lunes, 30 de junio de 2008

Lágrimas de cocodrilo en el campo


Descontadas las retenciones, el productor recibe por la soja más que en diciembre.


Los empresarios dicen que su rentabilidad está en riesgo, pero el precio de los granos y de los campos lo desmienten. El debate parlamentario es una buena excusa para repasar esas cifras que durante el conflicto siguieron mejorando.
Por Fernando Krakowiak.

La soja está cerca de alcanzar la marca de 600 dólares por tonelada en el mercado internacional.

Dicen que su rentabilidad está en riesgo y lo repiten cada vez que tienen la oportunidad. Su discurso apunta a reforzar el imaginario del chacarero que trabaja de sol a sol para ganarse el pan con el sudor de su frente. Por eso se comparan con los campesinos que protagonizaron el Grito de Alcorta, a principios del siglo XX, y cada vez que realizan una manifestación sacan a relucir los tractores viejos que adornan sus chacras. Sin embargo, los empresarios que durante los últimos tres meses cortaron rutas no defienden su supervivencia como actor económico sino una renta extraordinaria que queda en evidencia en la cotización record de los granos y el espectacular precio de sus campos. El debate parlamentario sobre las retenciones es una buena excusa para repasar esos números que siguieron mejorando durante el conflicto.

Según datos de la Secretaría de Agricultura, el viernes pasado la tonelada de soja, una vez descontadas las retenciones y los gastos de exportación, cotizó en los puertos argentinos a 972 pesos. El 28 de diciembre, en cambio, el precio era de 926 pesos. Eso significa que, pese al aumento de las retenciones, el productor recibe hoy un 5 por ciento más que a fin de año. Si se compara con principios de octubre, cuando los empresarios tomaron la decisión de invertir en la nueva campaña, la suba es del 16 por ciento (de 837 a 972 pesos). En el caso del girasol, la situación es similar: en diciembre del año pasado, el precio de la tonelada, una vez descontadas las retenciones, era de 1142 pesos y el viernes cerró a 1252 pesos (9,6 por ciento).

Como las estadísticas dejan en evidencia que, pese al aumento de las retenciones, los ingresos del complejo agroindustrial siguieron mejorando, las entidades que representan a los productores dicen que el problema es la suba de los costos (semillas, fertilizantes, etc.), los cuales supuestamente horadaron la rentabilidad del sector. Sin embargo, según cifras de la Compañía Argentina de Tierras, la inmobiliaria más grande del país dedicada al sector agropecuario, el valor de los campos siguió subiendo en los primeros cinco meses del año. Ese dato contradice el argumento de los dirigentes del agro, pues si el precio de la tierra aumentó es porque la demanda creció y si la demanda creció es porque la rentabilidad actual y la proyectada son muy tentadoras. Lo que sigue es un detalle de cuánto valen los campos en la provincia de Buenos Aires, información disponible en la página web www.cdaetierras.com.ar:

- En la zona tradicionalmente maicera de Pergamino, Rojas y Salto la hectárea se vende actualmente, en pleno conflicto por las retenciones, a la friolera de 11.000 dólares, un 10 por ciento más que en diciembre de 2007, un 100 por ciento más que el promedio de los últimos diez años y un 340 por ciento más que el piso registrado en junio de 2002.

- En los campos trigueros de Tres Arroyos, San Cayetano y Necochea la hectárea cotiza a 5000 dólares, un 11 por ciento más que a fines del año pasado, un 150 por ciento más que el promedio de los diez últimos años y un 525 por ciento más que en junio de 2002.

- En los campos mixtos de Bragado, 9 de Julio, Viamonte, Lincoln, la hectárea trepó a 7500 dólares, 7 por ciento más que en diciembre, 135 por ciento más que el promedio de la última década y 400 por ciento más que en junio de 2002.

El boom también abarca a zonas ganaderas que, según las entidades rurales, están siendo “castigadas” por la política oficial:

- El valor de la tierra en Tapalqué, Rauch, Maipú y Dolores, localidades tradicionalmente dedicadas a la cría de ganado, llega a 1900 dólares por hectárea, 11,8 por ciento más que en diciembre de 2007, 138 por ciento más que el promedio de los últimos diez años y 533 por ciento más que en junio de 2002, cuando la hectárea se conseguía a 300 dólares.

- En la zona de invernada de Trenque Lauquen, Villegas y Rivadavia la hectárea cuesta 6000 dólares, 15 por ciento más que en diciembre, 150 por ciento más que el promedio registrado desde junio de 1998 y 500 por ciento más que en junio de 2002.

Los números son contundentes y demuestran que la actividad agropecuaria no sólo es un buen negocio para los pools de siembra, pues un pequeño productor que posee, por ejemplo, 150 hectáreas en Pergamino está parado sobre un capital de 1.650.000 dólares y esa cotización sólo es posible de explicar por los negocios que esa tierra genera.

Cuando los medios de comunicación difunden estas cifras, lo cual no sucede muy seguido, para beneplácito de los empresarios, las entidades del agro remarcan que las tierras de la provincia de Buenos Aires tienen una calidad superior a las del resto del país. Sin embargo, el rendimiento por hectárea no muestra grandes diferencias por región. Según datos de la Secretaría de Agricultura, en la campaña 2005/2006 el rinde promedio de quienes produjeron soja en Buenos Aires fue de 2,87 toneladas por hectárea, mientras que, por ejemplo, en el departamento salteño de General San Martín fue de 2,75, en la localidad santiagueña de Alberdi fue de 2,3 y en la entrerriana Gualeguaychú fue de 2,35 toneladas por hectárea. En esas zonas marginales los que están en una situación económica delicada no son justamente quienes plantan soja y cortan rutas sino los pequeños campesinos que fueron desplazados por los sojeros.

Durante las últimas semanas, algunos analistas plantearon, por ingenuidad o conveniencia, que la disputa que está llevando adelante el Gobierno no se justifica si se toma en cuenta que con este aumento de las retenciones “apenas” tenían previsto recaudar 1500 millones de dólares adicionales. Sin embargo, lo que está en juego no sólo es la renta extraordinaria de este año sino la que se espera para las próximas cosechas. La demanda creciente de granos para alimentos y combustibles, potenciada por la especulación financiera global, hace prever un escenario de expansión sólo comparable con lo ocurrido entre fines del siglo XIX y comienzos del XX. De hecho, en marzo parecía ciencia ficción que la tonelada de soja llegara a cotizar a 600 dólares en el mercado internacional y ahora está a punto de alcanzar esa marca. Esta semana los diputados no van a discutir el futuro de los pequeños y medianos agricultores, por los cuales ahora todos parecen preocuparse, sino el derecho del Estado para apropiarse de esa renta extraordinaria en nombre del conjunto de la sociedad.

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domingo, 29 de junio de 2008

CARTA DE ALEJANDRO ROFMAN


Compañeros:


Es realmente cierto que la diputada de nuestro Partido Laura Sesma apoya en nombre del bloque una resolución conjunta con herederos de la Dictadura,entre otros, para derogar la resolucion 125, con el pretexto de que son "confiscatorias" las retenciones móviles

¿No les sorprende que hasta ahora los empresarios rurales( del segmento más rico de la Argentina) no han presentado ni una sola cuenta cultural o un detalle de ingresos y egresos de los productores sojeros de la tierra pampeana acerca de sus verdaderas utilidades? NUNCA PUBLICARON UN SOLO CUADRO DEMOSTRATIVO DE LA SUPUESTA CONFISCACION.

Cualquier persona medianamente culta sabe que más del 33 % de las ganancias peude ser tildado de consfiscacion pero este no es el caso. Es una detracción realizada a los ingresos.
Tengo numerosos testimonios muy bien preparados.entre ellos de dos profesoras de la U.N. de ROSARIO.- que son concluyentes acerca de la excelente rentabilidad de la pequeña producción sojera en el sur de Santa Fe.Es increible como se habla sin saber.
Más aún.Está claro que si la soja valía en el 2001 200 pesos o dolares la tonelada y luego se devaluó l peso de 1 a 3, el ingreso creció a a 600 pesos. Pero la soja vale ahora 570 dolares la tonelada y el ingreso se elevó a 1.710 ,pesos antes pagar las retenciones. OCHO VECES Y MEDIO MAS QUE EN EL AÑO 2001!! Me dicen quien tiene la fortuna que sus ingresos en pesos se hayan elevado en esa magnitud? Al menos no yo,pues mi jubilacion era de 1.300 pesos en esa época ( el 2001 cuando ganaba como investigador del CONICET en actividad 3.000 pesos) y ahora no llega a los 2.000.

Los productores sojeros aunque hayan tenido aumentos de costos de produccion en fertilizantes( nunca del 800 %) han soportado alzas de salarios y otros insumos que no llegan al 150 %. La renta extraordinaria acumulada es insólita solo comparable a la de las empresas petroleras,pero éstas tienen una retención a las exportaciones altísimo pues el barril de petroleo se vende a más de 130 dolares al exterior pero no pueden recibir más que 42 dolares por el mismo.
¡ Cómo, entonces, unirse con lo más retrógrado de la politica argentina, con la derecha del PRO y la coalición Cívica apoyando argumentos no comprobados con números sino sólo con simples palabras efectistas.
Confio en que primará la sensatez y se desmentirá lo afirmado por el diario La Nacion en su edicion de hoy.

Dicho sea de paso el PS tiene especialistas en esta materia muy valiosos a los cuales nadie los consultó sino que lo ignoró y sostiene posturas que no se condicen con los números reales ni con sus antecedentes históricos.
Fraternalmente,
Alejandro Rofman

LOS VERDADEROS PEQUEÑOS PRODUCTORES

POR DIFERENCIAS CON LA CONDUCCION, SE FUE UN DIRIGENTE HISTORICO

La Federación Agraria se desgaja

Pedro Cerviño era hasta la semana pasada el jefe del Departamento de Desarrollo Rural de la entidad que encabeza Eduardo Buzzi. Es una figura emblemática del modelo de agricultura familiar, opuesto al monocultivo. Sus razones y quiénes lo siguen.

Por David Cufré

“La Mesa de Enlace no representa al pequeño productor”, afirma Cerviño.

“Hay momentos donde los objetivos ya no son los mismos”, se lamenta Pedro Cerviño, un “cuadro” histórico de la Federación Agraria que acaba de dejar su puesto como jefe del Departamento de Desarrollo Rural de la entidad. “Fue de común acuerdo”, asegura el dirigente. Cerviño llevaba al seno de la cámara que conduce Eduardo Buzzi la voz de los pequeños campesinos que no participan de la fiesta de la soja, sino más bien la padecen. Productores de cinco, diez o veinte hectáreas que se dedican al cultivo de maíces, porotos, hortalizas, batata, calabaza y zapallo, entre otros, y a la cría de llamas, ovejas, cabras, chanchos, pollos y vacas lecheras. Su vida y su cultura se encuentran atadas a la producción de alimentos. Pero están en competencia directa con el modelo de agronegocios reinante, que los desplaza para ocupar sus tierras con soja. Las autoridades de Federación Agraria eligieron unirse a Sociedad Rural y dar la pelea por quienes están volcados de lleno al monocultivo. Eso les está provocando el desgajamiento de sus bases ligadas a la agricultura familiar y de figuras como Cerviño.

“La Mesa de Enlace no representa a los pequeños productores. Sólo atiende sus intereses”, sentenció Cerviño en diálogo con PáginaI12. “No puede representarnos porque defendemos modelos de desarrollo agropecuario distintos. No tenemos nada que ver con Sociedad Rural y Confederaciones Rurales”, insistió.

–¿Cómo quedó su relación con Federación Agraria?

–Nuestros objetivos ya no son los mismos. En el pasado hemos coincidido y otras veces disentimos. No voy a hablar mal de nadie. Cada uno debe actuar de la manera que lo crea mejor.

