manera, hasta el momento no veo un escenario de una extrema derecha ganando por mayoría en elecciones, como ocurrió en 1933 cuando Alemania eligió a Adolf Hitler. Es paradójico, pero con un mundo muy globalizado un factor impedirá la inmigración, que a su vez suele ser la excusa para la xenofobia y el giro hacia la extrema derecha. Y ese factor es que la gente emigrará menos –hablo en términos masivos– al ver que en los países desarrollados la crisis es tan vasta. Volviendo a la xenofobia, el problema es que aunque la extrema derecha no gane podría ser muy importante en la fijación de la agenda pública de temas y terminaría por imprimirle una cara muy fea a la política.

–Dejemos a un lado la economía por el momento. Pensando en política, ¿qué cosa disminuiría el riesgo de xenofobia?

–Me parece bien, vamos a la práctica. El peligro disminuiría con gobiernos que gocen de la suficiente confianza política por parte del pueblo por su capacidad de restaurar el bienestar económico. La gente debe ver a los políticos como gente capaz de garantizar la democracia, los derechos individuales y al mismo tiempo coordinar planes eficaces para salir de la crisis. Ahora que hablamos de este tema, ¿sabe que veo a los países de América latina sorprendentemente inmunes a la xenofobia?

–¿Por qué?

–Yo le pregunto si es así. ¿Es así?

Es posible. No diría que son inmunes si uno piensa, por ejemplo, en el tratamiento racista de un sector de Bolivia hacia Evo Morales, pero al menos en los últimos 25 años de democracia, por tomar la antigüedad de la democracia argentina, la xenofobia y el racismo nunca fueron masivos ni nutrieron partidos de extrema derecha, que son muy pequeños. No pasó ni siquiera con la crisis del 2001, que culminó el proceso de destrucción de millones de empleos, a pesar de que la inmigración boliviana ya era muy importante en número. Ahora, no hablamos de los cantos de las hinchadas de fútbol, ¿no?

–No, yo lo pienso en términos masivos.

Entonces las cosas parecen ser como usted las piensa, profesor. Y, como en otros lugares del mundo, el pensamiento de la extrema derecha aparece por ejemplo con la crispación sobre la seguridad y la inseguridad en las calles.

–Sí, América latina es interesante. Yo lo intuyo. Fíjese el país más grande, Brasil. Lula mantuvo algunas líneas de estabilidad económica de Fernando Henrique Cardoso, pero extendió enormemente los servicios sociales y la distribución. Algunos dicen que no es suficiente...

–¿Y usted qué dice?

–Que no es suficiente. Pero que lo que Lula hizo, lo hizo. Y es muy significativo. Lula es el verdadero introductor de la democracia en Brasil. Y nadie lo había hecho nunca en la historia de ese país. Por eso hoy tiene el 70 por ciento de popularidad, a pesar de los problemas previos a las últimas elecciones. Porque en Brasil hay muchos pobres y nadie jamás hizo tantas cosas concretas por ellos, desarrollando a la vez la industria y la exportación de productos elaborados. Aunque la desigualdad sigue siendo horrorosa. Pero hacen falta muchos años para cambiar más las cosas. Muchos.

–Y usted piensa que serán años de depresión mundial.

–Sí. Lamento decirlo, pero apostaría a que habrá depresión y que durará algunos años. Estamos entrando en depresión. ¿Sabe cómo se da cuenta uno? Hablando con gente de negocios. Bueno, ellos están más deprimidos que los economistas y que los políticos. Y a la vez, esta depresión es un gran cambio para la economía, capitalista global.

¿Por qué está tan seguro?

–Porque no hay vuelta atrás hacia el mercado absoluto que rigió en los últimos 40 años, desde la década de 1970. Ya no es una cuestión de ciclos. El sistema debe ser reestructurado.

–¿Le puedo preguntar otra vez por qué está tan seguro?

–Porque ese modelo no sólo es injusto: ahora es inviable. Las nociones básicas según las cuales las políticas públicas debían ser abandonadas, ahora están siendo dejadas de lado. Fíjese lo que hacen, y a veces lo que dicen, dirigentes importantes de países de-sarrollados. Están intentando reestructurar las economías para salir de la crisis. No estoy elogiando. Estoy describiendo un fenómeno. Y ese fenómeno tiene un elemento central: ya nadie siquiera se anima a pensar que el Estado puede no ser necesario para el desarrollo económico. Ya nadie dice que bastará con dejar que fluya el mercado, con su libertad total. ¿No ve que el sistema financiero internacional ya ni funciona? En un sentido, esta crisis es peor que la de 1929-1933, porque es absolutamente global. Los bancos ni funcionan.

–¿Dónde vivía usted en ese momento, a comienzos de los años ’30?

–Nada menos que en Viena y Berlín. Era un chico. Qué horroroso ese momento. Hablemos de cosas mejores, como Franklin Delano Roosevelt.

–Usted lo rescató en una entrevista con la BBC al principio de la crisis.

–Sí, y rescato los motivos políticos de Roosevelt. En política aplicó el principio de “Nunca más”. Con tantos pobres, con tantos hambrientos en los Estados Unidos, nunca más el mercado como factor exclusivo de asignación de recursos. Por eso decidió realizar su política de pleno empleo. Y de ese modo no solamente atenuó los efectos sociales de la crisis sino sus eventuales efectos políticos de fascistización sobre la base del miedo masivo. El sistema de pleno empleo no modificó de raíz la sociedad, pero funcionó durante décadas. Funcionó razonablemente bien en los Estados Unidos, funcionó en Francia, produjo la inclusión social de mucha gente, se basó en el bienestar combinado con una economía mixta que tuvo resultados muy razonables en el mundo de la segunda posguerra. Algunos Estados fueron más sistemáticos, como Francia, que implantó el capitalismo dirigido, pero en general las economías eran mixtas y el Estado estaba presente de un modo u otro. ¿Podremos hacerlo de nuevo? No lo sé. Lo que sé es que la solución no estará solo en la tecnología y el desarrollo económico. Roosevelt tuvo en cuenta el costado humano de la situación de crisis.

Es decir que para usted las sociedades no se suicidan.

(Piensa) –No deliberadamente. Sí pueden ir cometiendo errores que las llevan a terribles catástrofes. O al desastre. ¿Con qué razonabilidad, durante estos años, se podía creer que el crecimiento con tal nivel de burbuja sería ilimitado? Tarde o temprano se terminaría y algo debía ser hecho.

–De manera que no habrá catástrofe.

