sábado, 31 de julio de 2010

OTRA QUE PIMPINELA ...

Carrio:
"¿Se imaginan a Binner diciendo ni y a mi defendiendo todo?"

Página 12

El gobernador de Santa Fe respondió los cuestionamientos que realizó la dirigente del Acuerdo Cívico y Social y le aclaró que "no" es "ambiguo". Lilita había declarado que descarta una fórmula con Binner: "¿Se imaginan una conferencia de prensa de Binner y mía, Binner diciendo 'ni' y yo definiendo todo?", se preguntó la legisladora.

"Son expresiones, que se haga cargo quien las hace, nosotros estamos trabajando y tenemos muchas cosas por delante", afirmó el gobernador, bajando el tono a la polémica que generó Carrió en la última semana.

A partir de la foto que compartió el diputado radical Ricardo Alfonsín con la presidenta Cristina Fernández, la líder de la Coalición Cívica inició una polémica en el Acuerdo Cívico y Social, que incluyó críticas para la UCR, pero también para Binner y la diputada del GEN Margarita Stolbizer.

Sobre el socialista, Carrió dijo el miércoles que "la verdad es que nunca se me ocurrió tener una fórmula con el doctor Binner, que no se preocupe. ¿Se imaginan una conferencia de prensa de Binner y mía, Binner diciendo 'ni' y yo definiendo todo?".

Ante estas declaraciones, Binner evitó alimentar la disputa interna y consideró que no es un referente "ambiguo" porque "en la teoría y en la práctica estamos actuando correctamente", dijo en declaraciones a radio FM Blue.

viernes, 30 de julio de 2010

CRISPACION DESENFRENADA

Santa Fe boxing club

Por Artemio Lopez

Otra de las internas republicanas que está que vuela en este momento, es la que mantiene la UCR y el PS por el armado de las listas para la gobernación de Santa Fe.

Más alla de su márketing de gilastrunes celestiales, los mormones socialistas son una orga temible y están en una dura disputa por imponer sus candidato y la cabeza de lista para las elecciones provinciales, que recordemos , según la consititución provincial debe desdoblarse de la nacional y acontecerá en agosto o setiembre.

El candidato original es Miguel Lifschitz (?), sobre todo porque es bien sabido que Hermes no se banca a Pechito Giustiniani ( o muñeco e´torta, en lengua Binneriana). Los radicales que reclaman esta vez la sortija, tienen puestas la fichas en el intendente de Santa Fe capital el Ingeniero Mario Barletta , que según los sondeos anda bien ( vamos a ver que noticias trae Robustelli tras la medición que está realizando , amplia y casa por casa en la provincia)

Las especulaciones son varias. La que domina sugiere que los radichas aprietan con poner el candidato a gobernador pero en rigor buscan chupar la mayor cantidad de cargos expectantes, posibles, especulando con la alianza provincial a nivel nacional, antes que los mormones del clavel rojo los dejen de seña y les fumen los mejores lugares, como es habitual. La crispación desenfrenada entre ellos, es una chance en estos meses que vendrán.

Sin embargo impresiona que finalmente los acuerdos llegarán y el socialismo comadará la boleta provincial en setiembre, más ahora que Hermes , sin reelección y despejado el factor tío Cleto y tía Lilita que no están ya ni para concejales , parece con chances de subirse a la fórmula nacional del Acuerdo Cívico, según nos lo confirmara para Ramble en exclusiva y por Twitter ( somos bananas y tenemos Twitter y Facebook) , el mismísimo John Roy Winston Onno Lennon Cortina!
Despojada de la tracción territorial provincial por el desdoblamiento constitucional y con el soleado Lole sin participar, las chances del FPV a nivel nacional parecen mejores que las de 2009 en la provincia , donde su performance fue una de las patas del trípode de la muerte .

El búnker socialista habla incluso, en particular el socialismo rosarino -- Lifchitz por convicción pero también por su posición en la interna socialista contra Pechito, mantiene simpatías manifiestas con K --, de un 30 % de proyección de votos ( casi 3 puntos nacionales ) para la lista que lleve a la cabeza a Néstor Carlos Kirchner, el buenazo de Pierre. Parece optimista hoy el número, pero para nada imposible. Se verá.