Cerviño comprobó la diferencia de estar de un lado o del otro. Fue el último martes en el Congreso. Diputados de Coalición Cívica, PRO y el radicalismo se sumaron al coro de productores sojeros que les gritaban a él y a otros representantes del Foro Nacional de Agricultura Familiar (Fonas) para que se callaran y dejaran que las comisiones de Agricultura y Presupuesto se ocuparan sólo de la Resolución 125 de retenciones móviles. No tuvieron la oportunidad de exponer su problemática y sus reclamos al Gobierno como lo habían hecho un día antes –con un silencio reverencial de los diputados– los presidentes de las cuatro entidades ruralistas y Alfredo De Angeli.

Lo que tenían para decir, cuenta Cerviño, es que las retenciones móviles actúan como un freno a la sojización, sobre todo en las provincias del norte argentino y en regiones y campos donde sería más rentable social y económicamente volcarse a la producción de alimentos. Pero también que el incremento en los derechos de exportación a la soja no resuelve todo el problema ni mucho menos, sino que se requiere que el Estado lleve a la práctica una política muy activa de incentivo de otras producciones. “Es la forma de garantizar la soberanía alimentaria”, opina el dirigente, quien fue al Parlamento en su condición de coordinador nacional del Fonas. Esta entidad agrupa a unas 300 organizaciones de todo el país de “pequeños productores, minifundistas, chacareros, colonos, medieros y comunidades de pueblos originarios”, como ellos mismos se definen.

Entre ellas figuran el Mocafor (Movimiento Campesino de Formosa), una de las líneas del Mocase (de Santiago del Estero), Cirujas (de La Matanza, en el conurbano bonaerense) y el MAN (Movimiento Agrario de Misiones). Esta última entidad es asociada a Federación Agraria y también se encuentra en conflicto con Buzzi y compañía. De Angeli los descalificó semanas atrás, cuando dijo que se oponían al lockout de las cuatro entidades porque el Gobierno les ofreció ayuda. “No sé qué les ofrecieron y se fueron con ellos”, atacó. “Un arrendatario de 650 hectáreas en Entre Ríos no es un pequeño productor”, le devolvió Benigno López, titular de Mocafor.

“Las retenciones móviles son necesarias para frenar el avance de la soja. No tiene sentido que se la siembre en provincias como Chaco, Salta, Santiago del Estero, Catamarca y La Rioja, con bajísimos rindes. Y encima se quejan. En esa zona debería haber producción animal y alimentos para el consumo”, explicó Cerviño. Pero agregó que al mismo tiempo se requiere de una batería de incentivos públicos a la agricultura familiar. “Hacen falta políticas de infraestructura, de salud, de vivienda, de educación y de inversión para agregar valor”, detalló. Por ejemplo, dijo, habría que desarrollar una red de pequeños frigoríficos estatales para que los productores de llamas, cabras o corderos puedan faenarlos allí y no entregarlos a intermediarios a precios de remate.

“No queremos que los productores faenen en el fondo de su casa en condiciones antihigiénicas, sino que tengan un lugar adonde hacer chacinados, carne envasada y demás productos con valor agregado”, graficó Cerviño. “Necesitamos plantas de transformación para que el productor en lugar de vender aceitunas a granel comercialice aceite de oliva, o para transformar la harina en trigo, para disecar y empacar hortalizas. Plantas procesadoras para seleccionar y fraccionar. Todos estos procesos son indispensables para frenar el avance de la soja”, completó.

Cerviño no encontró espacio para seguir con esa prédica desde Federación Agraria. “Nosotros representamos el 70 por ciento de unidades agropecuarias del país, según datos del último Censo Nacional Agropecuario. La agricultura familiar maneja el 13,5 por ciento de toda la superficie cultivada de la Argentina, y genera el 20 por ciento del producto agrario. No se puede discutir que somos un sector más eficiente que el de agronegocios para la exportación de commodities”, desafió.

El dirigente reivindicó el trabajo de los últimos cuatro años. “El Fonas se fue organizando desde las sombras y ya logramos que la Secretaría de Agricultura nos reconozca como un espacio de diálogo y concertación de políticas, a través de una resolución de diciembre de 2005. También conseguimos que el Gobierno anunciara la creación de la Subsecretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, para la que estamos pidiendo una asignación de recursos de 1500 a 2000 millones de pesos para encarar las inversiones que necesita la agricultura familiar. Y logramos la creación de un registro nacional de agricultores familiares que debería habilitar políticas diferenciadas para el sector”, puntualizó.

sábado, 28 de junio de 2008

PARA ENTENDER EL CONFLICTO DEL "CAMPO"

Y todavía falta lo mejor

Los precios de los alimentos se han constituido en el principal problema económico mundial. Argentina se halla frente a una perspectiva alentadora: el acceso constante a un flujo creciente de divisas de exportación por commodities agropecuarios. La fabulosa perspectiva internacional revela que la violenta puja gatillada por las retenciones móviles no es sólo por la renta extraordinaria presente sino, fundamentalmente, por la apropiación de la futura, que se estima aún más elevada.

Por Claudio Scaletta

Luego de 101 días de conflicto, parece innecesario precisar que la reacción política de los terratenientes de la Pampa Húmeda tiene un sustrato esencialmente económico. La puja, sin embargo, no es por el presente.
Bloque

La devaluación catalizó algunas fuerzas que comenzaron a consolidarse en los noventa y a partir de 2002 cristalizaron en un nuevo bloque de poder agroexportador: un complejo entramado que en la cúspide se integra por las grandes firmas comercializadoras, como Cargill y Dreyfus, y las grandes multinacionales proveedoras de insumos y tecnología, como Monsanto y Syngenta.

En su base se halla una heterogénea constelación de productores primarios, otro universo complejo en el que, cuando se habla de superficies cultivadas de cereales y oleaginosas, conviven pocos pequeños productores con predominancia de medianos y grandes terratenientes, productores directos y rentistas.

También diversas figuras de fondos de inversión agrarios, como los pools de siembra, y múltiples empresas de servicios que trabajan tierras propias suman arriendos de terceros y venden know how, como Los Grobo.

A este entramado base se suman los restantes complejos agroindustriales alimentarios, como la industria aceitera, exportadora de aceites y harinas proteicas, y los complejos de lácteos, carnes y frutas, entre otros.

De todas maneras, los sectores vinculados a la matriz insumo-producto del “campo” son muchos más, desde la industria de la maquinaria agrícola y el transporte a los medios de comunicación.

Así como la torta publicitaria de los ‘90 era liderada por el sector financiero y las empresas de servicios privatizadas, en la actualidad el lugar es ocupado por las firmas del complejo agroexportador.

La amplia extensión del bloque no quita que la porción más comprometida por las retenciones móviles sea la de la producción primaria de oleaginosas, cuyos actores y empleados se erigieron en protagonistas exclusivos de los piquetes de otoño.

A pesar de su disgusto con las retenciones, el bloque fue parcialmente representado por la actual administración del Estado. Así lo indica el desglose de los últimos resultados electorales. También la existencia de áreas intocables, como los “mercados imperfectos” conformados por las firmas que intermedian la exportación.

Desde el 11 de marzo, sin embargo, el escenario de representación parece haber cambiado radicalmente hasta el denunciado punto de poner en juego la estabilidad de las instituciones democráticas. Cuando se miran los números instantáneos, la reacción no es fácil de explicar. Si se analiza sólo el precio del commodity estrella, la soja, se observa que sólo en lo que va del año su cotización por tonelada aumentó en alrededor de 100 dólares.

Los mayores precios, como sucedió una y otra vez con cada aumento de la alícuota del arancel externo, compensaron con creces el mayor tributo. A pesar de las retenciones móviles, los terratenientes pampeanos reciben actualmente más por su soja que lo que esperaban recibir al momento de plantar. El dato, bastante concreto, debería ser más que suficiente para quitarle sustentación a la desestabilización campera. Pero hay más.
Instante y futuro

El reclamo duro por la renta sojera fue mediatizado como la defensa del federalismo y las necesidades de los “pequeños productores”. La facultad del Poder Ejecutivo de fijar los aranceles del comercio exterior fue asociada con autoritarismo presidencial. Se trató de verdaderos aciertos instrumentales de la dirigencia agraria. Prensa mediante –recuérdese la composición de la torta publicitaria–, el mensaje llegó a la tribuna. Vale reconocer que, al menos inicialmente, quienes administran la cosa pública hicieron poco por explicarse.

En el intento de aplacar una reacción de virulencia tan inesperada como histórica, el Gobierno sumó concesiones.

En materia de “federalismo” decidió subsidiar el combustible para la producción más alejada de los puertos litoraleños, un refuerzo al subsidio generalizado ya existente en el precio del gasoil.

Para los “pequeños productores” se establecieron compensaciones que licuaron las mayores alícuotas. También se otorgó una inequitativa refinanciación de deudas remanentes con el Banco Nación, jubileo del que no se beneficiaron otros sectores más necesitados.

Contra la acusación de “medida fiscalista” se anunció la creación de un fondo de asignación específica para el excedente que se recaude.

Versus la facultad del Ejecutivo para arancelar el comercio exterior se decidió enviar al Congreso las retenciones móviles, cuya derogación ya fue rechazada por la Cámara de Diputados el 27 de marzo.

Despojado de sus atavíos demagógicos, el reclamo por la renta sojera debería estar desnudo. Nada de eso. El bloque agroexportador se propone ahora discutir el modelo económico; no la renta instantánea, sino la futura.
Revoluciones

Si en vez del ombligo local se mira el mundo, se encontrará que los precios de los alimentos son “el problema” económico global, casi el tema de moda de los organismos internacionales, desde el FMI al Banco Mundial y la ONU.

La clave de este proceso es conocida. Su esencia es cuantitativa –la población mundial crece– pero especialmente cualitativa: grandes regiones del planeta, entre las que se destacan China e India, experimentan verdaderas revoluciones industriales y, en consecuencia, desplazamientos de población del campo a las ciudades, nueva urbanización y nuevas burguesías con mayores ingresos.

En la última década millones de personas transformaron sus pautas de consumo demandando mayores proteínas animales: más carnes blancas y rojas, más lácteos, más frutas, más “residuos” de la industria sojera para alimento animal.

La situación se potenció en el último lustro con la demanda de cereales y oleaginosas para destinos extra-alimentarios: los biocombustibles.

El actual modo de producción demostró una y otra vez su capacidad para romper con las restricciones malthusianas. En las próximas décadas se asistirá seguramente a una nueva revolución agrícola de proporciones creada y retroalimentada por la explosión de la demanda. Pero en el corto y mediano plazo el ajuste operará primero vía precios, como ya lo indica la inflación mundial, de la que Argentina tampoco escapa.
Valorización

Que el capitalismo se encuentre en el apogeo de su etapa financiera significa que inmensas masas de capital surcan el planeta en busca de valorización. Las crisis de los mercados hipotecarios de Estados Unidos y Europa suponen para estos capitales un relajamiento del refugio inmobiliario. Crisis como la de Argentina en 2001 también fueron alarmantes para la especulación con los bonos soberanos de los llamados mercados emergentes. Frente a las señales reales de precios y rentabilidad, las ingentes masas de capital financiero buscaron otro refugio y se desplazaron hacia los commodities.

El proceso comienza siempre por la economía real. En este caso el incremento de la demanda de commodities, no sólo alimentarios, por las revoluciones industriales asiáticas, se traduce en escasez emergente que ajusta vía precios. Advertido de la tendencia, el capital financiero fluye a los mercados de commodities, los retroalimenta y se valoriza. Lo que sucede en los mercados del petróleo, los cereales y las oleaginosas es paradigmático.

En términos sistémicos, la mayor presión sobre la demanda también direcciona capitales al aumento de la oferta. El detalle, en todo caso, es que buena parte del costo de dicha valorización recae en quienes pagan más por los commodities.
Regreso a casa

Como lo grafica por el lado de la escasez la situación de Bangladesh en la reciente crisis de los precios mundiales del arroz, que saltó de 400 a más de 1000 dólares la tonelada impidiendo que el país asiático reponga sus stocks de este cereal, el nuevo escenario global tiene ganadores y perdedores.