–No me interesan las predicciones. Mire, si viene, viene. Pero si hay algo que se pueda hacer, hagámoslo. Uno no puede perdonarse no haber hecho nada. Por lo menos un intento. El desastre sobrevendrá si nos quedamos quietos. La sociedad no puede basarse en una concepción automática de los procesos políticos. Mi generación no se quedó quieta en los años ’30 y ’40. En Inglaterra yo crecí, participé activamente de la política, fui académico estudiando en Cambridge. Y todos estábamos muy politizados. Nos tocó muy de cerca la Guerra Civil española. Por eso fuimos firmemente antifascistas.

–Le tocó a la izquierda de todo el mundo. También en América latina.

–Claro, fue un tema muy fuerte para todos. Y nosotros, en Cambridge, veíamos que los gobiernos no hacían nada por defender a la República. Por eso reaccionamos contra las viejas generaciones y los gobiernos que las representaban. Años después entendí la lógica de por qué el gobierno del Reino Unido, donde nosotros estábamos, no hizo nada contra Francisco Franco. Ya tenía la lucidez de saberse un imperio en decadencia y tenía conciencia de su debilidad. España funcionó como una distracción. Y los gobiernos no debieron haberla tomado así. Se equivocaron. El alzamiento contra la República fue uno de los hechos más importantes del siglo XX. Recién después, en la Segunda Guerra...

–Poco después, ¿no? Porque el fin de la Guerra Civil española y la invasión alemana de Checoslovaquia ocurren en el mismo año.

–Es verdad. Le decía que recién después el liberalismo y el comunismo hicieron causa común. Se dieron cuenta de que, si no, eran débiles frente al nazismo. Y en el caso de América latina el modelo de Franco influyó más que el de Benito Mussolini, con sus ideas conspirativas de la sinarquía, por ejemplo. No lo tome como una disculpa a Mussolini, por favor. El fascismo europeo en general es una ideología inaceptable, opuesta a valores universales.

–Usted habla de América latina...

–Pero no me pregunte de la Argentina. No sé lo suficiente de su país. Todos me preguntan por el peronismo. Para mí está claro que no puede ser mirado como un movimiento de extrema derecha. Fue un movimiento popular que organizó a los trabajadores y eso quizás explique su permanencia en el tiempo. Ni los socialistas ni los comunistas pudieron establecer una base fuerte en el movimiento sindical. Sé de las crisis que sufrió la Argentina y sé algo de su historia, del peso de la clase media, de su sociedad avanzada culturalmente dentro de América latina, fenómeno que creo que todavía se mantiene. Sé de la edad de oro de los años ’20 y sé de los ejemplos obscenos de desigualdad comunes a toda América latina.

–Usted siempre se definió como un hombre de izquierda. ¿También sigue teniendo confianza en ella?

–Sigo en la izquierda, sin duda con más interés en Marx que en Lenin. Porque seamos sinceros, el socialismo soviético falló. Fue una forma extrema de aplicar la lógica del socialismo, así como el fundamentalismo de mercado fue una forma extrema de aplicación de la lógica del liberalismo económico. Y también falló. La crisis global que comenzó el año pasado es, para la economía de mercado, equivalente a lo que fue la caída del Muro de Berlín en 1989. Por eso me sigue interesando Marx. Como el capitalismo sigue existiendo, el análisis marxista aún es una buena herramienta para analizarlo. Al mismo tiempo, está claro que no solo no es posible sino que no es deseable una economía socialista sin mercado ni una economía en general sin Estado.

–¿Por qué dice lo último?

–Si uno mira la historia y mira el presente, no tiene ninguna duda de que los problemas principales, sobre todo en medio de una crisis profunda, deben y pueden ser solucionados por la acción pública. El mercado no está en condiciones de hacerlo.

* Analista internacional. Presidente de la agencia nacional de noticias Télam.

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viernes, 27 de marzo de 2009

OSCAR GONZÁLEZ PARTICIPA JUNTO A CFK DE CUMBRE DE LÍDERES PROGRESISTAS EN CHILE

Clarin.com
Ultimo Momento - 12:38
El País

Cristina viaja a Viña del Mar con una agenda cargada

Va a la cumbre de "líderes progresistas", donde se reunirá con el vicepresidente de Obama, Joseph Biden, y el primer ministro británico, Gordon Brown. La crisis global se impone como tema central.

CLIC AQUI PARA ESCUCHAR EL AUDIO: “Esto muestra que la Argentina no es un país aislado”, afirmó el vicejefe de Gabinete, Oscar González. (Clarin.com)


Pasado el mediodía, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner partirá desde Buenos Aires hacia el balneario chileno de Viña del Mar, adonde viaja con una agenda cargada que además de su participación en la denominada Cumbre de Líderes Progresistas incluye reuniones con el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, y el primer ministro británico, Gordon Brown.

El encuentro en Chile funcionará en parte como antesala de la Cumbre del G-20 que se hará la semana que viene en Gran Bretaña. Brown, Cristina y el brasileño Lula da Silva figuran entre los que estarán en las dos reuniones. Por peso propio, la crisis financiera se impondrá como tema central del encuentro de Viña.

En diálogo con Clarín, el vicejefe de Gabinete Oscar González (uno de los socialistas integrados al Gobierno y que acompañará a la presidenta en el viaje a Chile) sostuvo que la reunión deberá servir para que los "líderes progresistas" traten de alcanzar una postura común sobre como enfrentar el actual "tsunami financiero".

Más allá de su actuación en la cumbre, Cristina se reunirá esta misma tarde con Biden, en la que podría ser la puerta de un encuentro con Barack Obama, para el que desde la Casa Rosada insisten en que no tienen apuro. Después de la entrevista –en la que participará el asesor de Obama en temas de América latina, Dan Restrepo- la Presidenta asistirá a la cena organizada por la anfitriona Michelle Bachelet.

Mañana Cristina tendrá su segunda reunión bilateral de peso. A las 9, se verá con el británico Brown en un encuentro en el que el énfasis estará puesto en la Cumbre del G-20 pero en resultará casi inevitable la cuestión Malvinas, que mantiene en el freezer el vínculo entre los dos países.

La presidenta, además, volverá a encontrarse -sin moverse del Sheraton donde se hospeda- con Lula, Bachelet, el uruguayo Tabaré Vázquez y el español José Luis Rodríguez Zapatero.

jueves, 26 de marzo de 2009

SE VOTA EL 28 DE JUNIO

Con 42 votos, cinco más de los necesarios, el kirchnerismo completó la sanción de la ley en una sesión que tuvo pocos cruces. Ahora, los candidatos deberán definirse en un plazo de algo más de un mes.