Publicado por Artemio López
Festival por la Unidad Latinoamericana

En la CASA DEL PUEBLO HAEDO este Sabado 31 de Julio de 2010, desde las 17 horas, se realizará el FESTIVAL POR LA UNIDAD LATINOAMERICANA.




Habrá exposiciones fotográficas; de pinturas; literarias. Paneles de charlas- debate; teatro y, proyecciones de cortos vinculados a la unidad latinoamericana. Además se presentarán bandas en vivo NICO FERNANDEZ, PAISANO, VENTOR Y OMNIA. A la media noche FIESTA LATINOAMERICANA.

Con entrada libre y gratuita, en MARCOS SATRE 57 HAEDO. (A 1 cuadra de la estación del Ferrocarril ex Línea Sarmiento).

CAMBALACHE OPOSITOR

POBRE PS, DONDE LO QUIEREN METER

Binner, Carrió, Meoni, Stolbizer, Adrián Pérez y Jesús Rodríguez dicen de todo y se tiran con todo


Viernes 23 / Página 12

- Elisa Carrió: “Nunca le pedimos un favor a un corrupto, porque cuando uno le pide un favor a un corrupto termina pactando la impunidad posterior de De Vido cuando uno llega al gobierno. Yo no le acepto ninguna invitación ni al Guasón ni a su esposa”.

- Ricardo Alfonsín: “No necesito ser descortés para mostrar mi oposición al Gobierno. El diálogo y la cortesía son mi espacio para hacer política”.

- Jesús Rodríguez: “Nosotros somos de verdad democráticos. Creemos en el diálogo y en la tolerancia. No podemos condenar a los caníbales y practicar la antropofagia”.

- Mario Meoni: “Si Alfonsín es atendido y tiene tan buena relación con el gobierno nacional, sería bueno que le reclame en nombre de todos los intendentes de la UCR que no tienen acceso a los funcionarios”.

Domingo 25

- Margarita Stolbizer: “Cada vez que Carrió abre la boca divide y debilita. Debilitar a un potencial candidato, a uno de los líderes que mejor está en la consideración pública, es funcional a Kirchner. Hay que tener otro tipo de actitudes para liderar este proceso”.

Martes 27

- Hermes Binner: “No compartiría una fórmula con Carrió. Es una persona complicada. Si puedo aprovechar y sumar mis conocimientos al Acuerdo Cívico, a nivel provincial y municipal, en buena hora, pero por mi cabeza no pasa nada excluyente. No es mi estilo de vida”.

Miércoles 28

- Elisa Carrió: “Binner tiene razón. Yo soy complicada. Somos una fuerza difícil, porque nunca hemos sido ambiguos. Siempre hemos luchado contra la corrupción, no hemos tenidos relaciones con ministros corruptos, tenemos posiciones muy claras, muy precisas, somos auténticos, no somos ambiguos”.

Jueves 29

- Hermes Binner: “Siempre valoré su actitud valiente de denuncia. No es momento de hablar del tema de la fórmula. No estamos en elecciones, tenemos que pensar en otra cosa”.

- Adrián Pérez: “Tienen que dejarse de joder todos. Hay que construir un espacio progresista serio que pueda gobernar como la sociedad reclama. Hay que bajar los decibeles de la disputa para trabajar en una idea común”.

CARRIO, CONTRA BINNER, ALFONSIN Y STOLBIZER. FABIANA, CADA DIA MAS CERCA DEL GOBIERNO DE CRISTINA.

Por las peleas, Carrió insinuó que podría dejar el Acuerdo Cívico

Por Nicolás Wiñazki

Nunca antes el Acuerdo Cívico y Social (ACyS) se encontró en un estado de mayor debilidad. Una de sus socias principales, Elisa Carrió, puso en duda ayer la posibilidad de seguir actuando políticamente dentro de ese esquema, que también nuclea a la Unión Cívica Radical (UCR), al Partido Socialista (PS), y al GEN, de Margarita Stolbizer: “Si tenemos que ir a una interna, lo haremos, pero si estorbamos o molestamos nos iremos a otro esquema . Tengo una decisión del alma y es que a la Alianza no vuelvo”, anunció por la mañana, cuando salió a replicarle al gobernador socialista Hermes Binner que la calificó como una persona “complicada”.