Del lado de los primeros, el de la abundancia, se encuentran los países capaces de proveer al mundo con commodities. Argentina, efectivamente, se halla frente a una oportunidad histórica: la perspectiva de un acceso constante a un flujo creciente de divisas de exportación.

Pero decir que es “Argentina” quien posee la oportunidad es referir a un universo indeterminado. En concreto: la oportunidad puede ser para la mayoría de la población del país sobre la base de un modelo de desarrollo inclusivo o sólo para el bloque que hoy intenta identificarse, tanto en los símbolos como en su voluntad de apropiación de rentas extraordinarias, con “la patria”. Bloque cuya propuesta de desarrollo se limita a la nunca validada teoría del derrame.

Aunque el grueso de los productores primarios rechace el término, incluso con virulencia, lo que está en juego es, efectivamente, el acceso a la totalidad de una “renta extraordinaria”.

El carácter tanto de “renta” como de “extraordinaria” deviene de que los mayores ingresos implícitos en los altos precios no son el resultado de una mayor valorización en el proceso productivo, consecuencia por ejemplo de la mayor inversión o de saltos cualitativos en la productividad. Si así fuese, se estaría frente a un ejemplo de ganancia capitalista, punto que nadie cuestiona. El diferencial surge, en cambio, de un dato completamente externo a la producción: la escasez por mayor demanda potenciada por la especulación financiera global.

La pelea, entonces, no es por la renta presente, sino por la apropiación de la renta futura. La forma en que se asigne esta renta extraordinaria determinará el modelo de país en el que vivirán las próximas generaciones.



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miércoles, 25 de junio de 2008

FEDERACION AGRARIA. LO QUE FUISTE Y LO QUE SOS

La estructura social del campo en el momento en que se desata la rebelión de 1912, estaba integrada por terratenientes, arrendatarios y subarrendatarios. Estos últimos se encontraban sometidos a los terratenientes a través de contratos leoninos que establecían, entre otras cosas, rentas impagables y la obligación de comprar herramientas e insumos a quien el terrateniente mandare, e imponían al colono las responsabilidades de una mala cosecha. Se llegó a un punto en que, por más que el colono trabajara de sol a sol y por buena que fuera la cosecha, al final de ésta no le quedaba ni lo más elemental para subsistir. El estudio de Juan Bialet Massé sobre "La condición de las clases trabajadoras", de 1901, es una radiografía clara del tratamiento infrahumano que recibían los colonos.
Un poco de historia

El proceso que desembocó en el Grito de Alcorta fue muy complejo, la mayoría de los arrendatarios y medieros eran extranjeros (en algunas zonas llegaban al 80%), y en el campo primaba el individualismo y la desconfianza, lo que dificultaba la organización gremial. A su vez la Ley de Residencia, que permitía la deportación de extranjeros, causaba mucho temor. A pesar de esto, a principios de 1912 los chacareros organizaron sus primeras reuniones, ayudados por los sindicatos de estibadores y oficios varios, los Centros de Estudios Sociales dirigidos por los anarquistas y los braceros (“linyeras”), que tenían una gran tradición de lucha.

El detonante del Grito de Alcorta fue la formidable cosecha de 1912, al comprobar los chacareros que luego de pagar las deudas nada quedaba para ellos.

El 25, el día clave

El 25 de junio de 1912 se realizó una asamblea en la Sociedad Italiana de Alcorta, de la que participaron alrededor de 300 agricultores y entre manifestaciones combativas se declaró la huelga por tiempo indeterminado, hasta conseguir, entre otras reivindicaciones, “1) rebaja general de los arrendamientos y aparcerías; 2) entregar en las aparcerías el producto en parva o troje, como salga; 3) contratos por un plazo mínimo de 4 años”.

La convocatoria había surgido de los campesinos de Alcorta, encabezados por Francisco Bulzani, quienes contaban con el aval de los parrocos de esa localidad y de la localidad vecina de Máximo Paz, los hermanos José y Pascual Netri y de los comerciantes de la zona. El abogado Francisco Netri, hermano de los párrocos y uno de los protagonistas, tuvo un papel destacado en la asamblea y fue quien enfatizó que los chacareros debían “constituir su organización gremial autónoma”.

A medida que se avanzó en la huelga, se fue avanzando también en su organización, y tomó fuerza la idea de constituir una organización central de chacareros. Fue así como el 15 de agosto de 1912, en la Sociedad Italiana de Rosario, se fundó la Federación Agraria Argentina.

La respuesta de los terratenientes y las fuerzas represivas no se hizo esperar, motivo por el cual los huelguistas tuvieron sus primeras víctimas. En un acto realizado en la localidad de Firmat fueron asesinados los dirigentes agrarios anarquistas Francisco Mena y Eduardo Barros, mientras en la ciudad de Rosario era fusilado Francisco Netri.

A pesar del violento accionar de los terratenientes, los huelguistas fueron logrando cada vez más adhesiones. Al apoyo inicial de los anarquistas y socialistas, de los curas y los pequeños comerciantes, fueron sumándose los profesionales y amplios sectores populares. Ante el temor de tener que afrontar grandes pérdidas económicas, los terratenientes fueron cediendo lentamente y hacia mediados de 1913 la inmensa mayoría de los arrendatarios habían logrado una importante rebaja de los arrendamientos. De todos modos, la oligarquía logró mantener cláusulas leoninas en los contratos, que imponían restricciones a la libertad de comprar y vender.

El Grito de Alcorta, si bien no modificó sustancialmente la estructura agraria, favoreció el surgimiento de organizaciones campesinas en otros lugares del país, como la Liga agraria de Bahía Blanca y la Liga Agraria de La Pampa, las que participaron junto a la FAA de un congreso nacional campesino donde, además de los reclamos puntuales a los terratenientes y comerciantes, se reivindicaron los postulados de la Revolución Mexicana encabezada por Emiliano Zapata. Por primera vez en Argentina se enarboló el principio de que “...la tierra debe pertenecer en propiedad del que la trabaja...”.

domingo, 22 de junio de 2008

TODO ESTA MUY TRANSVERSAL...

SANTA FE :LAS COINCIDENCIAS POR EL CAMPO ENTRE BINNER Y REUTEMANN SE VEN EN LA LEGISLATURA.


Los diputados provinciales del socialismo y los que responden al Lole votaron juntos una resolución en la que se exhorta a los legisladores nacionales por Santa Fe, a votar para la eliminación de las retenciones móviles para el agro.

Por Juan Carlos Tizziani / Desde Santa Fe

El alineamiento de Hermes Binner y Carlos Reutemann en el conflicto con el campo volvió a quedar a la vista en la Legislatura, donde los diputados que responden a uno y otro aprobaron sobre tablas una resolución que exhorta a los 22 legisladores nacionales de Santa Fe -entre ellos el propio Lole- a eliminar las retenciones móviles al agro, lo que significaría aceptar las demandas de las cámaras empresarias y rechazar el mensaje de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el Congreso. El instructivo político -que no tiene muchos antecedentes en la provincia- provocó otro remezón en el Frente Progresista que llegó hasta el mismo recinto de la Cámara baja: tres diputados del ARI autónomo: Antonio Riestra, José Tessa y Alicia Gutiérrez y su colega Marcelo Brignoni del partido del intendente de Morón, Martín Sabatella, se negaron a votar el proyecto y saltaron el cerco del interbloque oficial. Los cuatro se abstuvieron. Tessa y Brignoni ya habían profundizado sus diferencias políticas con Binner el miércoles, cuando participaron junto a un nutrido grupo de militantes frentistas en el acto de la plaza de Mayo, en Buenos Aires, en defensa de la democracia y la investidura presidencial.

El acercamiento político entre los seguidores de Binner y Reutemann se completó después en el Senado santafesino, que también exhortó a los legisladores nacionales de Santa Fe "a revisar la movilidad de los derechos de exportación", que es lo mismo que les pidió la Cámara de Diputados de la provincia, pero en otro tono.

En realidad, el operativo contra las retenciones móviles comenzó con un proyecto del jefe del bloque del Frente Progresista, Raúl Lamberto, que reivindicó la facultad del Congreso Nacional para "fijar los derechos de importación y exportación" y propuso pedirles a los legisladores nacionales que "abran el paquete enviado" por la presidenta de la República y se aboquen "a un amplio y profundo tratamiento" del asunto. Lo acompañaban con su firma varios de sus colegas de bancada, entre ellos la diputada Gutiérrez,.que después desistió cuando el texto se transformó en otra cosa.

El proyecto de Lamberto sirvió entonces de base para cerrar un acuerdo entre socialistas y reutemistas en la comisión de Labor Parlamentaria, donde se convirtió en un manual que instruye a los legisladores nacionales de Santa Fe a: "retomar las facultades constitucionales" del Congreso para fijar derechos aduaneros, "otorgar tratamiento preferencial a los proyectos de ley" sobre el tema, "derogar la resolución 125 del Misterio de Economía" -que detonó el conflicto con el campo- y reemplazarla por una "norma que reduzca las retenciones a las exportaciones". El texto cosechó la adhesión -y después, los votos- de 33 legisladores: diez socialistas, diez radicales, tres demoprogresistas y el lilito Pablo Javkin, por el frente oficial. Más siete reutemistas -Alberto Hammerly, Jorge Lagna, Alberto Monti, Darío Scataglini, Federico Reutemann, Silvia de Césaris y Adrian Simil- y dos del Frente para la Victoria que saltaron el cerco de la oposición: María Alejandra Vuscasovich y el presidente del PJ, Norberto Nicotra, que "nunca fue kircherista".

Ya en el debate en el recinto, Frente Progresista comenzó a crujir cuando Lamberto pidió el tratamiento sobre tablas del proyecto y le saltó uno de sus colegas del bloque. "Es llamativo el fanatismo casi religioso con que este cuerpo se refiere todas las semanas a este tema de las retenciones móviles", disparó Brignoni, asombrado por la defensa legislativa de los intereses del agro. "Parece que todas las semanas hay que rendir tributo a las cámaras empresarias para volver con un papelito a los pueblos", ironizó después, en un diálogo con la prensa.

De paso, Brignoni recordó que el 27 de marzo la Cámara de Diputados de la Nación ya había tratado un proyecto para derogar el último aumento de las retenciones móviles que fue rechazado por 132 a 26. "Que yo sepa el único diputado nacional de Santa Fe que votó por la derogación de las retenciones móviles fue Pedro Morini (UCR). Los demás, votaron por mantener (la resolución 125) o se abstuvieron", disparó el legislador. "Entonces, no es cierto que este tema no haya sido tratado nunca en el Congreso. Fue tratado, y el Congreso ratificó las retenciones. Lo que hay ahora es un espíritu democrático, a mi criterio saludable, de volver a pedir que se traten nuevamente. Pero no es cierto que nunca se trataron", insistió Brignoni. El planteo aumentó el malestar en el bloque oficial porque en esa votación del 27 de marzo en el Congreso los tres diputados santafesinos que se abstuvieron son socialistas: Miguel Barrios, Silvia Ausgburger y María Elena Martín, ésta última esposa de Lamberto.

Más tarde, las diferencias en el Frente Progresista se profundizaron cuando la diputada Gutiérrez explicó que ella y sus colegas Tessa y Riestra tampoco votarían el proyecto de Lamberto, enriquecido por los amigos de Reutemann. "El artículo tres plantea la eliminación total de las retenciones móviles y nosotros pretendemos eliminarlas sólo para los pequeños productores. Nuestra postura es gravar las ganancias de los grandes propietarios para que haya una redistribución de la riqueza y un desarrollo regional que favorezca la inclusión social. Por lo tanto, no estamos de acuerdo con ese artículo porque tal como está redactado, deberíamos eliminar las retenciones móviles, y de paso, reducir las retenciones a las exportaciones", concluyó Gutiérrez.