CÓMODA APROBACIÓN LEGISLATIVA
DEL ADELANTAMIENTO ELECTORAL

Con un margen de comodidad que hasta hace algunos días estaba en duda, el oficialismo consiguió 42 votos positivos para adelantar las elecciones legislativas nacionales que estaban previstas para octubre: finalmente serán el 28 de junio. La votación, cerca de las 20, fue precedida por nueve horas de un debate con menos cruces que los que había sostenido Diputados la semana pasada. Sucede que la noticia de los votos a favor del proyecto oficial de dos legisladores fueguinos del ARI hacía prever una victoria sin sobresaltos para el oficialismo. Así, ya es ley el adelanto "por única vez" de las legislativas nacionales en casi cuatro meses en relación a la fecha que marca el Código Electoral.

La bancada que conduce Miguel Pichetto ya decía tener entre 39 y 40, pero amplió su margen cuando los senadores fueguinos María Rosa Díaz y José Martínez dijeron que están de acuerdo con la propuesta del Ejecutivo y anunciaron, además, que abandonarán el ARI. En el debate, el kirchnerista santracruceño Nicolás Fernández defendió el adelantamiento, pidió "terminar con el rally electoral" que, dijo, se puede "llevar puestos todos los logros conseguidos" en los últimos años. Del lado de la oposición, el radical Alfredo Martínez argumentó que ningún otro país adelantó las elecciones por la crisis y dijo que se podría haber llamado a "una mesa de diálogo, como hizo Raúl Alfonsín" cuando anticipó los comicios de 1989.

Desde la Coalición Cívica, Samuel Cabanchik apuntó contra el oficialismo por no haber querido "hacer un cambio de mayor institucionalidad". La iniciativa tuvo un trámite exprés. Fue anunciada hace menos de dos semanas por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y enviada al Parlamento el lunes 16; al día siguiente el oficialismo ya le había dado dictamen de Comisión y el miércoles la aprobó en el recinto de la Cámara baja; de inmediato pasó al Senado, donde ya el jueves pasado obtuvo el dictamen que necesitaba para que pudiera ser debatida hoy por en el recinto. Por el código electoral, el ejecutivo debe convocar a elecciones 90 días antes de la fecha de los comicios, es decir que, como tarde, debe hacerlo el próximo lunes. Hasta el 9 de mayo, los diversos frentes que se inscriban tendrán tiempo para presentar sus listas de candidatos.

REPERCUSIÓN SOCIALISTA

Clarín
EN QUILMES
Una socialista, con el metalúrgico


El intendente de Quilmes, Francisco "Barba" Gutiérrez es un hombre con una larga militancia en la poderosa Unión Obrera Metalúrgica. En las últimas horas, sorprendió al elegir a una socialista, la arquitecta Roxana González, nada menos que como secretaria de Obras Públicas del municipio. Hubo festejos en el Socialismo. (El País - Pag. 15)


BAE
Funcionaria socialista


La dirigente socialista Roxana González asumió ayer como secretaria de Obras Públicas de la municipalidad de Quilmes tras tomarle juramento el intendente local Francisco “Barba” Gutiérrez. (Pag. 15)


Diario EL SOL - Quilmes
Una arquitecta de Avellaneda reemplaza a Brian Renison
Asumió Roxana González


Luego de la salida de Brian Renison de la Secretaría de Planeamiento Estratégico, Obras y Servicios Públicos, Tierra y Vivienda ayer prestó juramento la nueva responsable del área, la arquitecta Roxana González, quien será acompañada por Carlos Braga, en la Subsecretaría y Jorge Gutiérrez, en Servicios Públicos.
El intendente Francisco Gutiérrez tomó juramento a la flamante funcionaria, quien tendrá en sus manos la coordinación del área y deberá resolver de cuestiones fundamentales para la estructura de la ciudad, como es el caso del proyecto Nueva Costa del Plata, los barrios privados y la construcción de torres de altura, entre otras.
Para la asunción de la funcionaria se acercaron hasta la Casa de la Cultura el vicejefe de gobierno del gabinete nacional, Oscar González, el diputado Edgardo Depetris y el ex intendente de Avellaneda, Oscar Laborde, además de todos sus compañeros del gabinete municipal.
El Intendente explicó que "quisimos que trabaje con nosotros desde antes, pero estaba con mucho trabajo. Hoy la podemos sumar y ya va a tener la colaboración absoluta de todo el gabinete para lo que necesite" y agregó que "tenemos mucho que trabajar en Obra Pública".
De la misma manera, el Jefe Comunal agradeció el paso por la Comuna de Renison destacando que "les deseamos toda la suerte del mundo en sus emprendimientos privados".

"Mucha expectativa"

Así calificó la flamante funcionaria su emoción por sumarse a la gestión comunal. "Quiero agradecer la posibilidad que me dan de trabajar en este Municipio, es por eso que asumo con todos los quilmeños esta gran responsabilidad en una de las ciudades más importantes del conurbano y que tiene identidad propia", destacó González.
"Queremos trabajar día a día con todo lo que tenemos, y queremos ver una ciudad en crecimiento, trabajando con total responsabilidad y honestidad, escuchando a todos y recibiendo a todos los vecinos", explicó.
De la misma manera explicó que "vimos muchos proyectos de la gente que estaba a cargo del área y hay muchos que nos interesaron y que queremos seguir en adelante con varios" y sobre los proyectos de edificios y el programa de Techint explicó que "esperamos que podamos resolverlas en el corto plazo. Sabemos que la ciudad tiene que crecer pero también vamos a respetar el distrito, es por eso que vamos a trabajar con todos en desarrollar la ciudad junto a los vecinos".

Antecedentes

De una larga militancia en política social, trabajos en cargos públicos y en la docencia universitaria, Roxana González presenta un amplio currículum.
A pesar de ser de Avellaneda, tiene una fluida relación con el Intendente, a quien conoce de la Cámara de Diputados de la Nación (en la Comisión de Obras Públicas), donde trabaja como asesora.
Entre algunos de sus cargos actualmente a cargo del Instituto de Preservación del Patrimonio Urbano y Rural del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires; además, es profesora titular de la cátedra de Introducción a la Preservación y Reciclaje de la Universidad Católica Argentina de La Plata, y miembro titular de la Comisión del Colegio de Arquitectos.
En la gestión comunal sumó experiencia en la Dirección de Planeamiento de Avellaneda, donde trabajó en la gestión Laborde, también tuvo su paso por la Universidad de Quilmes y trabajó en el desarrollo del barrio Los Alamos en Ezpeleta, entre otros.

miércoles, 25 de marzo de 2009

MÁS SOCIALISTAS EN GOBIERNOS MUNICIPALES PROGRESISTAS

Una socialista, titular de un área estratégica de la municipalidad de Quilmes



La dirigente socialista bonaerense Roxana González asumió la Secretaría de Planeamiento Estratégico, Obras, Servicios Públicos, Tierra y Vivienda de la municipalidad de Quilmes durante un acto en el cual el intendente Francisco “Barba” Gutiérrez le tomó juramento.