Por la tarde, Clarín le preguntó por las críticas que recibió en los últimos días de parte de varios actores importantes del ACyS: “Se ensañaron conmigo” , se quejó mientras entraba al gimnasio del club del barrio porteño de Monte Castro, “Defensores de Cervantes”, donde encabezó una charla junto a un centenar de jubilados.

Carrió fue más allá, y de alguna manera “ninguneó” al socialismo y al GEN al explicar que dentro del Acuerdo Cívico y Social había sólo dos partidos que tenían estructuras a nivel nacional. Sin mencionarlos, estaba hablando del suyo, la Coalición Cívica, y también de la UCR: de inmediato dio a entender que prefería no entrar en “discusiones” con partidos “provinciales”.

Durante la mañana había desplegado una serie de descripciones de sus aliados. Fue rotunda: “Binner es ambiguo, Ricardo Alfonsín no tiene experiencia política y Stolbizer pedía mi renuncia durante la Alianza” .

En la charla con los jubilados, a quienes explicó los alcances del proyecto sobre el 82% móvil junto a los diputados Adrián Pérez y Fernanda Reyes, Carrió justificó las críticas a sus aliados: “No solo tenemos que pensar en ganar el año que viene, sino que tenemos que garantizar que haya un futuro”. Antes había contado que señalaba las actitudes de algunos “amigos” cuando veía que “dejaban de caminar por el medio y se iban a un costado: yo les digo que vuelvan al medio”.

Se lo dedicó a Alfonsín, a quien había criticado por participar de un acto junto a la presidenta Cristina Kirchner y parte de su Gabinete, en la localidad de Chascomús. Fue entonces que le pidió a su audiencia que “no se preocupe” cuando la veían pelearse “por televisión”. Hizo un chiste: “Me atacan y me pongo divina. ¿No vieron que ahora que Aníbal Fernández dejó de atacarme y me volvieron a salir arrugas?”.

Carrió cerró el día en TN. Dijo que Stolbizer la critica ahora, pero fue candidata con ella. Y echó sospechas sobre Binner porque “hace obras con De Vido e inaugura el casino de Cristóbal López” . Sic. El socialista porteño Roy Cortina le retrucó: “Hay que concentrarse en armar una alternativa”.


Ríos, una ex ARI más cerca de los K

La gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, ex integrante del ARI liderado por Elisa Carrió, elogió ayer varias de las medidas del Gobierno. Resumió su posición diciendo que tenía “cuestiones de grandes coincidencias” con la gestión K. Entre las medidas que Ríos destacó se encuentran “la reestatización de Aerolíneas Argentinas y las AFJP, el desarrollo de la industria nacional, la Ley de Comunicación Audiovisual y el matrimonio igualitario” (aunque el último proyecto no lo impulsó el Gobierno).

Definió al kirchnerismo como “una línea pragmática dentro del peronismo, en la cual hay coincidencias con otros sectores”. Fue durante una entrevista con la televisión pública de su provincia.

A pesar de esas palabras elogiosas a los K, la gobernadora no descartó participar de las elecciones dentro de una alianza opositora: “No tengo problemas en acordar con la UCR ni con el peronismo. Hay que acordar en lo institucional, pero no en una alianza sólo para llegar, que tiene vida efímera”.

Ríos no dijo si sus 2 senadores seguirán apoyando los proyectos K y se opondrán al 82% móvil a los jubilados. “Mi aspiración es dejar una provincia mejor”, se atajó. (Clarín)

martes, 27 de julio de 2010

DIFERENCIAS POR LAS RETENCIONES A LA SOJA

La Mesa de Enlace sigue crujiendo

Página 12

A pesar de que ayer los dirigentes agropecuarios negaron malestares por las posturas sobre las retenciones a la soja, el tema sigue generando roces dentro de la Mesa. Ricardo Buryaile, presidente de la Comisión de Agricultura de Diputados y dirigente de CRA, afirmó que la segmentación, un reclamo de la Federación Agraria para que los pequeños productores tributen menos, "es técnicamente complicada". Referentes opositores y dirigentes agropecuarios acordaron, aunque con diferencias, segmentar y bajar en forma escalonada las retenciones a la soja.
El presidente de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, y el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi. Ayer se reunieron para mostrarse unidos, luego de que Buzzi dijera que entre la FAA y la SRA hay un "abismo" que "no se ha logrado zanjar a lo largo de este año".