El instructivo para los legisladores nacionales fue aprobado por 33 votos a favor: veinticuatro de enrolados con Binner, siete reutemistas, más Vuscasovich y Nicotra, "que nunca fue kirhernista". Los otros kircheristas votaron en contra, entre ellos el jefe del Frente para la Victoria, Luis Rubeo, el obeidista Mario Lacava y el presidente del bloque del Progreso Social, Oscar Urruty, que denunció el apriete. "Estamos padeciendo un lock out patronal salvaje que provocó el abastecimiento de las ciudades. Y este proyecto avala la presión de este sector empresarial. Entonces, creo que el Estado no puede acceder a esta extorsión", dijo Urruty.

sábado, 21 de junio de 2008

UN TEXTO PARA NO PERDERSE

Por Alfredo Zaiat (Pagina 12, 21/06/08)

En estos mismos días de intensa puja política con la excusa de las retenciones móviles, el mundo sigue brindando argumentos contundentes sobre la imprescindible necesidad de intervención activa del Estado en el sensible mercado de los alimentos y, por lo tanto, en la renta extraordinaria agropecuaria. México anunció el congelamiento de los precios de más de 150 productos alimentarios básicos hasta el 31 de diciembre de este año, entre los que se incluyen diversas marcas de aceites, frijoles, atún, jugos, sopas, café, leche, entre otros. Por su parte, Uruguay acordó con la industria frigorífica congelar hasta el 31de agosto el precio de tres cortes de carne vacuna, y definieron ajustes menores al pretendido por el sector empresario para el resto.Hace poco Brasil suspendió la exportación de arroz, que junto al frijol negro es la base de la alimentación de los pobres de ese país.Existen varios ejemplos más de países que han empezado a aplicar instrumentos de política económica para asegurar la soberanía alimentaria de su población. Por eso cuando se realizan comparacionescon países de la región el camino es evitar la ingenuidad, en el mejor de los casos, y la chapucería, en la mayoría, del afinado coro mediático y de los cuatro representantes de un sector del campo elegidos por el voto corporativo de sus afiliados.Del mismo modo que desprecian el impacto devastador del aumento delos alimentos sobre los más vulnerables de la sociedad, ya sea con piquetes que desabastecen o cuestionando las retenciones móviles,medida esta última que es apenas una de otras necesarias para asegurarla soberanía alimentaria, el bloque económico más poderoso emergente del nuevo siglo confunde,tergiversa y cautiva conciencias. Como antecedente para almas atribuladas por la magnitud del conflicto, los bancos y las privatizadas hicieron lo mismo durante la década del noventa, con el mismo acompañamiento de gran parte de la prensa y el entusiasmo de un sectorde la clase media, con los resultados ya conocidos. La diferencia es que en esos años el poder político defendió con vocación militante esos intereses corporativos. Entonces no había conflicto que se exteriorizara, aunque sí latente. Hoy, la administración kirchnerista no buscó desarmar ni destruir esos intereses, apenas intentó una tibia intervención en la distribución de una renta excepcional, que igualmente ha provocado una reacción descomunal de ese poder surgido de la trama multinacional sojera. Esta violenta reacción debería ser una señal para ciertos dirigentes progresistas que con tantas cabriolas discursivas terminarán llevadosen andas en la apertura de la Exposición Anual de Palermo de la Sociedad Rural.La confusión es la principal estrategia elegida por la dirigencia del sector del campo privilegiado por muy elevados preciosinternacionales de los granos. Ahora que las retenciones volverán a ser debatidas en el Congreso, la inconstitucionalidad de la medida y confiscatoriedad de las alícuotas son los argumentos esgrimidos, aunque no fundamentados más allá de generalidades. Con vocación de rigurosidad más que de espectacularidad,los economistas del Grupo Fénix de la Facultad de Ciencias Económicas dela UBA ya tienen en su poder un documento base, para discutir el jueves próximo, referido a Los principios constitucionales aplicables a los derechos de exportación.El trabajo fue realizado por el tributarista Arnaud Iribarne, que como antecedente frente al elenco de especialistas que domina el discursomediático fue secretario de la comisión“Problemática fiscal de laactividad agropecuaria” de las XXXIV Jornadas Tributarias organizadaspor el Colegio de Graduados en Ciencias Económicas, en Mar del Plata en2004.Iribarne explica en ese documento que “es sabido que mientras Chile y Brasil se reorganizaron rápidamente después de su independencia, a las Provincias Unidas del Sur les llevó 50 años de enfrentamientos. Uno de los temas en disputa era la Aduana y a quién le correspondían sus recursos. Cuando se incorpora, en 1860, la Provincia de Buenos Aires a la Confederación, se establece que en la ciudad de Buenos Aires tendrá su sede el Gobierno Federal y que se financiará con los derechos aduaneros”. Luego precisa que el artículo 4 de la Constitución dice:“El Gobierno Federal provee a los gastos de laNación con los fondos del Tesoro Nacional formado por el producto de los derechos deimportación y exportación (...) y demás contribuciones que equitativa y proporcionalmente a la población establezca el Congreso(...)”.Concluye entonces que “por lo expuesto estos recursos son originarios del Gobierno Federal y tienen naturaleza distinta de los impuestos queles corresponden a las provincias, que las mismas delegan su administración y cobro en la Nación y que luego se coparticipan entre ambos”. Recuerda que los Derechos de Exportación existieron desde1853con carácter provisorio, con el objetivo de que los gastos federales se sostuvieran exclusivamente con los aranceles de importación. Y que la guerra de la Triple Alianza contra el Paraguay originó gastos adicionales que hicieron prorrogar la vigencia de derechos a la exportación. Menciona que “en muchas democracias modernas,se considera facultad del Poder Ejecutivo nacional ‘regular las tasas’porconsiderarlo una herramienta de política económica sujeto a variaciones coyunturales”. Explica que el trámite parlamentario de las retenciones es inadecuado por dos motivos:1. Es lento, en un mercado internacional volátil.2.Es público, lo que permite a los agentes decomercio exterior anticipar sus operaciones con un criterio legítimo de“economía de opción” antes que esté promulgada una ley que le resultarámás gravosa. Es elocuentela arenga de Alfredo De Angeli a no vender granos ahora porque luego del debate en el Congreso puede ser más benEficioso para los productores.Uno de los cuestionamientos de la dirigencia agropecuaria se refierea que los Derechos de Exportación surgen del Código Aduanero. El tributarista Iribarne explica que ese código fue promulgado por ley 22.415 del 23 demarzo de 1981, recogiendo lo que decían leyes anteriores en cuanto a las facultades del Ejecutivo en esa materia. El artículo 755 de esa norma dispone que el Ejecutivo podrá “gravar con derechos a la exportación,desgravar y modificar los derechos de exportación establecidos (...) con el objeto de cumplir algunas de estas finalidades: Asegurar el máximo posible el valor agregado en el país con el fin de obtener un adecuado ingreso para el trabajo nacional.-Estabilizar los precios internos a niveles convenientes o mantenerconvolumen de oferta adecuado a las necesidades de abastecimientodelmercado interno.- Atender a las necesidades de las finanzas públicas”.Por el artículo 1 del decreto 2752/1991 (Boletín Oficial 13/01/1992)se delegaron en el Ministerio de Economía las facultades conferidas por el artículo 755 del Código Aduanero. Iribarne se detiene en la delegación de facultades al Ejecutivo, destacando que el artículo 75.1 de la Constitución dispone que el Congreso debe legislar en materia de importación y exportación. Con ese criterio menciona, sin embargo,que“el Congreso debió derogar –la delegación efectiva otorgada en el Código Aduanero de 1981– en un plazo de 5 años a partir de la jura de la Constitución”, pero “no es el único tema que el Congreso tiene pendiente a causa de la reforma constitucional”, apunta. Para aclarar que por el momento se aprobó la Ley 26.135 (Boletín Oficial 24/08/2006)que establece: “Ratifícase en el PEN por tres años la totalidad de las delegaciones legislativas sobre materias determinadas de administración(...) emitidas con anterioridad a la reformaconstitucional de 1994”.Por último, Iribarne aborda la controversiasobre la confiscatoriedad de las alícuotas de las retenciones móviles,señalando que “se sostiene apasionadamente que supera el 33 por ciento,que seríael límite que establece la Constitución”, pero ilustra que “en el texto de la Constitución nacional no existe ese límite ni la CorteSuprema loha establecido con criterio general”. Pone como ejemplo que“la alícuota actual del impuesto a las Ganancias para las sociedades anónimas y las sociedades de responsabilidad limitada es el 35 porciento, al igual que la alícuota marginal sobre las personas físicas. A nadie se le ocurrió que pudiera objetarse por superar el 33 porciento”. Y menciona que “por el contrario los aranceles tienen como función proteger al mercado interno de las variaciones de los precios internacionales. Han existido aranceles al ingreso de artículos suntuarios que superaban el 100 por ciento del valor CIF del producto sin que se objetara su constitucionalidad”.Su conclusión,entonces, para ser debatida por economistas alejados de intereses corporativos, es que las retenciones móviles cumplen con el principio de razonabilidad, legalidad y no confiscatoriedad.

miércoles, 18 de junio de 2008

ACTO POR LA DEMOCRACIA

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN,
CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER,EN PLAZA DE MAYO.