González, afiliada al Partido Socialista (PS) desde los 19, es arquitecta, titular de la cátedra “Introducción a la preservación y el reciclaje” de la Universidad Católica de La Plata (UCAL) e integra la mesa directiva del Colegio de Arquitectos de la provincia de Buenos Aires.

Ligada al sector Unidad Socialista del PS, integrado entre otros por el Secretario General del PS bonaerense Ariel Basteiro, por el economista del Grupo Fénix Alejandro Rofman, por Jorge Rivas y Oscar González , secretario de Relaciones Parlamentarias del gobierno nacional, quien asistió a la jura de la nueva Secretaria junto al diputado nacional Edgardo Depetri y el ex intendente de Avellaneda, Oscar Laborde.

Tras el acto, Oscar González manifestó que “cada vez más socialistas se integran al trabajo en áreas estratégicas de los gobiernos municipales, en la provincia de Buenos Aires, como sucede en Tigre, Lanús, Almirante Brown, Luján, Campana, Ensenada y La Plata, entre otros. "El PS seguirá aportando honestidad, calificación técnica y el compromiso militante de sus mejores cuadros políticos a los intendentes que trabajan en línea con las medidas progresistas del gobierno nacional”.

AVANCE

Dos senadores fueguinos renuncian al Ari y votan por el adelantamiento de las elecciones.

El kirchnerismo contaba con 37 votos positivos para el proyecto y el número se ampliará con la adhesión de los senadores por Tierra del Fuego José Martínez y María Rosa Díaz. También se agregarían los de Isabel Viudes, del correntino Partido Nuevo, y el del neuquino del MPN, Horacio Lores.

El bloque de senadores del Frente para la Victoria cuenta con una mayoría de 37 votos para convertir en ley, en la sesión de mañana, el proyecto de adelantamiento de las elecciones legislativas para el próximo 28 de junio.

Fuentes de la bancada oficialista confirmaron a Télam que ya cuentan con 37 votos positivos número que "se ampliará" con la adhesión al proyecto de los senadores por Tierra del Fuego José Martínez y Maria Rosa Díaz.

Martínez afirmó hoy que votará a favor del proyecto oficial para adelantar los comicios legislativos, y que renunciará a su afiliación al ARI en una decisión que adoptó en forma conjunta con su par de bloque, la senadora María Rosa Díaz.

"Creemos que no es conveniente alargar el período electoral y las discusiones de posicionamiento electoral", argumentó Martínez, en declaraciones a la prensa, en las que confirmó que dará su voto positivo al proyecto oficial.

De hecho, Martínez y Díaz presentaron su renuncia al ARI con una carta que enviaron a las autoridades partidarias, en la que adjudican su determinación a "diferencias con los lineamientos y posiciones" del partido, "al punto de sentir que ya no nos contiene ni nos refleja".

"Reconociéndonos autónomos respecto de la fuerza política que gobierna el país consideramos que la oposición por la oposición misma es contraria e incompatible con el mandato popular, en virtud del cual estamos donde estamos", remarca la misiva de los senadores.

Dicen también "creer" que su desafiliación "permitirá que la mesa nacional del ARI no distraiga su atención en impartir directivas a 3.500 kilómetros sobre una provincia que ni conocen ni sobre dos senadores que representan a una provincia que no declama sino que ejecuta políticas".

En tanto, las fuentes dijeron a Télam que ya cuentan con los 37 votos positivos, a los que se agregarán los de los fueguinos; el de la senadora Isabel Viudes del correntino Partido Nuevo; y el del neuquino del MPN, Horacio Lores.

Esta tarde a las 15 se reunirá el bloque del FPV para sellar los últimos detalles para la sesión de mañana en el Senado, que está prevista para las 10.

DESTACAN LA PRESENCIA DEL PS BONAERENSE EN LA MARCHA DE AYER

Clarín

A 33 AÑOS DE LA INSTAURACION DE LA ULTIMA DICTADURA
Masiva marcha contra el golpe y reclamo de celeridad en los juicios
Hubo apoyo de grupos kirchneristas y críticas al Gobierno y a los jueces.


Una masiva manifestación en recuerdo del 33 aniversario del último golpe militar colmó ayer la Plaza de Mayo con un reclamo uniforme: celeridad en los "juicios a genocidas" y que la Justicia "despierte de una vez por todas". "Los juicios avanzan con lentitud y continúan consagrando la impunidad", se escuchó desde el palco alzado de espaldas a la Rosada.

A media tarde la multitud llenaba las calles desde Plaza de Mayo hasta el Congreso, con más de cien mil personas, según los organizadores. La marcha estuvo claramente dividida en dos sectores: quienes criticaban más y menos al Gobierno.

La primera parte, más cercana al oficialismo, fue protagonizada por organismos vinculados a los Derechos Humanos, como Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, y partidos políticos de la centroizquierda. Participaron entre otros el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; el intendente de Morón, Martín Sabbatella; los dirigentes socialistas Ariel Basteiro y Oscar González; la titular del INADI, María José Lubertino.

agrupaciones sociales y políticas como La Cámpora, la Juventud Peronista, el Frente Transversal, y gremios de la CGT y la CTA.

"A despertar la Justicia, que no siga durmiendo porque hay poca paciencia", fueron las palabras que sonaban apenas pasadas las 16. A esa altura, la Plaza ya estaba colmada y la división entre ambos grupos estaba claramente delimitada por la Avenida 9 de julio.

El documento leído por las Madres agregó: "La lentitud de la justicia genera impunidad y la impunidad sólo crea más impunidad".

Las Madres habían entrado minutos antes, sosteniendo la ya clásica bandera con fotos de desaparecidos, mientras el grupo "La Chilinga" ofrecía un mini recital.

Apenas dos horas después, hacían su entrada en la Plaza los grupos con actitud más crítica hacia el Gobierno. Encabezados por el "Encuentro Memoria, Verdad y Justicia", marcharon partidos de izquierda (Partido Obrero, MAS; MST, PTS, POR, Quebracho y Convergencia de Izquierda, entre otros), agrupaciones sociales, sindicales y estudiantes.