Los dirigentes de la Mesa de Enlace y los referentes de la oposición mantuvieron un encuentro llamado "Las retenciones ante la inminente caducidad de las facultades delegadas", en el marco de la 124 Exposición Rural que se lleva a cabo en el predio ferial de Palermo. En el panel, miembros de la oposición coincidieron en que las mismas "no se prorrogarán" y aseguraron que buscarán "consenso para terminar" con el actual sistema de cobro de retenciones. El constitucionalista Daniel Sabsay aclaró que "el derecho de exportación es un sinónimo de impuesto" y consideró que a partir del 24 de agosto regirá "el principio de legalidad" por el cual "su delegación es prohibida".

La diputada Margarita Stolbizer dijo que "la discusión de las retenciones es de corto plazo" y que "es necesario reestructurar todo el sistema tributario", al tiempo que pidió a las entidades del campo que "no trasladen" a los partidos de la oposición las diferencias que pueden existir en el seno de las agrupaciones que conforman la Mesa de Enlace.

Por su parte, Elisa Carrió apoyó "la eliminación de las retenciones a todos los productos menos a la soja". "Hay dos posiciones: soja con retenciones sin segmentación y la otra es segmentación de los pequeños productores", explicó, y opinó: "No estoy de acuerdo con la segmentación; ¿quién se va a hacer responsable si a los pequelos productores no les devuelven la plata?; prefiero subsidio directo y crédito blanco para el pequeño productor.

Desde el Peronismo Federal, Felipe Solá señaló que "el bloque del Peronismo Federal está de acuerdo con que se eliminen las retenciones y sean segmentados los pequeños productores" en el caso de la soja, detalló. En tanto, Gerardo Morales y Adolfo Rodríguez Saa coincidieron en que tanto en el Senado como en Diputados hay "número suficiente" para impedir que se prorroguen las facultades delegadas.

En este punto Stolbizer disintió con Morales y el dirigente puntano: "Hoy no hay número, el número se construye y hay que construir consenso con una oposición muy diversa", observó. En este contexto, el diputado radical Oscar Aguad pidió "que las entidades se pongan de acuerdo" respecto de la propuesta para eliminar las retenciones y apuntó a buscar un acuerdo que contemple "equidad tributaria y sustentabilidad".

Más temprano, Ricardo Buryaile, hombre de Confederaciones Rurales Argentinas y titular de la Comisión de Agricultura de Diputados, había afirmado que la segmentación de la aplicación de las retenciones a las exportaciones de granos "es técnicamente complicada" y consideró, en oposición, que "bajar gradualmente las retenciones es algo razonable. La graduabilidad implica razonabilidad".

Sin embargo, sostuvo que "la segmentación es el tema más difícil de resolver", y aseguró que "técnicamente es complicado, y no porque no haya voluntad política". En declaraciones a radio El Mundo, el legislador radical formoseño, que forma parte de la entidad que conduce Mario Llambías, aseguró que "hay que buscar cómo se hace técnicamente factible una decisión política como es devolverle al sector más chico las retenciones".

Por su parte, el diputado nacional por el Acuerdo Cívico y Social de Chaco Pablo Orsolini había admitido que existen diferencias en el seno de la Mesa de Enlace y consideró que "algunas pueden ser insalvables", pero en otras "es posible acordar y trabajar en conjunto". De todos modos, el ex dirigente de Federación Agraria insistió en "la necesidad de segmentar las retenciones a la exportación de granos para diferenciar entre los grandes y pequeños productores".

"Yo siempre dije que no nos unió el amor, sino el espanto. Y que cuando las aguas se tranquilizaran las diferencias iban a surgir. Hoy las diferencias están surgiendo. Algunas sí puede ser insalvables, pero en otras podemos acordar y trabajar en conjunto", remarcó Orsolini sobre los contrapuntos entre los dirigentes de la Mesa de Enlace.