Gracias, muchas gracias a todos por estar hoy aquí, en esta Plaza de Mayo, la plaza de todos los argentinos. Muchos de ustedes me conocen antes de ser Presidenta de la República Argentina, me conocieron como senadora, defendiendo la soberanía nacional de nuestros Hielos Continentales; me conocieron también los ex combatientes de Malvinas, cuando los acompañé en el Senado en sus luchas para lograr la ley que reconociera sus derechos; me vieron también los argentinos sentada en mi banca de diputada, junto a ese gran socialista, que fue Alfredo Bravo, reclamando la anulación de las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final; me vieron los trabajadores y sus dirigentes sindicales negarme a votar, allá en el 98', la Ley de Flexibilización Laboral y más tarde la Ley de la desvergüenza y de la Banelco; me han visto en muchas batallas, dadas con la convicción, con la pasión de mis ideas, que sé son también las de millones de argentinos.
Sabía que como Presidenta de la República iba a tener que dar alguna otra gran batalla, lo supe cuando me comprometí, ante todos ustedes, a profundizar la transformación y el cambio, que ese hombre que está aquí junto a mí, mi compañero de toda la vida, comenzó el 25 de mayo del año 2003. (Aplausos). Sabía que la profundización de ese proceso venía por la redistribución del ingreso, porque si bien millones de argentinos han vuelto a recuperar el trabajo, productores y empresarios su rentabilidad, comerciantes pudieron volver a abrir sus negocios, profesionales volver a trabajar, jóvenes volver a tener esperanzas, sabía que todavía falta mucho y siempre va a faltar.
Por eso, cuando tomé decisiones para redistribuir el ingreso no lo hice - se los juro - para perjudicar a nadie, al contrario, no fueron contra nadie, fueron para que todos los argentinos pudiéramos vivir un poco mejor; para que los alimentos, que mencioné en mi discurso de asunción, el 10 de diciembre, como un de los problemas fundamentales que íbamos a tener en el mundo, junto a la energía, llegaran a todos. Tal vez algunos creyeron que era sólo un discurso de ocasión, pero aquí está, no solamente en la Argentina, en el mundo, el problema de alimentos cada vez más caros y de una energía cada vez más cara.
Yo sueño - y ese fue mi compromiso al tomar las decisiones - de vivir un Bicentenario diferente al Centenario que vivió este país hace casi 100 años. Hace 100 años este país era el principal productor de carne y trigo, exportaba todo, sin embargo los argentinos se morían de hambre y los obreros eran apaleados y fusilados. (Aplausos).
La Argentina del Centenario vivió sus primeros cien años con estado de sitio por la violencia que la miseria, el hambre y el dolor habían desatado entre todos los argentinos.
Yo sueño con un Bicentenario diferente, con las industrias trabajando, agregando valor a sus productos para seguir sosteniendo el salario y más trabajo para los argentinos; sueño con un campo que cada vez produzca más materias primas pero que les agregue valor aquí, en nuestro país, para dar más trabajo todavía. (Aplausos). Esos son mis sueños, pero los sueños necesitan también de decisiones y del coraje necesario para tomar esas decisiones.
Cuando vine aquí el 1º de abril, a hablar con todos ustedes, yo creía que realmente estaba ante la batalla por la redistribución del ingreso porque, tal vez, quienes tenían que resignar una pequeña parte de su renta extraordinaria disputaban y discutían; creía - les juro sinceramente - que estaba ante esa batalla, la de la redistribución del ingreso, la de la lucha de los intereses naturales en toda democracia donde hay conflicto social. Pero luego, cuando comenzaron a pasar los días y yo veía que desde un sector de la sociedad, desde una corporación, cuatro personas a las que nadie votó, a las que nadie eligió, se reunían, deliberaban, decidían y comunicaban al resto de los argentinos quién podía andar por las rutas del país y quién no, me di cuenta que estaba ante otra situación muy diferente. (Aplausos).
¿Por qué? Sin insultos ni agravios, el pueblo no insulta ni agravia. Me di cuenta, entonces, que estaba ante otro escenario, ante otro cuestionamiento, ya no era retenciones sí o retenciones no, ya no eran intereses, se estaba socavando, se estaba interfiriendo en la misma construcción democrática, esa que nos dice que son los representantes del pueblo, elegidos en elecciones libres, democráticas y sin proscripciones, los que deciden, deliberan y ejecutan. (Aplausos) Esa es la Argentina democrática, la de la Constitución, la de las instituciones, la de los poderes del Estado, legal y constitucionalmente establecidos.
Pero cuando además empecé a ver a algunos que parecían colarse entre esos reclamos, y que ya no cuestionaban ni las retenciones ni nada, simplemente nos insultaban por haber reinstalado la vigencia de los derechos humanos en la Argentina, el escenario fue completo y total. (Aplausos)
Yo creo sinceramente que eran colados que siempre tratan de acercarse cuando hay conflictividad, para ver si pueden dar marcha atrás y volver a la impunidad, no se dan cuenta que es la historia y el pueblo el que decidió derribar el muro de la impunidad. Pero quiero creer sinceramente que tal vez esas cuatro personas, llevadas por la propia dinámica de los hechos, por la propia dinámica de las corporaciones que muchas veces no pueden ver más allá de sus propios intereses sectoriales, no se dieron cuenta de lo que estaban haciendo. Yo quiero en nombre de la vigencia democrática, en nombre de la Constitución, en nombre de las leyes de la República, que adviertan que si la historia primero fue tragedia hoy se repite como comedia, y que ya los argentinos no queremos más comedias, queremos por sobre todas las cosas volver a recuperar responsabilidad institucional y vigencia de la Constitución.
Cuando uno ve el mundo que hoy tenemos, cuando un dirigente lo es no solamente porque ocupa un lugar institucional sino porque además puede anticiparse a lo que viene, advierte cuánta razón teníamos en volver a retomar instrumentos básicos de la política económica del Estado como son los derechos de importación y de exportación para apuntalar un proyecto nacional y popular. (Aplausos)
Permítanme decirles que estos mismos derechos de exportación que hoy son cuestionados, junto a los derechos de importación, también formaron parte de otra política, la política de los años `90. Allí se bajaron a cero todos los derechos de exportación vinculados con lo agropecuario, se bajaron también a cero los derechos de importación, se nos cayó todo, el campo, la industria. Es entonces hora de que todos los argentinos advirtamos la importancia de estos instrumentos que los grandes países desarrollados utilizan para protegerse y muchas veces utilizaron para perjudicarnos a nosotros, los países emergentes. (Aplausos) Lo sabemos porque lo discutimos en el mundo junto a otras naciones que creen que es necesario recuperar los instrumentos de decisión nacional para construir un país más justo.
Estamos ante una gran oportunidad histórica por primera vez, por primera vez ellos necesitan más de nosotros que nosotros de ellos. (Aplausos) Seamos inteligentes, dejemos de mirarnos el ombligo, dejemos de lado esa costumbre de cierta dirigencia argentina que cuando se frustra frente al voto popular se encierra sobre sí misma y no es capaz de mirar o tender una idea mejor, y si no la tiene apoyar al que tiene una idea mejor que él.
Necesitamos todos los argentinos, todos los sectores de la producción, del trabajo, de la industria, del comercio, aunar esfuerzos para aprovechar esta oportunidad y construir el país que soñamos.
Yo empecé muy chica con esas mismas banderas que muchos de ustedes portan con orgullo. Pasaron muchas cosas argentinos, nos dividieron, nos enfrentaron los unos con los otros, civilices y militares, el campo y la industria, y solamente se beneficiaron de esos enfrentamientos muy poquitos.
Los que primero cayeron como siempre fueron los pobres, después fueron los trabajadores, después vinieron por la clase media, por esa clase media que muchas veces a partir de prejuicios culturales termina actuando contra sus propios intereses. Los intereses de la clase media son los de los trabajadores, son los de los empresarios comerciantes, son los de los argentinos que tienen sus intereses atados aquí a la tierra, que no pueden girar dólares al exterior, que tienen su casa aquí, sus hijos.
Tenemos que aprender a mirar más allá de lo que nos muestran; tenemos que aprender a escuchar más allá de lo que nos recitan; tenemos que comenzar a mirar en base a nuestros propios intereses para dejar de lado los cantos de sirena. Tuvimos demasiados cantos de sirena y nos fue muy mal.
Por eso yo quiero desde aquí, desde esta Plaza de Mayo que, como dije ayer, empezó siendo de los peronistas, pero que después de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo es de todos los argentinos (Aplausos); desde esta Plaza quiero convocar a todos a que discutamos en este acuerdo del Bicentenario cómo podemos mejorar nuestras políticas agropecuarias para producir más, pero también para que los argentinos sigan comiendo bien, es imprescindible garantizar la mesa de los argentinos.
También tenemos que saber y decidir los argentinos cómo queremos vivir y convivir. Tenemos que aprender que muchas veces puede haber diálogo, discusión y debate, y ojalá que haya acuerdo, pero también sabemos que dialogar puede ser no estar de acuerdo en algún punto. Tenemos que aprender de una buena vez por todas a procesar democráticamente nuestras diferencias. Tal vez con tanto golpe de Estado, con tanta interrupción institucional que hemos vivido, creemos que todo se arregla con intolerancia, con golpes, con bocinas, cacerolas o corte de ruta.
Yo creo sinceramente, argentinos, que así no se arreglan las cosas, al contrario, cada vez se desarreglan más. Siento que nos tenemos que dar la tarea todos, sin excepciones, empezando por quien habla, de contribuir a construir más democracia y más institución.
Yo les pido a quienes tal vez, estoy segura, equivocados por la propia dinámica sectorial, equivocaron el rumbo y quisieron mandarnos a todos los argentinos, a decirnos por dónde podíamos pasar y por dónde no, si pasaba combustible, pasaba leche o pasaba pan. Yo creo que estuvieron confundidos. Por eso les pido que en nombre de la democracia, que en nombre de la Constitución, que en nombre de las leyes, liberen las rutas y dejen que los argentinos volvamos a producir y trabajar. (Aplausos)
No tengan miedo ni dudas al ejercer su representación sectorial, porque si realmente son representativos seguramente no va a ser necesario que corten ninguna ruta para que no se comercialicen granos o carne. Debemos entonces tenderles la mano y llamarlos a la reflexión, no en nombre del Gobierno, tampoco en nombre de esta plaza, sino en nombre de los millones y millones de argentinos a los que todavía les falta seguridad, paz, pan y trabajo. En nombre de ellos, de los que todavía sufren, los convocamos a este acuerdo del Bicentenario.
Quiero decirles y quiero que todos nos vean y nos escuchen, porque esta es una plaza del amor y de los sueños, que no vinimos a agraviar, no vinimos a insultar, simplemente a contar nuestras ideas del país que soñamos y cómo lo queremos hacer. A los que crean que pueden hacerlo mejor que nosotros, y seguramente habrá quien lo pueda hacer mejor que nosotros, los invitamos a que democráticamente se constituyan como partido político y en las próximas elecciones reclamen el voto del pueblo para ejecutar sus políticas y su modelo. (Aplausos)
Así se construye calidad institucional, así se construye democracia, así se defiende la Constitución y así se hace honor a la bandera y a la historia de la Patria.
Muchas gracias por esta Plaza de todos los argentinos, por la Plaza de los sueños y del amor, del país más justo, más democrático, por la democracia, por las instituciones, por la Constitución. Todos juntos hacia el Bicentenario. Gracias Argentina, gracias a todos.

martes, 17 de junio de 2008

RETENCIONES AL CONGRESO


El socialismo dijo que es “un signo de madurez y moderación”

El PS bonaerense respaldó la decisión de la Presidenta de enviar el proyecto de retenciones móviles al Congreso. Mañana, los socialistas asistirán al acto en Plaza de Mayo a favor del Gobierno.

"La decisión de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner es un claro signo de madurez cívica y de moderación en el ejercicio del poder, convocando a una amplia discusión del tema entre los legisladores, frente a la intolerancia de los propietarios que cortan rutas en su puja salvaje por apropiarse del total de las rentas extraordinarias,", dijo este martes el secretario general del PS, Oscar González.

El ex diputado nacional del PS consideró que la decisión de llevar las retenciones al Congreso "es el gesto más claro de la voluntad de la presidenta Fernández de Kirchner de perfeccionar el funcionamiento de las instituciones republicanas".

"Aunque es obvio que las retenciones son simples derechos de exportación y no hay obligación alguna de que esa decisión pase por el parlamento, la determinación de la primera magistrada constituye un precedente importante hacia el logro de una democracia más amplia y participativa", añadió González.

Los socialistas se reunirán este miércoles a las 14.30 en Av. de Mayo y Piedras, donde coincidirán con otras fuerzas de la Concertación Plural.

lunes, 16 de junio de 2008

EL SOCIALISMO BONAERENSE MARCHA EL MIERCOLES

Los socialistas bonaerenses manifestaron su adhesión

El Partido Socialista (PS) de la provincia de Buenos Aires resolvió hoy adherir a la marcha del próximo miércoles en Plaza de Mayo, en apoyo al gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.


Los socialistas se agruparán ese día, a las 14.30, en Avenida de Mayo y Piedras, donde convocan a sus afiliados para marchar luego hacia la plaza.

Participaron de la reunión el diputado nacional Ariel Basteiro, el ex diputado nacional Oscar González y los dirigentes Paula Orsini, Horacio Geréz y Claudio Simone, entre otros.

Los socialistas marcharán en conjunto con las demás fuerzas progresistas que resisten "la puja salvaje por la distribución de la renta extraordinaria que protagonizan empresarios agrarios enriquecidos y autoconvocados de origen incierto", señala un comunicado.

Y ESTOS RICOS ¿DE QUE SE QUEJAN...?

CRÍTICA de la Argentina/ENTREVISTA SIN DESPERDICIO A UN PRODUCTOR AGRARIO
“Sin las retenciones seríamos jeques árabes”
Arrienda campos en Córdoba y dice que no entiende a los que están de paro. Afirma que el sector nunca tuvo estos niveles de rentabilidad. No oculta sus números.

Carlos Armando es agricultor, pero no va al piquete de San Francisco, en el norte cordobés, donde trabaja 1.000 hectáreas alquiladas. Prefiere aguantarse las críticas de sus colegas. Ante Crítica de la Argentina, Armando reveló sus números. Aseguró que entre la soja y el trigo obtiene unos $1.490 de ganancia por hectárea, equivalente a un ingreso anual neto de un millón y medio de pesos. “Nunca nos fue mejor”, dijo. Enseguida se atajó: “Ojo que no soy kirchnerista, ni siquiera lo voté”. Tambero de tres generaciones, cambió las vacas por los granos en los 90. En medio de todo, el campo sublevado contra el alza de las retenciones disparó que si no pagaran derechos a las exportaciones los productores serían “jeques árabes”.