"No admitimos esta falsa polémica entre la Corte y el Gobierno.

Sabemos y denunciamos que los responsables son los jueces y es el Gobierno", denunciaron los oradores en el duro documento que leyeron pasadas las 19. A esa hora quedaban aún en la Plaza más de 10.000 personas. También dirigieron sus dardos al Gobierno por la desaparición de Julio López: "Porque a pesar de lo que dice el Gobierno, la impunidad permitió que esos genocidas libres secuestraran a Jorge Julio López que hoy, dos años y medio después, sigue desaparecido".

Los primeros grupos habían llegado a la plaza alrededor de las 15. Clarín recorrió la Plaza desde temprano para preguntarle a los concurrentes dónde los había encontrado el 24 de marzo de 1976.

"Yo estaba en casa recién levantado. Si bien se sabía que algo iba a pasar, no había conciencia del terror que vendría después", afirmó Arturo Marcenal (72).

"Estaba en la casa de una compañera. Era algo que se esperaba y mucha gente pedía, lamentablemente", expresó Eugenia Delgado (59), mientras que Stella Maris Fernández (58) recordó: "Estaba yendo a trabajar cuando me enteré. Lo primero que hice fue volver a ver si mi marido estaba bien".


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Página 12
Una convocatoria que no se achica

Por Luis Bruschtein


El clima mediático creado a partir del protagonismo que se da a los reclamos por la inseguridad y al conflicto con los productores rurales quiere sugerir una especie de cansancio de la sociedad con el tema de los derechos humanos. Muchos de los actores en esas dos cuestiones no han ocultado su antipatía por los juicios a los represores, e incluso algunos han defendido a los genocidas. Sin embargo, y a contrapelo de ese clima preponderante en los medios, si se suman los participantes en los dos actos que se realizaron ayer en Plaza de Mayo por el aniversario del golpe del ’76, más el festival musical del lunes frente a los Tribunales y todos los actos que se hicieron en las principales ciudades del país, podría decirse que la convocatoria popular para esta fecha crece, en vez de achicarse, a medida que pasa el tiempo.

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Para la misma hora que comenzaban a concentrarse las columnas de la marcha convocada por los organismos de derechos humanos se conocía el fallo de la Corte Suprema avalando la condena a Miguel Etchecolatz, el ex jefe de la Bonaerense durante la dictadura. Esa condena incluye la figura de genocidio y la advertencia de que los que cometieron delitos de lesa humanidad deben cumplir sus penas en cárcel común, independientemente de su edad. Algunos de estos puntos formaban parte de los reclamos más importantes sobre derechos humanos planteados en las dos marchas de ayer.

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Las dos marchas fueron bastante heterogéneas. En la primera, convocada por los organismos de derechos humanos, junto con muchas personas que no llegaron encolumnadas, coincidían sectores kirchneristas como el Frente Transversal, de Edgardo de Petri; el Movimiento Evita, de Emilio Pérsico, o La Cámpora, de Juan Cabandié, con sectores críticos no opositores, como Encuentro, de Martín Sabbatella; la CTA, que marchó con Hugo Yasky y Víctor De Gennaro, y el Movimiento Libres del Sur, el Partido Comunista y el Partido Humanista; y otros abiertamente opositores al Gobierno, como Proyecto Sur, de Pino Solanas. Hubo dos agrupamientos que llevaron las banderas rojas del Partido Socialista, el más numeroso, encabezado por Oscar González y Ariel Basteiro, más próximo al kirchnerismo, y uno más reducido del socialismo de la Capital, de Roy Cortina, ubicado en la oposición. También marchó un pequeño grupo que llevaba un cartel que decía “Juventud Radical, somos el juicio a las Juntas”.

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En la cabeza de esta marcha estaban los dirigentes de los organismos de derechos humanos, Madres Línea Fundadora, Abuelas, Familiares, Hijos, Serpaj, CELS y APDH, entre otros. El diputado Juan Carlos Dante Gullo y la titular del Inadi, María José Lubertino, acompañaron a la columna de los organismos de derechos humanos. Otra de las columnas de esta marcha estaba encabezada por Jorge Ceballos, de Libres del Sur, Sabbatella y Yasky. Por lo menos los dos primeros están impulsando una lista independiente en el distrito bonaerense junto con el Partido de la Solidaridad, de Carlos Heller, que competirá con las del Frente para la Victoria.

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Es común que en estos actos se sumen otras experiencias sociales, como los movimientos ecologistas, de los pueblos originarios o de género. Un grupo llevaba un cartel con el rostro de Eva Perón con una máscara antigás, que decía: “No al Ceamse en Ciudad Evita”. También hubo una nutrida agrupación de la Nación Diaguita, que desfiló con la bandera del arco iris haciendo sonar los erques y las cajas. En un corrillo discutían sobre cuál de los carteles exigía “más huevos” para llevarlo en la caminata. Algunos se inclinaban por el de la Juventud Radical, pero la mayoría votaba por un gran cartel que decía: “Putos peronistas, tortas y travestis del pueblo”.

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La confluencia de las dos marchas con poca diferencia de tiempo produjo algún desorden. En el primer acto, los organismos de derechos humanos terminaron de leer su documento cuando muchas columnas todavía no habían ingresado en la Plaza. Entonces subieron al estrado los animadores del acto siguiente, convocado por el Encuentro por la Memoria, Verdad y Justicia y partidos de izquierda, con lo que se mezclaron situaciones. Las columnas iban entrando y en vez de recibirlas, desde los parlantes les pedían que se retiraran. En ese momento recién estaban entrando las columnas de la corriente 26 de Julio, del peronismo revolucionario, las del PC, Libres del Sur y otras más que llegaban hasta la 9 de Julio.

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A pesar de que los actos hayan sido por separado, se supone que las agrupaciones políticas que participaron en ambos coinciden en su repudio a la dictadura y en el reclamo por la vigencia de los derechos humanos. A pesar de los diferentes círculos comunes de los concurrentes a cada acto, también coinciden en la dificultad para traducir esos niveles de identidad en expresiones políticas confluyentes. Pese a su capacidad de movilización, siguen siendo pequeños partidos o agrupamientos que, con pocas excepciones, no alcanzan a lograr representaciones políticas legislativas o electorales importantes. Solamente alcanzan fuerza para promover sus planteos cuando logran coincidencias como la de los actos de ayer.