Link a la nota:
http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/ultimas/20-150231-2010-07-27.html

lunes, 26 de julio de 2010

Triste, solitario y final

El análisis de Oscar González*/Buenos Aires Económico

La farandulización de la política, el marketing electoral y la puesta en escena en reemplazo de la acción cívica, exhibe en estos días un nuevo, aunque previsible, capítulo. Protagonizado esta vez por el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, fiel al estilo de aquellos dirigentes característicos de los años ’90, el episodio recuerda la etapa en que imperaban las llamadas reformas de mercado.
En aquel entonces, los organismos financieros internacionales no sólo imponían sus paradigmas privatistas y condiciones implacables de endeudamiento nacional, sino que encima sus vicarios locales apelaban al histrionismo mediático para enmascarar su ostensible falta de aptitud para gestionar el remanente de lo público.
Eran los tiempos en que la economía sometía a la política, cuando el ministro de Economía valía más que el presidente, esa etapa que tenía a Ronald Reagan en los Estados Unidos, a Menem en la Argentina, a Collor de Melo en Brasil y que, ahora, en la retrogradada Europa habitan el italiano Berlusconi y el francés Sarkozy, quienes navegan la crisis capitalista mundial recortando jubilaciones, salarios y gasto social.
Precisamente, allá como acá, es el fracaso de las reglas neoliberales lo que ha desnudado dramáticamente la irresponsable frivolidad de los dirigentes, en la misma medida en que contribuyeron a la devastación social dondequiera que se aplicaron esas políticas, incluso en el corazón del capitalismo mundial.
Eco tardío de aquellas experiencias de gobiernos atendidos por sus propios dueños, la elección de Mauricio Macri como jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires fue parte de esa experiencia, una secuela postrera de la experiencia menemista.
Arribaba la ilusión de que un empresario supuestamente exitoso, para la prensa del corazón al menos, podía replicarse como un buen administrador del estado porteño. Y para un sector importante del establishment se cumplía el sueño de que uno de los suyos asumía directa y personalmente, sin mediación de los partidos tradicionales, la administración de la ciudad argentina de más alto ingreso.
En otros ámbitos se supuso que la incorporación de algunos dirigentes de la derecha justicialista podría salvar al staff macrista, formado por empleados jerárquicos del holding familiar y ex compañeros de su exclusivo colegio secundario, de su propia y brutal incompetencia.
Así las cosas, el 60% obtenido por el empresario no pudo disimular por mucho tiempo tres rasgos notables de su administración: el ninguneo olímpico a todos, absolutamente todos, los deberes sociales del Estado; el increíble desvanecimiento de los límites entre lo estatal y lo privado y, por fin, la manifiesta torpeza e incompetencia para gestionar cualquier política urbana.
Estos tres rasgos se condensan ahora en la actitud y las respuestas del jefe de Gobierno frente a su procesamiento por haber montado un aparato de espionaje que cumplió funciones privadísimas, pero con aspiraciones de servir como estructura de inteligencia política de la flamante policía local, algo taxativamente prohibido.
La puerilidad de los argumentos con que Macri impugna su procesamiento, la irresponsabilidad con que enfrenta la crisis que atraviesa su gobierno y, sobre todo, la pretensión de impunidad que ahora lo lleva a intentar que lo juzguen sus propios acólitos, son el corolario lógico del fin de una gestión donde lo único característico es la prepotencia ante los sectores sociales vulnerables, el manejo arbitrario del aparato municipal y la notoria carencia de idoneidad para administrar lo público.
Con la crisis de PRO en la gestión de la Ciudad se extingue la ingenua ilusión en una derecha moderna y eficaz, capaz de limpiar las calles de todo lo que molesta, y se desbarranca asimismo el sueño de ciertas capas medias acomodadas que confiaron en las promesas de un esplendor que nunca llegó. Ahora asisten desalentadas al intento de ocultar todos esos fracasos atribuyendo sus penurias a un Gobierno nacional que, la verdad sea dicha, mira sin sorpresa el fracaso anunciado de una gestión incompetente.