–¿Cuál es su actividad?
–Fui tambero. Vengo de una familia de productores lecheros. Nuestro tambo era grande, de 10.000 litros diarios. Pero hemos dejado la actividad debido a la crisis que tuvimos en los 90. A partir de entonces me dediqué exclusivamente al maíz, trigo, soja y girasol. Tengo 45 años, 20 trabajando en el campo. Produzco en San Francisco. Trabajo sobre una superficie alquilada de unas 1.000 hectáreas. Se las alquilo a diez dueños distintos.

–¿Cuánto cuesta la hectárea en el área?
–Unos 10.000 dólares en nuestra zona, que es el límite de la Pampa Húmeda. Es lo que se conoce como suelos clase 2. Los suelos son buenos, pero nada que ver con Rosario, Pergamino o San Nicolás.

–¿Cómo son sus números?
–Ésta es una zona limítrofe, no es la Pampa Húmeda. El más beneficiado acá es el propietario de la tierra, que se lleva prácticamente el 50% de las ganancias brutas. Al arrendador nos queda un buen margen, pero tenemos a cargo todos los gastos y la explotación.

–¿Cuánto paga de alquiler y qué rindes tiene?
–El arrendamiento está 12 o 13 quintales de soja. Es más o menos el promedio para esta zona. En zona núcleo se pagan hasta 20 y 22 quintales. Tenemos rindes de 30 quintales por hectárea. Son bastante buenos. Este año hubo rindes superiores.

–¿Cómo se reparten ese producto entre semillas, contratistas y demás costos?
–Los costos se incrementaron mucho, pero tenemos 7 quintales de costo. Sumado el alquiler, pago en total 20 quintales. Con un rinde de 30 quintales, quedan 10 de ganancia. Sobre estos hay que pagar impuesto a las Ganancias. Luego, quedan unos siete u ocho quintales de ganancia, unos 740 pesos más o menos, por hectárea y por año.

–¿Recuerda otra época con esta rentabilidad?
–En los 90 estábamos de rodillas en el Banco Nación para pedir plata... No, algún período muy corto en los 80, cuando la soja llegó a 200 dólares.

–Los que reclaman dicen que los arrendatarios están ahorcados.
–Eso no es así. Fue una de las cosas que más me molestó. Porque nos ha ido muy bien estos últimos años. Me indigné viendo productores que se han enriquecido y se quejan; gente muy rica. La verdad es que nos quejamos de llenos. Mi hijo me preguntó por qué no voy al paro. En la escuela lo cargan porque su padre no va a los piquetes. Yo ruego que esto siga como hasta antes del paro, con la soja a 900 pesos, y que siga el trigo a 600 pesos. Estos valores nos cierran perfectamente.

–¿Y a sus vecinos les va tan bien como a usted?
–Mi socio tambero dice que tiene 40% de rentabilidad. Y no es el dueño de la tierra, es arrendatario. Está chocho, y tampoco va a los piquetes. Es el único en el pueblo que no me putea (risas). Se han enojado mucho con mis declaraciones. Me preguntan cómo no apoya al campo. Yo apoyo al campo, vivo de la tierra. Les explico a mis hijos que los paros son para los pobres, no para la gente que está bien. Y trabajamos poco, el resto del tiempo nos buscamos actividades. Yo tengo una huerta. Y porque trabajamos poco, el resto del tiempo se la pasan hablando macanas. A los piquetes van a divertirse.

–Pero las entidades reclaman por los productores a los que les va mal.
–Estoy indignado con las entidades que nos representan, mejor dicho, que no nos representan. Que no haya habido nunca una política agropecuaria es responsabilidad de ellas, que nunca la propusieron. Sancor es una mina de oro pésimamente administrada. (Fernando) Gioino fue presidente toda su vida, con una gestión malísima. Hicieron marchas con gente disfrazada de pobre, tractores oxidados, gomas desinfladas. ¡Eran tractores que tenían guardados en desuso!

–¿No le preocupan las retenciones móviles?
–Estos valores de la soja nos cierran perfectamente, con estas retenciones y con las viejas. Ojalá siga a 900 pesos. Con las retenciones viejas estaría como 1.200 pesos, ganaríamos una fortuna. Y sin retenciones, a 500 dólares son ¡1.500 pesos la tonelada! Seríamos jeques árabes. Pero yo no quiero un país de jeques árabes. Quiero ser rico en un país de ricos, no en un país de pobres. No soy kirchnerista, ni siquiera lo voté.

“Es una psicosis de masa”
“Veía mis bolsillos y no entendía cómo todos salían a protestar, me decían que estaba loco”, contó Armando.

“A mis hijos, en la escuela, les preguntaban: ‘¿Qué le pasa a tu papá que no va a los piquetes?’”, agregó.

“Intenté convencer a mis paisanos, no pude; fui al psiquiatra: pero también estaba con el campo”, relató, desesperanzado.
El productor que arrienda campos a más de diez dueños no aflojó. “Debatí con él una hora y le conté que nunca habíamos estado mejor”, contó. “Al final me lo agradeció, y me dijo que debía ser algo así como una psicosis de masa”, concluyó.

domingo, 15 de junio de 2008

POR EL DIALOGO SIN EXTORSION

Declaracion de las fuerzas politicas progresistas bonaerenses

Apoyamos el dialogo constructivo como manera de resolver conflictos en una sociedad democrática, pero no admitimos negociaciones bajo condiciones extorsivas .

Un documento elaborador por fuerzas politicas progresistas de la provincia de Buenso Aires manifiesta su “…apoyo a la decisión presidencial respecto a que lo recaudado en concepto de retenciones sea aplicado a mejorar la infraestructura de salud, viviendas y caminos rurales. Estas medidas fortalecen la inversión pública y generan una redistribución del ingreso con sentido social “.
Más adelante califican duramente el conflicto como “un reclamo absolutamente sectorial, una pelea por una renta extraordinaria que pretende, impulsado por el poder de la corporaciones, que poco tienen que ver con la defensa del interés nacional”.
Continúan expresando que “los cortes de rutas, las acciones de desabastecimiento, los rumores que alientan ataques especulativos contra la moneda nacional, el lenguaje vulgar lleno de imprecaciones atentan contra quienes representan la voluntad popular expresada democráticamente “.
Finalmente los dirigentes bonaerenses que acompañan al gobierno nacional concluyen afirmando su “apoyo al diálogo constructivo como manera de resolver conflictos en una sociedad democrática, pero no admitimos negociaciones bajo condiciones extorsivas. Se trata de dar una batalla política y cultural para ganar la cabeza y el corazón de todos para un horizonte de justicia y progreso nacional, y consolidar la paz “.

EL DOCUMENTO

Integrantes de diversas tradiciones políticas e identidades históricas de la provincia de Buenos Aires, nos reunimos con el propósito de expresar nuestro pleno respaldo al gobierno democrático y popular que encabeza la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, frente al prolongado conflicto corporativo promovido por entidades agrarias.

Criticamos duramente un reclamo absolutamente sectorial, una pelea por una renta extraordinaria que pretende, impulsado por el poder de la corporaciones, que poco tienen que ver con la defensa del interés nacional, imponer condiciones a un gobierno que ha sido elegido democráticamente por el 46% de los Argentinos para defender al conjunto y profundizar la transformación de un modelo que desde el 2003 esta cambiando a nuestro país.
Gracias a las políticas llevadas adelante por este gobierno, que incluyen las retenciones a las exportaciones, con el objetivo de obtener parte de la renta de un sector con ganancias superiores a las esperadas, en pos de garantizar el acceso a los alimentos a un precio razonable a todos los Argentinos, en la lucha por distribuir equitativamente la riqueza y con el objetivo de llevar adelante las obras de infraestructura necesaria para que este país se siga desarrollando, es que ratificamos nuestro indeclinable compromiso con el modelo instaurado.
Apoyamos la decisión presidencial respecto a que lo recaudado en concepto de retenciones sea aplicado a mejorar la infraestructura de salud, viviendas y caminos rurales. Estas medidas fortalecen la inversión pública y generan una redistribución del ingreso con sentido social.
Nuestro país ya ha pasado por trágicos momentos históricos en los que los mismos sectores cuestionaron la legitimidad de gobiernos surgidos por la voluntad popular, y que contando con la complicidad de las fuerzas armadas, pusieron en marcha golpes cívico-militares con efectos catastróficos que marcaron a fuego la experiencia política de varias generaciones de argentinos, y que no deben repetirse.

A todos esos propósitos conducen los cortes de rutas, las acciones de desabastecimiento, los rumores que alientan ataques especulativos contra la moneda nacional, el lenguaje vulgar lleno de imprecaciones contra la dignidad de quienes representan la voluntad popular expresada democráticamente.

Quienes subscribimos estamos convencidos que es necesaria una confluencia amplia, plural y abierta que fortalezca políticamente al proceso de transformaciones, en defensa del modelo que un pequeño sector absolutamente politizado hoy pretende cambiar, intentando repetir etapas tristes de nuestra historia.

Al asumir con responsabilidad nuestra misión, continuaremos trabajando para mantener la cohesión entre la mayoritaria de los Argentinos que han recuperado la esperanza y la autoestima.



PARTICIPARON DE LA ELABORACION DEL DOCUMENTO: Aldo San Pedro (Partido de la Victoria); Jorge Drkos y Antonio Salviolo (Frente Grande); Sebastián Bruschetti (Hacer por Buenos Aires); Oscar González y Francisco Torremare (Partido Socialista); Roberto Pagés (Partido Intransigente); Sebastián Weinschelbaum Partido Integración y Movilidad Social (radicales K); Ramón Torres Molina y Daniel Cieza (Partido Memoria y Movilización); Nicolás Fusco y Claudio Matorras (Democracia Cristiana )

jueves, 12 de junio de 2008

ES LA DEMOCRACIA, ESTUPIDOS

Por Mempo Giardinelli

La llamada “crisis del campo”, lejos de resolverse luego del último, mesurado discurso de la Presidenta, parece deslizarse por senderos peligrosos para la República.

