Recién llegado a Chile, Kirchner reivindicó la figura de Salvador Allende
El Presidente encabezó un acto por los asilados chilenos en la Argentina, a poco de arribar a Santiago junto a Cristina Fernández. “Nunca me voy a poder olvidar el discurso de ese gran patriota cuando se despidió de todos los latinoamericanos”, aseguró. También recordó cómo en sus años de militancia “rescatábamos y traíamos a Río Gallegos” a los exiliados, tras el golpe de Pinochet.
El presidente Néstor Kirchner afirmó este jueves que Argentina y Chile "han estado hermanadas desde siempre", destacó el valor del ex presidente chileno Salvador Allende, y calificó de "terrible" a las dictaduras que sufrieron ambos países, al descubrir una placa en homenaje al asilo brindado por Argentina a los ciudadanos chilenos tras el golpe de Estado el 11 de setiembre de 1973. "Argentinos y chilenos estamos hermanados desde siempre, hermanados en el dolor y en la fe. Yo sé que nuestros compañeros, los militantes de aquí o de allá, los perseguidos, los que no están y recordamos aquí y allá, con el famoso y lamentable Operativo Cóndor, saben que nosotros vamos a estar a la altura de la historia", aseguró Néstor Kirchner. En ese sentido, el mandatario manifestó que "con aciertos y errores, tenemos que contribuir con ese compromiso histórico de un mundo mejor, de un mundo con equidad, con justicia, con respeto a los derechos humanos, que definitivamente fueron las causas que inspiraron las luchas que en aquel momento y desde siempre, de los que pensaron que creían que las cosas se podían cambiar". El presidente Néstor Kirchner ingresó a las 18 a la embajada Argentina, en la ciudad de Santiago de Chile, junto a la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. Además estuvieron presentes el embajador argentino en Chile, Carlos Abihagle; el ex legislador y ex embajador en ese país, Antonio Cafiero; el titular de Anses, Sergio Massa; la legisladora chilena Isabel Allende; y la ministra de Planificación de ese país, Clarisa Hardit, que fue una de tantas personas que fueron asiladas en ese predio que es territorio argentino. Durante su discurso, el presidente señaló que "tuve momentos de profunda emoción cuando hace poco me reuní con hermanos chilenos que cruzaron la frontera a través de Punta Arenas". "Nosotros los militantes de la juventud peronista en aquel momento, éramos los que los rescatábamos y los traíamos para Río Gallegos, donde iniciábamos la tarea de inserción, de cobertura, de respaldo a compañeros militantes de causas nacionales y populares que eran perseguidos por la terrorífica dictadura que encabezada alguien que realmente no quiero nombrar", relató. Kirchner también recordó que entonces "lejos estábamos nosotros de pensar en esos momentos, en 1973, que nos iba a tocar vivir una dictadura tan o más terrible que la que vivieron los hermanos chilenos en esta querida Nación". Asimismo, el mandatario argentino mencionó que el miércoles y junto a la presidenta electa Cristina Fernández inauguró el Espacio de la Memoria en Argentina, donde dijo que "30 mil hermanos compañeros argentinos están allí desaparecidos, vilmente torturados o asesinados por la dictadura que nos tocó vivir". "Yo recuerdo los momentos del golpe en Chile y nunca me voy a olvidar el discurso de ese gran patriota latinoamericano, de ese gran presidente Salvador Allende, cuando en un acto de extremo valor y extrema responsabilidad, y de una clara conciencia de lo que estaba en juego, se despedía de su pueblo y de todos los latinoamericanos", manifestó. Y resumió que, desde entonces, "seguimos creyendo que podemos construir una patria que nos albergue a todos, seguimos creyendo en los derechos humanos, en la equidad, en la justa distribución del ingreso, y en esas banderas que nos llevaron a incorporarnos a la política porque creíamos y creemos que este mundo se puede cambiar". "No nos tiene que conformar por la memoria de ellos y el sufrimiento de nuestros hermanos, los discursos globalizantes", advirtió Kirchner y aclaró que "no nos tienen que ver como una dirigencia resignada que esto es así porque no hay otra forma de gobernar tal como nos sucedió en la década de los 90". Además, el presidente manifestó "me siento honrado que la embajada Argentina haya servido para tan noble fin, pero también nos tiene que hacer sentir esto más unidos, más juntos y solidarios que nunca". "Entender que las palabras de San Martín, de O`Higgins, de Bolívar, y de Artigas no pueden quedar en el olvido, tienen que guiar nuestro accionar, como la actuaciones de líderes contemporáneos como Salvador Allende, como el general Juan Perón, Eva Perón y tantos otros", señaló. Finalmente, Kirchner dijo que "tenemos que recordar estas derrotas, estos sufrimientos que les tocó vivir a nuestros pueblos, para construir el espacio que nuestras sociedades merecen". También, el presidente contó que sintió mucha "emoción" por la carta que el escritor argentino-chileno Ariel Dorfman, que estuvo asilado allí, le envió por este acto al embajador argentino. "Para mí habitar ese pedacito de territorio Argentino en medio de la tragedia chilena, fue algo muy especial", dice uno de los primeros párrafos de la misiva. Y el escritor agregó: "Nacido en la Argentina yo había optado después de una vida errante por la ciudadanía chilena, y el ingreso a esta embajada fue como un retorno al hogar que me dio la luz por primera vez, que me dio este idioma glorioso con que tratamos de derrotar a la muerte y también una reafirmación de nuestro destino común latinoamericano". Previo al discurso, el presidente Néstor Kirchner y el canciller chileno, Alejandro Foxley, descubrieron una placa que dice: "En este predio donde funciona la residencia del embajador se asilaron durante varios meses centenares de ciudadanos chilenos y de otros países que fueron víctimas de la persecución política a partir del golpe de estado del 11 de septiembre de 1973 contra el gobierno democrático del señor presidente Salvador Allende"."Conmemoramos aquellas jornadas reivindicando el compromiso de los pueblos chileno y argentino por al defensa de los valores, de la solidaridad, la democracia, la libertad y el respeto a los derechos humanos", concluye el texto de la placa que lleva la firma del presidente Néstor Kirchner. Abiahgle dijo que "Chile y Argentina transitan el camino de la solidaridad y la colaboración. Este encuentro debe entenderse como una invitación a renovar la esperanza". Por su parte, Foxley destacó que "queremos hoy día registrar el profundo agradecimiento de los chilenos a este pueblo hermano que nos tendió una mano en un momento tan difícil". "Más allá de reconocer a los gobernantes nacionales también debo remarcar a los funcionarios valientes que se atrevieron aquí a poner los derechos humanos y el respeto a la vida por delante del miedo", concluyó el canciller chileno. El número de asilados en la embajada Argentina llegó a superar las 850 personas en los primeros meses de 1974.