*Ex diputado nacional del Partido Socialista. Secretario de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete de Ministros.


sábado, 24 de julio de 2010

Un texto de Carlos Ominami, ex senador socialista chileno

Kirchner y lo políticamente correcto

Por Carlos Ominami*

Publicado por el diario La Tercera, de Chile, el 19 Julio de 2010

Me cuento entre quienes le tienen respeto al ex Presidente Néstor Kirchner, actual secretario general de Unasur, y a la Presidenta Cristina Fernández.

Para algunos, esto no es "adecuado". No me importa. Precisamente, la política está envilecida por el cálculo y la falta de convicciones, ingredientes de lo que denominan "lo políticamente correcto". Los Kirchner han sido capaces de desafiar esa lógica. Ahí están sus méritos y la explicación de las críticas que concentran.

Sabemos que si la política es un oficio duro, su ejercicio es particularmente difícil en Argentina. Y si algo no se puede desconocer, son los méritos de los K. En 2003, Néstor Kirchner tuvo la lucidez de asumir una postulación presidencial prácticamente desde la nada, partiendo con el 1% en las encuestas y de una provincia patagónica como Santa Cruz. Lo que puso por delante fue su convicción de que podía aportar a Argentina, atreviéndose a desoír los consejos del FMI y sin poner por delante los intereses de la comunidad financiera.

Hacía décadas que Argentina no crecía como lo ha hecho estos últimos años. No por azar Cristina Fernández fue electa Presidenta y Néstor Kirchner terminó su período con una alta adhesión. Para nadie es un misterio que el gobierno de Fernández ha debido enfrentar dificultades, entre otras, la crisis financiera mundial (sin ir más lejos, Chile tuvo una tasa de crecimiento de -1,5% en 2009).

Ella continuó en la línea de asumir desafíos con altos costos por la profundidad de los intereses heridos. Así ocurrió con el tema de las retenciones, donde se trataba de establecer una mayor equidad en la distribución de la renta que genera el desarrollo agrícola. Es probable que esto haya adolecido de imperfecciones técnicas, afectando a sectores que quizás no tenían que serlo, pero nadie que se diga progresista puede objetar la lógica de la iniciativa. De la misma manera, nadie podría objetar lo justo de lo adoptado en materia previsional. En Argentina sí se hizo una reforma que terminó con las AFJP, que se dedicaban más a utilizar los fondos para sus propios negocios que para garantizar pensiones adecuadas.

Otro tanto ocurrió con la ley de medios, que busca utilizar las posibilidades que abren las nuevas tecnologías para democratizar la pantalla y romper los monopolios. Y en eso, enfrentarse con un adversario importante como el diario Clarín significa asumir costos. Lo mismo se puede decir en la actualidad con el matrimonio gay, aprobado en la Cámara de Diputados y en el Senado, a pesar de la presión de la Iglesia.

He tenido el privilegio de conocer a diversos dirigentes y debo decir que, a estas alturas, no son muchos los que me impresionan. Kirchner es uno de ellos, por su perseverancia para, como él dice, "caminar, caminar y caminar poniendo por delante las convicciones".

¿Qué ocurrirá en el futuro político próximo de Argentina? Nadie lo sabe. Tengo, sí, una doble convicción. La historia de ese país ha sancionado a aquellos que han levantado alternativas en confrontación radical con el peronismo. De igual modo, fracasarán quienes busquen abrir paso a opciones que se pretendan progresistas, pero que tengan como norte derrotar a los K.

Con esto no estoy ignorando los problemas que existen, y que tienen que ver con transparencia y calidad institucional. En este sentido, me dio gusto escuchar personalmente al ex Presidente Kirchner, señalando la necesidad de construir una transversalidad que dé a Argentina una estructura que supere las tendencias caudillescas que han sido la tónica de los últimos 50 años.