Ya el país sabe que fue mentira el enfrentamiento entre dos “partes”. Hoy todos sabemos que “el campo” es, en realidad, un sector de empresarios rurales que protestan porque van a ganar menos de lo que tenían pensado. Y todos sabemos, también, que el Gobierno metió la pata, no la sacó a tiempo y sigue confundido.
Pero lo que no parece claro –y hay que evidenciar– es que lo que este conflicto puede estar esmerilando, y muy velozmente, es a la democracia misma.
No importa si la sociedad argentina se merece esto o no. Tampoco importa tanto tal o cual retención, o si el malo de la película es Néstor o es Cristina.
Acá y ahora el debate profundo es si llegamos al final de un ciclo de 25 años de demeocracia imperfecta y volvemos para atrás; o si mejoramos las instituciones de la Constitución Nacional para avanzar hacia una democracia más justa, eficiente y distributiva.
Hay gente humilde que repite consignas vacías porque creen creer lo que les dicen la radio, la tele y los grandes diarios. Hay los que fueron tocados en sus intereses y hay un fuerte resentimiento en otros cuya situación económica no lo justificaría. Y hay, incluso, personas con largas trayectorias progresistas en posiciones inesperadamente retrógradas.
Todos buena gente, acaso lanzados sin saberlo contra la democracia. A la que culpan de todo cuando dicen que “esto no es una democracia”. A partir de esa negación, avalan un insurreccionalismo suicida como el que ha instalado astutamente el PCR, montado a caballo de la ingenuidad política de muchos y del cretinismo de otros.
Esa confusión es gravísima, porque ignora o niega que una cosa es la democracia y otra son los malos gobiernos.
Uno puede tirar la bronca contra este o aquel gobierno, o contra todos, pero eso es criticar una gestión. Que se puede cambiar. Todo puede cambiarse dentro de la Constitución y la ley. Precisamente por eso la democracia nunca es culpable y, al contrario, es la mejor garantía de cambio.
Parece mentira tener que recordar que la democracia es la lenta construcción de convivencia que venimos haciendo desde el ’83 y que hoy nos permite mantener la serenidad, tolerando la mentira contumaz que fluye del dial y de la tele, hoy repertorio de lugares comunes, editorialización disfrazada de información y censura de las ideas diferentes.
Más allá de matices, intereses corporativos o razones económicas, lo que el sector rural está haciendo desde hace tres meses es minar las bases de esa convivencia. Acaso la mayoría de ellos no lo ve, o no lo quiere ver, pero es la democracia la que está siendo esmerilada. Por eso huelgan todas las comparaciones con piquetes y piqueteros anteriores.
Con el espejismo de un dizque “nuevo federalismo” claramente anticonstitucional, y con la renovada demonización del “Estado” que para ellos encarna el matrimonio K, enormes porciones de las clases medias y altas se tragaron la masita envenenada de “campo versus Gobierno” y con eso revivieron lo peor de la Argentina: la polarización de posiciones. La vida nacional en blanco y negro.
Algunas entidades de elite, los pools sojeros, el capital más concentrado de la agroganadería, incluso sectores protegidos dentro del mismo Gobierno K, junto a prácticas periodísticas abyectas, están carcomiendo la democracia.
Generan desaliento, liman la confianza en las instituciones, instalan la idea de caos, descontrol y “desgobierno”. Todo eso que antaño precedía a los golpes militares.
En entusiasta coro anuncian que se acabó el crecimiento; que la inflación nos fagocita; que la economía se desmorona; que las encuestas “muestran” el desprecio popular hacia los K y así siguiendo.
Incluso proclaman un desabastecimiento que ha de estar sólo en Buenos Aires –es hora de que se enteren– porque aquí en el Chaco, mientras escribo esta nota, no hay desabastecimiento de nada. Supermercados, carnicerías, verdulerías, almacenes y ferias de barrio están como siempre. La semana pasada vi lo mismo en Santiago del Estero y en Tucumán, Córdoba y Rafaela. Y anoche en Corrientes. Debemos ser marcianos entre góndolas llenas.
Tal como hicieron todos los golpes de Estado, operan sobre las clases medias. Atemorizan, amenazan, golpean. Así es como golpean. Confundiendo, golpean. Gritando como el desaforado señor De Angeli. Y mezclándolo todo: resucitados chinoístas con caceroleros de Barrio Norte; insurreccionalistas atrasados un siglo junto a la vieja oligarquía terrateniente; paisanos con gente paqueta de Barrio Norte; la correntina Pando con represores retirados de Recoleta. Todos exaltados y con escarapela.
Y con ellos, muchos chacareros verdadera y sinceramente afectados, pero con el libreto escrito por discípulos de Neustadt y Grondona.
Biblia y calefón, mondongo con dulce de leche, lo que se oculta es la soja transgénica que en casi todo el mundo se prohíbe pero aquí protegen todos, incluso el Gobierno. Y que arruina la tierra porque glifosato mata humus, y con eso no hay tutía. En Europa no se permite ni un metro cuadrado de transgénicos (salvo experimentales) y Francia acaba de cerrar incluso la importación. Pero de eso acá ni se habla y por eso es imperativo desnudar las tramas mentirosas que hoy difunden incluso los más inteligentes colegas, devenidos verdaderos dirigentes opositores.
En cuanto al Gobierno –al que voté y sin embargo cuestiono cada vez más por su torpeza y poca transparencia– se trata de defender la terminación de su mandato en 2011, para que sea sustituido, si ésa es su voluntad, por los votos del soberano. Y federalismo sí, claro, pero no más con “puebladas” inducidas.
Por eso es también un peligro que el Gobierno no reaccione. Su propia incongruencia le extravía el buen juicio y por eso no sabe ofrecerle a la sociedad una rápida salida a la emergencia; ni propone una reforma agraria surgida de un sano debate nacional como el que debe hacerse sobre retenciones, radio y televisión y derecho a la información. Por eso está el Congreso semicongelado; por eso mienten estúpidamente el índice inflacionario; y por eso junto a ministros y funcionarios que son de lujo se apuntalan otros que debieran ser corridos, por corruptos o por ineptos.
Lo peor de la Argentina ha vuelto. Junto a genuinos y heroicos chacareros, y desplazado ya el campesinado más pobre, los monstruos del pasado operan travestidos (con perdón de los travestis) en ruidoso montón.
Sólo que como esta vez se topan con una sociedad que hizo culto de la memoria, veremos quién gana. Porque en esto sí hay dos sectores: los demócratas y los “destituyentes”, como se dice ahora, conscientes o no.


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lunes, 9 de junio de 2008

LLEGO LA HORA DE REDISTRIBUIR RIQUEZA

El discurso completo de la Presidenta

Gracias, señor Vicepresidente; señor presidenta provisional del Honorable Senado; señor presidente de la Cámara de Diputados; señores Gobernadores; señoras y señores integrantes de organizaciones sindicales, de movimientos sociales, de organizaciones de derechos humanos, queridas Abuelas, queridas Madres; amigos y amigas; compatriotas: mañana van a ser exactamente tres meses, que desde el Poder Ejecutivo Nacional, en atribuciones legitimas que nos confiere la Constitución Nacional, adoptamos un sistema de retenciones móviles para determinados productos alimentarios: para el maíz y el trigo redujimos la alícuota, que hasta ese momento estaba vigente y la aumentamos para la soja.

La medida tuvo por objeto dos finalidades esenciales: la primera y principal, la seguridad alimentaria, la soberanía alimentaria en la mesa de todos los argentinos. ¿Por qué? Se preguntaran ustedes, qué tiene que ver la soja. Los argentinos no comemos soja. Precisamente, la totalidad prácticamente, hoy, de este producto se exporta casi el 95 por ciento y para que ustedes tengan una idea de cada 10 kilos de soja, 9 kilos y medio van al exterior, sin embargo, de cada 10 litros de leche, solamente podemos exportar 1 y medio; y de cada 10 kilos de carne solamente podemos exportar 2 kilos. Es que los argentinos, compatriotas y amigos, toman leche, comen carne, comen pan y ahora pueden hacerlo más, inclusive, porque muchos han conseguido trabajo y todos han mejorado su salario, con lo cual el consumo ha crecido.

La segunda parte es la redistribución del ingreso, de aquellos sectores que mayor rentabilidad tiene por distintas circunstancias; en principio por las condiciones macroeconómicas de este propio modelo que hemos diseñado los argentinos, que destinamos todos los años, 12 mil millones de dólares a sostener un tipo de cambio competitivo para los sectores que exportan, que tenemos, además, desacopladas nuestras tarifas de servicio, esencialmente de combustibles. Y además es un sector que, carente de riesgo, sin necesidad de capital intensivo, con poca ocupación de mano de obra se transforma en uno de los más rentables.

Estas dos medidas: cuidar los alimentos de los argentinos y redistribuir el ingreso fueron los dos objetivos. Qué pasó entonces, en estos tres meses, argentinos, en los cuales vimos cortar rutas, decidir por parte de un sector quién pasaba y quién no; derramar ríos de leche, en una Argentina donde todavía hace falta mucho alimento para muchos argentinos que no pueden acceder; enfrentamientos, cosas que nunca habíamos visto.

¿Cuál fue, tal vez, el error que cometió el Gobierno? Y digo que, el error que cometió el Gobierno, tal vez, haya sido la ingenuidad política de no advertir que tocar una parte de la renta extraordinaria de un sector para redistribuir mejor el ingreso. Para que realmente lo que muchas veces leemos en letra de molde, o escuchamos recitar en liturgias, o pronunciar dialécticamente acerca de los pobres, la distribución del ingreso y la riqueza, tal vez, pensamos que todo eso que se escribe y se dice se había hecho carne en dirigentes y en la sociedad.

Ese fue el error: creer que la distribución del ingreso se hace, tal vez, con una política, que pese a haber sido revalidada en las urnas requería, tal vez, de una mayor explicación, de una mayor comunicación o tal vez de un mayor ejercicio de responsabilidad por parte de todos.

La primera cosa que se me ocurre, después de estos largos 90 días es interrogarnos a nosotros, a todos, a todos los argentinos, a los que tienen responsabilidades empresariales, a los que pertenecemos a los partidos políticos y a todos los ciudadanos si realmente estamos decididos a abordar en la República Argentina el problema de la pobreza. Porque el problema de la pobreza sin redistribución del ingreso y sin tocar rentas extraordinarias, compatriotas, es imposible. (APLAUSOS).

Me hablan, hace unos días atrás, un periodista me hablaba de crisis y yo le decía y lo corregía, que en realidad no estábamos viviendo una crisis. Crisis los argentinos vivimos en los días terribles del 2001, 2002, del 2003, con millones de argentinos sin trabajo, con los fondos y ahorros confiscados, sin reservas en el Banco Central, endeudados, sin trabajo, sin industrias, los comercios cerrados, con esa Buenos Aires desierta, desierta, acuérdense esa Buenos Aires del 2002: nadie en los restaurantes, sin autos en las calles. No vivimos una crisis en estos 90 días, lo pueden observar todos los ciudadanos de Buenos Aires, que podían recorrer, ¿si es que se puede todavía recorrer, con tantos autos las calles de la Ciudad? Los restaurantes estaban llenos, el consumo creciendo, las exportaciones creciendo, las ventas creciendo, el consumo popular, millones de argentinos que han podido acceder a un auto nuevo, a un auto usado o a una moto, o a un plasma. En fin, a mejorar la calidad de vida.

No, crisis fueron aquellas, en realidad estábamos viviendo la reacción de un sector, al que el Estado, en atribuciones legitimas que le confiere la Constitución, había afectado una parte de su renta extraordinaria para un ejercicio de redistribución.

Despojado ya de los discursos, de la bulla mediática, separando todo lo que queda es esto: la reacción de alguien que se niega a contribuir en la redistribución del ingreso para los que menos tienen. Yo les dije alguna vez, que cuando uno toma estas decisiones como Presidenta de los argentinos, teniendo en cuenta el interés de todos, porque esta es la otra gran cuestión, no hubo una parte contra otra parte. Esto no es así: quien habla es la Presidenta de la República, no es una parte, debe gobernar para todos los argentinos y cuando toma decisiones lo hace en beneficio de todos los argentinos.

Tal vez, algún sector tiene y puede no estar de acuerdo, y tiene derecho a no estar de acuerdo, lo que me parece es que no podemos confundir las cosas. Y entonces desacreditar un ejercicio constitucional, que hace también a la calidad democrática de un país. Por eso, porque he escuchado discursos acerca de voracidad fiscal, acerca de que no se daba participación a las provincias es que he decidido crear este Programa de Redistribución Social. Venía la señora Ministra de Salud trabajando, desde el inicio, por instrucciones mías. Ustedes saben que desarrollé, durante toda la campaña, que el problema de salud es muy importante en la Argentina. Y estamos en dos semanas más en condiciones de desarrollar, lo que va a constituir un plan, que como mínimo va a llevar la construcción de 30 hospitales de complejidad cuatro, en distintas partes del país. (APLAUSOS). También más de 300 centros de asistencia primaria a la salud. Este programa se va a fondear con la diferencia de puntos existentes entre esa retención de 35 puntos, vigente al 10 de marzo, y lo que pueda crecer. El Estado no quiere cerrar las cuentas fiscales, el Estado quiere cerrar la cuenta social de todos los argentinos. (APLAUSOS).

Y creemos que entonces, si tengo la obligación, como Presidenta de todos los argentinos, de dar ese gesto institucional. He pensado mucho, he reflexionado mucho, en estos días, acerca de algunos reclamos, un gesto de estadista o de un gesto patriótico, también escuché por ahí, pero me quedé con el gesto de estadista. ¿Qué sería un gesto de estadista? Sería, tal vez, decirle a los sectores que más rentabilidad han tenido, en los últimos tiempos, está bien, como durante 90 días cortaron caminos, hicieron lock out patronal, no permitieron que otros argentinos trabajen, encarecieron productos, esta bien hay mucho lío, quédense con todos y vamos a ver qué hacemos el resto de los argentinos. Y lo pensé y digo, podría decirles, entonces, después a todos los argentinos, el Gobierno y el campo están en orden. Feliz día de la Bandera, pero saben qué, yo creo sinceramente que los estadistas, no me siento una estadista, me siento simplemente una Presidenta de la República y debemos gobernar con mucha responsabilidad institucional y social, teniendo en cuenta las urgencias de los que más necesitan para poder hacer sustentable una sociedad.