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En la cabecera de la segunda marcha estuvieron Adriana Calvo, de la Asociación de ex Detenidos-Desaparecidos, y Adolfo Pérez Esquivel. El dirigente del Serpaj fue el único que estuvo en la cabeza de las dos marchas. El grupo de Proyecto Sur también fue el único que participó en los dos actos. En esa cabecera también estuvieron dirigentes de los partidos de izquierda, de la FUBA y de decenas de comisiones de derechos humanos de barrios y centros estudiantiles que integran el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia.

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Para estos partidos de izquierda –PO, MAS, MST, PCR, PTS y otros–, que tras las grandes movilizaciones del 2002 y 2003 quedaron al margen del escenario político ocupado por la confrontación entre el oficialismo y la oposición, el acto por el 24 de marzo constituye la oportunidad de mostrar su fuerza de movilización y llevaron columnas nutridas, aunque menos que en los actos del 2002 y 2003.

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En este espectro, la coincidencia mayor es que todos son opositores al Gobierno, que se llevó el protagonismo central en las consignas de los manifestantes. En la mayoría de los casos las consignas no diferencian al Gobierno de la oposición de derecha y los engloban como un solo cuerpo. Pese a ese pequeño detalle, la puja central del escenario político, entre el Gobierno y esa oposición, se filtra irremediablemente y les genera problemas, como sucedió con el lockout de los productores agropecuarios. Mientras que agrupaciones como el PO, el PTS o el MST lo analizaron como un conflicto interburgués y se corrieron a un costado, otras agrupaciones, como los trotskistas del MAS y los chinoístas del PCR, respaldaron en los hechos los reclamos más retrógrados de la Mesa de Enlace. Los chinoístas incluso sellaron una alianza con el ala más derechista de la Federación Agraria, expresada por Alfredo De Angelis. En una lógica de izquierdas y derechas, en la práctica se pusieron a la derecha del Gobierno.



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Diario BAE
En Plaza de Mayo, una multitud repudió el golpe de hace 33 años
El reclamo generalizado es que se aceleren los juicios

En todo el país se realizaron ayer actos para repudiar el golpe de Estado que hace 33 años interrumpió la democracia argentina. Los más significativos se efectuaron en la Plaza de Mayo.
A primera hora de la tarde concurrieron varios organismos de derechos humanos y más tarde, sobre las 18, se hicieron presentes organizaciones de izquierda. También hubo actos en varias provincias.

Una multitudinaria columna encabezada por las dirigentes de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Taty Almeida y Nora Cortiñas, avanzó desde Avenida de Mayo y Piedras portando la bandera con las fotos de los 30.000 desaparecidos.
Entre las personalidades políticas que concurrieron, se puede mencionar al premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; el intendente de Morón, Martín Sabbatella; los dirigentes socialistas Ariel Basteiro y Oscar González; la titular del INADI, María José Lubertino, y el kirchnerista Juan Carlos Dante Gullo.

Como no podía ser de otro modo, la demora con que avanzan las causas fue uno de los reclamos de los organismos. En ese sentido, Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, señaló que “los juicios avanzan con lentitud” y “que continúan consagrando la impunidad” de los represores.
En ese sentido, el Centro de Estudios Legales y Sociales, CELS, informó que un total de 1.254 personas, entre civiles y personal de las fuerzas armadas y de seguridad, están involucradas al día de hoy en causas vinculadas con el terrorismo de Estado. Sin embargo, agrega que “poco más del 40 por ciento están procesados y apenas 48 fueron condenados”.

El informe del organismo alerta además que de las 526 personas procesadas, 385 se encuentran detenidos y el resto, 141, espera el juicio en libertad.
Por otro lado, un informe de la Unidad Fiscal de Coordinación y Seguimiento de Causas por Violaciones a los Derechos Humanos da cuenta de que ya fueron procesadas 549 personas por crímenes contra la humanidad durante la dictadura. El informe agrega que esperan sumar un centenar más con la apertura de juicios en cuatro localidades de la provincia de Buenos Aires y en otras diez jurisdicciones.

El documento –que señala al 2008 como la etapa en que más se avanzó en los juicios– indica además que “en muy poco tiempo se contaría con un total de 258 personas en etapa de juicio”, lo que indicaría un avance respecto de las 156 que existen en la actualidad. Además, de estas 101 personas que están en la etapa intermedia del proceso y que en poco tiempo ingresarían a juicio, “81 lo harán por primera vez”.
“La existencia de esta cantidad de procesados es un indicador del avance y el volumen de este proceso general de juzgamiento que revela la dimensión de los juicios orales venideros”, dijo a Télam Pablo Parenti, coordinador de la Unidad Fiscal que dirige Jorge Auat.

CARRERA POR LA MEMORIA.

Unas 1.600 personas participaron ayer de la prueba atlética “Por la Memoria, la Verdad y la Justicia”, que se realizó en Morón por el 33º aniversario del último golpe de Estado.
La carrera, de 10 kilómetros, fue largada por el intendente de la ciudad, Martín Sabbatella, junto a atletas y organismos de derechos humanos. Hubo corredores de entre 17 y 70 años en la competencia, en tanto que la programación también incluyó una charla con el escritor Osvaldo Bayer y un espectáculo de la murga uruguaya Agarrate Catalina.