*Carlos Ominami es un dirigente del socialismo chileno que fue ministro de Economìa y Senador en varias oportunidades de los sucesivos gobiernos de la Concertaciòn.

viernes, 23 de julio de 2010

PAGA DIOS

La logística de la Iglesia para oponerse a la ley

Por Franco Mizrahi / Revista Veintitrés

Una cruzada más se sumó al historial de la Iglesia Católica argentina. En la nueva puja de poder contra el Estado, el cardenal Jorge Bergoglio y monseñor Héctor Aguer, el arzobispo de La Plata –dos de sus máximos exponentes– desplegaron todo su arsenal para evitar que se apruebe el matrimonio entre parejas del mismo sexo. Por eso financiaron el acto masivo que se realizó frente al Congreso el martes 13. Las instituciones educativas católicas jugaron un rol crucial, ya que presionaron a los docentes para que se movilizaran al evento, convocaron a los padres y facilitaron la concurrencia del alumnado, que se cruzó en la plaza con personajes como Cecilia Pando y otros defensores de la última dictadura militar.

Presidente de la comisión de educación de la Conferencia Episcopal Argentina y el más claro exponente del conservadurismo argentino, Aguer jugó un papel protagónico en el armado del frente opositor a la ley. “Es un hombre de pensamiento nacionalista, de derecha –describe el ex sacerdote Antonio Daniel Fenoy, profesor de teología y coordinador del seminario de Teología de la Liberación en la UBA–. Tiene relación con los más altos mandos militares de la dictadura. Era confesor de Carlos Ruckauf, adalid de la mano dura. Y es el único obispo del país que ordena curas del Instituto del Verbo Encarnado, congregación religiosa cercana al lefebvrismo.”

Bajo la órbita de Aguer también está el Consejo Superior de Educación Católica (Consudec), presidido por Alberto Bustamante y Ángela Varela, quien además de ser la vicepresidenta de la institución religiosa es la directora de la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino (FASTA). Esta fraternidad nacionalista de derecha fue fundada por el sacerdote dominico Aníbal Fosbery, quien a principios de abril del 2003, al inaugurar una sede de FASTA en Bariloche, defendió a un oficial nazi juzgado por el asesinato de 335 civiles en 1944: “Permítanme que de modo personal exprese en nombre de FASTA nuestro recuerdo y gratitud al entonces presidente de la Asociación Germano Argentina en Bariloche, señor Erich Priebke”. Quienes conocen la fraternidad de cerca aseguran que la línea de Fosbery –que apoyó la dictadura militar y los levantamientos carapintadas de Aldo Rico y Mohamed Seineldín– se mantiene.

Con este cuadro de situación no sorprende la denuncia de un preceptor de una escuela católica platense que reveló el mecanismo utilizado por el arzobispado local para sumar docentes al planteamiento opositor al matrimonio igualitario: “En todas las salas de profesores se colocaron planillas con el petitorio en contra del matrimonio homosexual y del derecho al aborto. Los docentes que no firmaban quedaban marcados. En los colegios primarios les enviaron notas a los padres en cuadernos de comunicaciones convocando a la movilización”, aseguró el docente que pidió reserva de identidad por temor a represalias. A su vez, todos los alumnos de las escuelas y universidades católicas que concurrieron a la manifestación no tuvieron ausente. La Universidad Austral, ligada al ultramontano Opus Dei, dio asueto.

El rol de las instituciones educativas católicas no es menor, porque allí reside el centro de poder de la Iglesia argentina. Un dato económico sirve para evaluar la situación: el Estado, a través de la Secretaría de Culto, le gira a la Iglesia para sueldos de obispos, arzobispos y mantenimiento de la infraestructura religiosa poco más de 20 millones de pesos. Mientras que los subsidios a las escuelas privadas confesionales dependientes de la curia en Capital Federal y la provincia de Santa Fe, solamente, superan los 900 millones de pesos anuales. A la vista está que la educación es una fuente de poder simbólico y económico.

De cualquier forma, no todo se reduce a ese ámbito. Cada vez que se ve amenazada, la Iglesia despliega todas sus armas para no perder ni un resquicio del poder que supo acaparar por siglos. Y, según declaró Bergoglio, el matrimonio homosexual “es la pretensión destructiva del plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo sino de una movida del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios”. Por eso, el domingo 11 de julio, el cardenal primado instó a que se leyera un documento “sobre el bien inalterable del matrimonio y la familia” en todas las misas del país.