Y por eso, además, como hemos decidido la descentralización total de este 60 por ciento dedicado a hospitales; 20 por ciento dedicado a viviendas rurales y urbanas y 20 por ciento dedicado a caminos rurales, también, de la misma forma que está descentralizada el 93 por ciento de la obra pública nacional. Ninguna de las casi 300 mil viviendas, soluciones habitacionales, que ha creado el Gobierno, han sido construidas en forma directa por el Estado Nacional. Todos los fondos son remitidos a provincias, a municipios para que estos ejecuten.

Y queremos, también, que este Fondo de Redistribución Social para hospitales, para viviendas urbanas y rurales populares y para caminos rurales, también sea únicamente operativizados a través de convenios con los Gobernadores, de cada una de las provincias y los municipios, que así participen en este programa. Porque en serio creemos en una Argentina federal, donde no solamente la redistribución del ingreso tenga una categoría social, sino también tenga equidad territorial y geográfica.

¿Cómo seguimos, luego de esto? Yo tiendo la mano a todos los argentinos, pero en especial a aquellos que también tienen, junto a mí una gran responsabilidad: la de generar riqueza para todos los argentinos. Y pese a estos 90 días hemos seguido trabajando fuertemente. El pasado día viernes resolvimos un problema de los productores que era el precio de sus vacas conservas, 10 mil toneladas, que se exportan por mes, que eran producto del anterior acuerdo, que habíamos firmado con las cuatro entidades y que logramos, por parte de los frigoríficos, es decir, de la industria, que paguen el precio que corresponde al productor pero que además la materia prima salga procesada, con valor agregado, para que los argentinos tengan trabajo.

No nos detuvimos a pensar si se estaban cortando rutas o no, salimos a hacernos cargo de los problemas que tiene el sector con la carne, con la leche.

Hemos logrado también, luego de poder blanquear a través de la ONCCA grandes cantidades de trigos que no figuraban en los registros, y que cuando dijimos que entonces no se podía exportar, aparecieron en los registros. Vamos a poder regularizar también la cuestión del trigo.

Pero tenemos que hablar, no imponer. Y saber que nadie puede arrogarse el derecho de restringir el derecho de otros argentinos a transitar libremente las rutas, a trabajar y a producir. Los argentinos quieren trabajar, hay que dejarlos trabajar.

Yo quiero hoy convocar para que hablemos de los problemas pendientes que tenemos todos los argentinos. Estamos ante una oportunidad histórica compatriotas, en cuanto a números, en cuanto a posibilidades, a lograr mercados. En estos seis meses -porque también mañana se cumplen seis meses de aquel 10 de diciembre en que la Banda Presidencial era un poco más liviana y etérea de lo que es hoy- hemos hecho muchas cosas.

Veo aquí a muchísimos hombres de la industria, hemos logrado, pese a todas las profecías, poder cerrar convenios con los trabajadores, en negociaciones libres que llevaron a cabo empresarios y sindicatos. Hemos logrado profundizar nuestra relación con el MERCOSUR, llegando a un acuerdo inédito en el que por primera vez el sector automotriz, que como todos ustedes saben es el principal desbalanceador en la balanza comercial entre Brasil y Argentina, hemos logrado que se nos reconozcan las asimetrías existentes entre uno y otro mercado.

Desde este mismo lugar y en este mismo Salón hemos presentado el Plan de Intervención Territorial que significa el diseño del país que queremos en materia de infraestructura, obra pública, servicio, obra pública productiva y social. Hemos lanzado también desde aquí el Plan Social al que me había comprometido ese 10 de diciembre, y abordar la pobreza de una forma diferente en más de mil municipios, casi un tercio de los municipios. Hemos lanzado también el Plan de Uso Racional de la Energía, en una primera etapa que nos ha llevado ya a ahorrar más de cien megavats. Y hemos inaugurado en estos días viviendas, hospitales, obras energéticas.

Es una Argentina que sigue en marcha, una Argentina que quiere trabajar y seguir progresando.
Yo quiero convocarlos a todos, nadie puede estar ausente. Pero todos debemos entender que estamos en un escenario internacional y en un mundo muy diferente. Porque estas medidas, además, que oportunamente se adoptaron, no fueron producto de una elucubración o de un sueño de una noche de verano. Basta con mirar el mundo.

Vengo de hace unos días de la conferencia internacional de la FAO. Me tocó escuchar a la presidenta del Programa Mundial de Alimentos de la FAO, esos que ustedes ven en el mundo cuando van en aviones y en helicópteros tirando bolsas de comida, por ejemplo en África, como desde junio del año pasado se le habían disparado todos los precios de los alimentos, y habían tenido que pagar la tonelada de arroz de 340 a más de mil dólares, lo cual requirió una ayuda especial de más de 700 millones de dólares.

Todos los días estamos leyendo noticias acerca del precio de los commodities, la especulación, el petróleo, etcétera. Este es el escenario internacional que tal vez hoy se presenta con mucha mayor nitidez que hace tres meses, pero que quienes tenemos la responsabilidad de gobernar y tomar decisiones estratégicas lo veíamos venir, muy claramente. Basta nomás recordar algún párrafo de aquel discurso del 10 de diciembre, donde les dije que los grandes problemas del siglo XXI iban a ser precisamente los alimentos y la energía. No fue una afirmación tendiente a llenar una hoja de un discurso, fue sinceramente lo que veíamos venir.

Sabemos que en ese problema los más vulnerables son los que menos tienen, los pobres. Porque son los que destinan la mayor parte de su salario a la comida y porque son los que no tienen estrategias defensivas frente al aumento de los precios. Resguardar esa soberanía alimentaria sin afectar la rentabilidad de los sectores productivos es algo en lo que estamos trabajando y lo estamos haciendo todos los días. Podemos exhibir resultados en estos cinco años donde todos han podido ganar algo, trabajo, salario, rentabilidad, pero todavía hay argentinos que no han podido ganar nada. Todavía tenemos gente sin trabajo, sin casa, sin salud, sin educación.

Hace pocos días estuve en Rafael Castillo, partido de La Matanza, con más de un millón de habitantes, 0.3 camas por cada mil habitantes. En serio argentinos, necesitamos poner mucho esfuerzo porque todavía hay mucha deuda social pendiente. Y como dije aquel 10 de diciembre, mientas haya un pobre en la Patria no habrá victoria definitiva para ningún argentino. (Aplausos)

Finalmente quiero decirles a todos y cada uno de ustedes y de quienes me están escuchando, si alguien se sintió ofendido por una palabra que yo haya dicho o por un gesto, cualquier argentino, desde acá, desde este lugar, le pido perdón. (Aplausos)

Pero también quiero pedirles a todos que trabajemos en paz. Dejemos que todos los argentinos puedan ejercer sus derechos libremente. Hemos visto escenas de violencias, hemos visto gente golpeándose, hemos visto camionetas incendiadas. Son fotografías de una violencia que los argentinos no merecemos, ninguno, porque hemos sufrido mucho por actitudes intolerantes y de violencia. Lo sé porque en tocó vivir en una Argentina dividida y enfrentada.

Con esa experiencia y ese aprendizaje histórico que creo que hemos hecho todos, los convoco a todos los argentinos en serio, a comprometernos más allá de la palabras, más allá de los discursos, al combate contra la pobreza, por la distribución del ingreso y por una Argentina que trabaje más y produzca mejor. Muchas gracias y buenas tardes a todos. (Aplausos)

sábado, 7 de junio de 2008

CONTRA LA NUEVA DERECHA Y LA PARODIA DE "REBELION CAMPESINA"

Intelectuales debatirán contra "la nueva derecha" que "teatraliza una rebelión campesina"

El martes próximo darán a conocer una nueva carta abierta sobre los alcances y significados de la gestación de esta "nueva clase" que surgió en el país a raíz del lockout agropecuario. En el texto, señalan que "teatralizan una rebelión campesina pero traza un nuevo destino conservador para la Argentina".

Personas de la cultura, la educación, el periodismo, las ciencias, el cine, las artes, la poesía y la literatura, entre otras disciplinas, que se pronunció sobre la situación política actual con una Carta Abierta que contó con la adhesión de más de 1500 firmas, presentará públicamente el próximo martes otro texto sobre alcances y significados de la gestación de una nueva derecha en la Argentina.

En ese documento, titulado "La nueva derecha en la Argentina. La nueva clase teatraliza una rebelión campesina pero traza un nuevo destino conservador para la Argentina", se pone el acento en el nuevo actor político que ha surgido a partir del lockout agropecuario.

"Clima destituyente" hemos dicho para nombrar los embates generalizados contra formas legítimas de la política gubernamental y contra las investiduras de todo tipo."Nueva derecha" decimos ahora. Lo decimos para nombrar una serie de posiciones que se caracterizan por pensarse contra la política y contra sus derechos de ser otra cosa que gestión y administración de los poderes existentes".

"Esa derecha impugna la política como gasto superfluo y como
enmascaramiento, pero es cierto que la impugna con más dureza cuando
la política pretende intervenir sobre la trama social".

"Tiene distintas inflexiones: desde la ilusoria eficiencia empresarial del macrismo hasta el intercambio directo de dones y rentas imaginado en Gualeguaychú, sin Estado ni partidos, sólo con golpes de transparencia contra lo que llaman obstáculos".

"La nueva derecha atraviesa fronteras para buscar terminologías en sus
antípodas. Es una nueva derecha porque a diferencia de las antiguas
derechas, no es literal con su propio legado, sino que puede recubrirse, mimética, con las consignas de la movilización social".

"Ella habla del "campo" trazándonos un dibujo bucólico de pioneros esforzados de la misma manera que considera la pobreza y el hambre como desgracias naturales o como penurias redescubiertas para sostener una mala conciencia de escuderos novedosos de los poderes agrarios tradicionales".

"Su frase predilecta, "no me metan la mano en el bolsillo", hace de los actos legítimos de regulación de las rentas extraordinarias de la tierra, una ignominiosa expropiación. Trata un bien nacional, como la
productividad del suelo, como cosa meramente privada.

"Parecen campesinos, parecen chacareros, parecen pequeños propietarios, parecen hombres de campo protagonizando una gesta. La nueva clase teatraliza una rebelión campesina pero traza un nuevo destino conservador para la Argentina".

Durante el acto de presentación del texto se brindará una conferencia de prensa y se anunciarán las próximas actividades que este espacio llevará adelante. El encuentro tendrá lugar el martes 10 de junio a las 14 horas en la librería Gandhi (Corrientes 1743).

HOMENAJE A NÉSTOR KIRCHNER

Jorge Rivas, entrevistado por Ernesto Tenembaum

ELLOS TIENEN UN PLAN, ¡Y QUÉ PLAN!

La Marcha de la Oposición - Ignacio Copani

TN - Asunción de Jorge Rivas como diputado

AMÉRICA 24 - Rivas jura como diputado

C5N - Rivas jura como diputado

TELENOCHE - Informe sobre la recuperción de Jorge Rivas

Jorge Rivas - Documental sobre su rehabilitación - Gentileza de HadaSoft

OSCAR GONZÁLEZ EN LA CUMBRE DE LÍDERES PROGRESISTAS JUNTO A CFK- Canal 7

OSCAR GONZÁLEZ OPINA SOBRE LA CRISIS ECONÓMICA INTERNACIONAL - Telesur 12/08

EL SOCIALISTA OSCAR GONZÁLEZ OPINA SOBRE LA REESTATIZACIÓN DE LAS JUBILACIONES

Canal 13 - Gustavo Silvestre califica de "vergüenza" el intervencionismo de Giustiniani