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Crónica

UN ESTRUENDOSO GRITO CLAMÓ POR JUSTICIA Y TODA LA VERDAD

AL CUMPLIRSE 33 AÑOS DEL GOLPE DEL 76, UNA MULTITUD RECLAMO ACELERAR LOS JUICIOS A REPRESORESY REPUDIO LA PENA DE MUERTE

Plaza de Mayo fue el epicentro de los actos de ayer por el 33° aniversario del golpe de 1976, recordado en todo el país con renovados reclamos de justicia para los verdugos de los desaparecidos.
Bajo la consigna "Juicio y cárcel. común para todos los genocidas". "Aparición con vida de Jorge Julio López y por los 30.000 compañeros detenidos desaparecidos", una multitudinaria columna encabezada por las dirigentes de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Tati Almeida y Nora Cortiñas, avanzó desde Avenida de Mayo y Piedras en dirección a la Plaza portando la bandera con las fotos impresas de los 30.000 detenidos-desaparecidos. Junto a ellas marcharon, entre otros, el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; los dirigentes socialistas Ariel Basteiro y Oscar González; la titular del Inadi, María José Lahertino y el diputado peronista Dante Gallo.
Al llegar a destino, Madres yAbuelas fueron recibidas con el tradicional estribillo: "Madres de la Plaza, el pueblo ¡as abraza".
Abordada allí por medios para opinar sobre eventuales cambios de legislación para combatir la delincuencia, Taty Almeida sostuvo que "repudiamos. a aquel que pide pena de muerte".
"Nosotros pedimos justicia legal, ni a las Medres l a las Abuelas jurase nos ocumó pedir m pena de ole hacen estos iluminados que aparecen ahora", expresó.
Desde el Festival de la Canción Social en el Espacio para la Memoria Nuestros Hijos, de la ex ESMA, la presidenta de Madres, Hebe de Bonafini, consideró que la jornada de ayer fue "un triunfo en muchos sentidos", a
la vez que exigió celeridad en los juicios.
Participaron también agrupaciones como La Cámpora, Juventud Peronista yFrente Transversal, además de gremios de la CGT y la CTA. Algunos grupos de izquierda causaron pasajera tensión al ponerse a cantar consignas contra el gobierno, lo que estaba al margen del motivo del acto de la Plaza. Inclusive, hubo algunos incidentes durante la desconcentración.
En el acto se dio lectura a un documento reclamando al Poder Judicial que acelere las causas por delitos de lesa' humanidad, aparve de señalar a los "cómplices civiles “de la dictadura militar entre los que se mencionó a grupos económicos y medios de comunicación. Exigieron a la Corte Suprema que vele por "el avance de todas las causas por delitos de lesa humanidad". También pidieron a los poderes del Estado "investigar y castigar con urgencia" a los responsables de la desaparición de Jorge Julio López, el desaparecido testigo del caso Miguel Etchecolatz.
Por último, exigieron la apertura de los archivos dejas Fuerzas Armadas "para saber toda la verdad", porque "si no, los genocidas mantienen sus pactos de silencio".
Como en otros aniversarios del golpe, Encuentro por la Memoria del barrio porteño de San Telmo anoche encendió antorchas debajo de la Autopista 25 de Mayo, donde funcionara el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio "Club Atlético". En el barrio de San Cristóbal, el peronismo homenajeó a uno de sus jóvenes desaparecidos con el descubrimiento de una placa. Fue en la Unidad Básica "La Hora de los Pueblos", donde se recordó al militante Juan José Giménez, desaparecido en diciembre de 1976.
Otro lugar emblemático de la masacre, "La Perla" de Córdoba, fue ayer escenario dé un acto en el que se anunció que estará abierto al público. $e podrán recorrer dependencias donde se torturaba y asesinaba a detenidos. (Pág. 2)







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La Prensa

SE CONMEMORO EL DIA DE LA MEMORIA

A 33 años del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, organismos de derechos humanos, organizaciones políticas, sociales y sindicales realizaron un acto en Plaza de Mayo, en el que se pronunció un fuerte reclamo a la justicia para que se aceleren las causas por delitos de lesa humanidad.
Bajo la consigna "Juicio y cárcel común para todos los genocidas", "Aparición con vida de Jorge Julio López y por los 30 mil compañeros detenidos desparecidos", una multitudinaria columna encabezada por las dirigentes de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Taty Almeida y Nora Cortiñas, avanzó desde Avenida de Mayo y Piedras en dirección a la Plaza de Mayo portando la bandera con las fotos impresas de los 30 mil detenidos-desaparecidos.
De la marcha, precedida por grupos de percusión y de danza afromamericana, participaron entre otros el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; el intendente de Morón, Martín Sabbatella; los dirigentes socialistas, Ariel Basteiro y Oscar González; la titular del Inadi, María Lubertino y el dirigente K, Juan Carlos Dante Gullo.
Al llegar a Plaza de Mayo, las madres y abuelas fueron recibidas con un prolongado aplauso y con el tradicional canto "Madres de la Plaza el pueblo las abraza". Entre los participantes del acto, se encontraban agrupaciones sociales y partidos políticos como La Cámpora, la juventud Peronista, el Frente Transversal, gremios enrolados en la CGT y la CTA, y grupos de izquierda como el PTS, el MAS, PO, el MST y Izquierda Socialista.
Además, Familiares de Detenidos y Desaparecido, Hijos, Serpaj, APDH, CELS y el Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos. También se hizo presente el Partido Socialista porteño, con una columna encabezada por Roy Cortina.
Durante el acto, se dio lectura a un documento de 6 carillas en el que se realizó un fuerte reclamo al Poder Judicial para que acelere las causas por delitos de lesa humanidad, se recordó a los "cómplices civiles" de la dictadura militar entre los que se mencionó a grupos económicos y de medios de comunicación y se exigió cárcel común para "todos los genocidas".
Las referentes de Madres, Taty Almeida, Marta Vázquez, Aidé García Buela y Beatriz Lewing, fueron las encargadas de leer el documento en el que se señaló que los "tres poderes del Estado tienen la responsabilidad de acelerar los procesos que se llevan contra los autores de crímenes de lesa humanidad".
Al Ejecutivo pidieron que asegure que "todas las fiscalías del país cuenten con presupuesto e infraestructura", mientras exigieron al Legislativo que apruebe una "ley de Inhabilitación", para impedir que los responsables de cometer delitos de lesa humanidad ocupen cargos en dependencias del Estado.
Desde un escenario montado cerca de la pirámide en el centro de la plaza, las dirigentes cuestionaron que después de cuatro años de haberse abolidos las leyes de Punto Final y Obediencia Debida "sólo hubo 44 condenas entre los autores de "un plan sistemático de exterminio, hay 526 genocidas que esperan ser juzgados, han muerto 192 y todavía existen 100 prófugos".
Pidieron además que "los tres poderes del Estado se involucren en las condenas" y exigieron "la apertura de todos los archivos de las Fuerzas Armadas y de seguridad para conocer toda la verdad" y "la restitución de la identidad de hijos de desaparecidos". En tanto, exigieron a la Corte Suprema de justicia de la Nación que vele por "el avance de todas las causas por delitos de lesa humanidad", y en ese sentido, exhortaron al Consejo de la Magistratura a que "con celeridad" designe a los jueces que entienden en ese tipo de causas y que controlen su desempeño. ( Pag. 20)

martes, 24 de marzo de 2009

EL PS BONAERENSE EN LA PLAZA DE MAYO

Oscar González en la Plaza de Mayo

"El mejor homenaje a las víctimas de la dictadura es defender al gobierno democrático"


Buenos Aires, 24 de marzo (Télam).- El secretario de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete, Oscar González, afirmó hoy que "la mejor manera de homenajear a las víctimas de la dictadura es apoyar al gobierno nacional", al participar de la marcha a Plaza de Mayo para recordar el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976.

"Siempre el Partido Socialista estuvo aquí y más que nada en este momento", afirmó el dirigente del socialismo bonaerense.

