BINNER CON CRISTINA

Binner y Tessio visitaron a Cristina en la Rosada
El socialista dijo que Santa Fe “está a disposición del proyecto de crecimiento del país”
Por Rodolfo Montes / La Capital
Fue todo sonrisas. Hermes Binner y Griselda Tessio navegaron plácidamente por los corredores de la vieja Casa Rosada hasta llegar a la oficina que la senadora Cristina Fernández tiene en el primer piso, muy cerca del despacho principal, el que ocupa su marido el presidente. Ingresaron, apenas unos minutos después de la hora pactada, con un regalo en las manos: una caja de alfajores santafesinos que reproduce con precisión el mapa de la bota santafesina.   “Vinimos a poner a Santa Fe a disposición del proyecto de engrandecimiento del país que impulsa la gobierno nacional”, le dijo, sin eufemismos, Binner a Cristina. Y le entregó la caja con forma de bota, repleta de alfajores. “De chica, cuando iba a Santa Fe, siempre comía los alfajores tradicionales de la provincia”, agradeció Cristina, la dueña de casa que no necesitará que le expliquen cómo funcionan las cosas en la Rosada, a partir del 10 de diciembre.   El amistoso trato que se prodigaron mutuamente Cristina, Binner y Tessio, durante unos 45 minutos, fue protocolar, y también político. Por caso, el gobernador entrante, está preocupado por dos rubros productivos clave para la provincia: el lácteo y el cárnico.   Allí Cristina ofreció un anticipo: el gobierno nacional impulsará una concertación productiva provincial para estos rubros —incluyendo empresarios, productores, sindicatos y el Estado—, donde se establezcan dos precios diferenciados según sea el destino, consumo interno o exportación. “El consumo interno estará garantizado con precios razonables acorde a las posibilidades de la gente”, palabras más, palabras menos, dijo Cristina, con el asentimiento de la fórmula santafesina electa.   Eso sí, la palabra “retenciones”, por si acaso, nadie la mencionó durante charla. El proyecto de la Rosada sería posibilitar a los exportadores que obtengan fuertes rentas cuando coloquen sus productos allende los mares, pero a modo de contraprestación, garanticen en el mercado interno un fluido abastecimiento de productos a precios “argentinos”. Todo un desafío que seguramente generará controversias.   La entrevista en el despacho de la hasta ahora senadora en la Rosada fue solicitada por el gobernador electo de Santa Fe. Y fue Binner el encargado de señalarle, con claro énfasis, su “agradecimiento por habernos recibido”. Sin dudas, para el socialista, colocar las cartas personales y comenzar a delinear una agenda de preocupaciones provinciales sobre la mesa de Cristina K, 20 días antes de que asuma como presidenta, abre camino a una relación privilegiada. Sobre todo, cuando a estas horas, otro jefe de un gran distrito —Capital Federal— electo con un millón de votos —Mauricio Macri—, no logra franquear la puerta de la explanada de Rivadavia y Balcarce. Pide y pide audiencia, pero por ahora no le dan.