En ese sentido, González expresó que apoyar al gobierno es "el mejor homenaje que podemos hacer a las víctimas de la dictadura en un momento en el que el gobierno popular es hostigado por gente que hostiga, corta rutas y busca el desabastecimiento".

"La mejor manera de apoyar a las víctimas de la dictadura es apoyar las medidas del gobierno popular", señaló González, quien encabezó la numerosa columna con banderas rojas, de la que participaron muchos jóvenes. (Télam).-

Ariel Basteiro:

"Sigue siendo imprescindible el ejercicio constante de la memoria y lucha por la verdad y la justicia"

El Secretario General del PS bonaerense, Ariel Basteiro, opinó hoy que "a pesar de los avances que hemos hecho como sociedad en estos últimos años todavía muchos de los responsables del genocidio siguen caminando libremente por las calles. Por esto la justicia debe comprometerse sin medias tintas en acelerar los juicios y trabajar para que las causas por violaciones a los derechos humanos tengan una resolución lo más pronto posible".

lunes, 23 de marzo de 2009

A 33 AÑOS DEL GOLPE

DECLARACION DEL ENCUENTRO POPULAR RIOJANO

Ya próximos a conmemorar 33 años del golpe cívico militar, desde el EPR nos cabe reflexionar los motivos de ese hecho histórico. Ahora después de tantos años aparecen grupos minoritarios reivindicando el golpe cívico-militar del año 1976; los argumentos son ya conocidos, pero los mas utilizados son: el logro de la paz y el orden social y evitar el avance del marxismo en la Argentina, y si se quiere ser mas específico tomemos la frase del General Jorge Rafael Videla: “…un terrorista no es sólo el portador de una bomba o una pistola, sino también el que difunde ideas contrarias a la civilización cristiana y occidental…”.

La pregunta que cabe es si realmente el objetivo del golpe cívico-militar tuvo algún sentido idealista que justifique su accionar o simplemente persiguió objetivos económicos; las medidas económicas ejecutadas por Alfredo Martínez de Hoz en síntesis fueron:

*Reformas a la Ley de Contrato de Trabajo y eliminación de las convenciones colectivas.
* Establecimiento de una creciente regresividad en el sistema impositivo, mediante el aumento de los impuestos al consumo (IVA, etc.) y la disminución de los impuestos a las ganancias y riqueza.
*Eliminación de las retenciones a las exportaciones agropecuarias y de los subsidios a las exportaciones no tradicionales.
* Progresiva reducción de los aranceles a la importación.
*Apertura total a los capitales extranjeros; reducción de los plazos de entrada y salida de dichos capitales.
* Liberación de los mercados de cambio y financiero.
*Reducción del gasto público a través de la racionalización del empleo y la disminución presupuestaria a la educación y la salud.
* Política de transferencias del Estado hacia los grupos económicos, mediante los mecanismos de estatización de la deuda privada (12.500 millones de dólares)

En lo político social significó:

*La anulación de todos los Derechos Individuales y colectivos.

*Se proscribieron a los partidos políticos, los sindicatos y confederaciones fueron intervenidos, se anularon las comisiones internas de las fabricas, perfectamente acompasado por la desaparición, el asesinato de dirigentes, delegados y militante sindicales.

*Se prohibieron y se cerraron miles de organizaciones populares y las pocas que quedaron fueron sometidos a permanentes acoso hasta su asfixia y extinción.

*Se estableció la tortura, la delación, el asesinato y la desaparición forzada de personas como forma habitual del sistema político instaurado guante esos años, quedando como saldo 30.000 personas desaparecidas.



En La Rioja la situación no fue menos graves, miles de riojanos y riojanas fueron encarcelado/as. 30 personas desaparecidas. La persecución y muerte de Angelleli, los sacerdotes de Chamical y al Laico Pedernera. Asi como la cárcel y cesantías a miles de riojano/as como el simple hecho de “portación de ideas” (según ellos). El ahogo y sometimiento al diario El Independiente, lo que implicó la persecución y cárcel a sus fundadores y al personal de la cooperativa, de igual le ocurrió a la AMP, entre otros tantos.

Reconocemos que des el 2003 a la fecha se ha avanzado y vemos como Videla, Menendez, Astiz, Estrella, Olivera Rovere y otros deben desfilar por los juzgados, en tanto ya otros han sido condenados y deben cumplir cárcel.

Pero hoy a 33 años los personeros de esa dictadura civiles y/ militares siguen ocupando lugares estratégicos en las funciones del estado (ejecutivo, legislativo y judicial).

Son los mismos como Hemmes, en Chamical, que, con el mismo estilo del 76 deja cesante a un funcionario -el compañero socialista Ruben Diaz- por oponerse a una carrera de motos que destrozará el patrimonio arqueológico, flora y fauna del lugar (ley 6509)

Estos señores los podemos encontrar en Organizaciones Civiles, en medios de prensa; claro está, que esta mafia hoy integra la Mesa de Enlace, que disputa el poder al gobierno nacional con paros y cortes de ruta, motivados por un lucro desorbitado, que ponen al país en un serio riesgo social, creando un verdadero caos DESTITUYENTE que somete a los argentinos a nuevas situaciones de degradación y sometimiento.

Por ello desde el EPR repudiamos una vez mas el golpe del 76 e instamos a los riojanos y argentinos a no permitir que situaciones similares que ellos mismos crearon se repitan del mismo modo.

Mesa de Conducción del
Encuentro Popular Riojano

HOMENAJE A NÉSTOR KIRCHNER

Jorge Rivas, entrevistado por Ernesto Tenembaum

ELLOS TIENEN UN PLAN, ¡Y QUÉ PLAN!

La Marcha de la Oposición - Ignacio Copani

TN - Asunción de Jorge Rivas como diputado

AMÉRICA 24 - Rivas jura como diputado

C5N - Rivas jura como diputado

TELENOCHE - Informe sobre la recuperción de Jorge Rivas

Jorge Rivas - Documental sobre su rehabilitación - Gentileza de HadaSoft

OSCAR GONZÁLEZ EN LA CUMBRE DE LÍDERES PROGRESISTAS JUNTO A CFK- Canal 7

OSCAR GONZÁLEZ OPINA SOBRE LA CRISIS ECONÓMICA INTERNACIONAL - Telesur 12/08

EL SOCIALISTA OSCAR GONZÁLEZ OPINA SOBRE LA REESTATIZACIÓN DE LAS JUBILACIONES

Canal 13 - Gustavo Silvestre califica de "vergüenza" el intervencionismo de Giustiniani