A contramano de su atraso cultural, la Iglesia aprovechó el correo electrónico para hacer correr como río de pólvora la “Declaración ciudadana por la vida y la familia”. También presionó a los legisladores desde el escenario montado en el Congreso: “No votaremos más a aquellos políticos que voten por el matrimonio homosexual, se abstengan o se ausenten durante la votación, y trabajaremos para que la mayor cantidad de ciudadanos de todas las provincias también lo haga”, alertó el locutor. Los políticos que mantienen línea directa con la curia, como la senadora Liliana Negre de Alonso, se vieron beneficiados. La senadora por San Luis tuvo su minuto de gloria cuando se paseó por la manifestación anaranjada. Por su parte, el columnista de La Nación Joaquín Morales Solá afirmó que trascendió una conversación telefónica entre la diputada Elisa Carrió y Aguer.

No es para sorprenderse. Todo estuvo perfectamente diagramado. Según los choferes, los micros pagados por la Iglesia tenían un tarifario que variaba según las distancias: los que venían del conurbano cobraban aproximadamente 500 pesos, los de La Plata 1.000 pesos, y los de Rosario, 3.000 pesos.

A las claras, una movilización que en logística nada tuvo que envidiarles a las organizadas por los punteros del conurbano. Una movilización como Dios manda.

LOS NUEVOS DERECHOS

Un paso gigantesco

Por Horacio Verbitsky

El impacto social de la ley que amplió el derecho civil al matrimonio con independencia del sexo de los contrayentes ha sido tan grande, que incluso dirigentes que habían manifestado su oposición se postulan ahora como padres o madres adoptivos de la victoria. En cambio, no ha habido quien asumiera alguna responsabilidad en la derrota de la posición contraria, que cada uno atribuye a errores ajenos. Pero tanto quienes hoy festejan aquello que ayer combatieron, como los vinagres que detestan lo sucedido, coinciden en la elección del Gran Responsable. Esta cinta azul de la popularidad corresponde al presidente de la Iglesia Católica en la Argentina, Jorge Mario Bergoglio.

Horas antes de la votación, la jefa de la Coalición Cívica Libertadora, Elisa Carrió, propuso eliminar del Código Civil el matrimonio, que quedaría reservado para el sacramento católico. Eso es lo que ocurría hasta 1887, antes de la ley de matrimonio civil. La Iglesia resistió aquel avance con tanto denuedo como haría con la ley de divorcio en 1954 (cuando en represalia promovió el derrocamiento de Juan D. Perón), en 1987, cuando la impulsó la “sinagoga radical” de Raúl Alfonsín, y con la ampliación del matrimonio a todas las personas este año. En su lugar Carrió propuso una Unión Familiar, que hubiera consagrado vínculos de primera y de segunda clase, para lo cual no sintió necesidad de consultar con heterosexuales, que hubieran visto rebajada la categoría de su matrimonio, ni con homosexuales, que aspiraban a un reconocimiento menos mezquino. Equivalía a tratarlos como apestados: si se les permitía unirse ante la ley era preciso cambiar el nombre a la institución para no contaminarla. Pero tres días después de la sanción legislativa Carrió dijo que estaba “muy contenta porque se hayan reconocido los derechos” y que todo su bloque votó a favor. Es cierto, así lo hizo María Eugenia Estenssoro, que es todo su bloque en el Senado. En Diputados, la propia Carrió se abstuvo, porque dijo que quería cumplir con su Iglesia (que no reconoce los derechos que ahora la alegran) pero que una de sus principales colaboradoras es lesbiana. No la consultó antes de utilizar en el debate público una cuestión íntima que esa persona no tenía intención de revelar. En cambio, sí habló con varios ensotanados antes de lanzar su retrógrada propuesta. También sostuvo que “la Iglesia entró en la trampa de los Kirchner”. Explicó que Néstor Kirchner “iba por la Iglesia” porque “le encanta dividir” y que Bergoglio debería haber actuado como un torero (“había que esquivar”). Según Carrió “perdieron los dos”, aunque se cuidó de explicar en qué consistiría la presunta trampa y en qué sentido puede afirmarse que Kirchner perdió, salvo en los deseos de la líder de la CCL. La cronología muestra que Kirchner recién intervino en el debate cuando Bergoglio llamó a la “guerra de Dios”, para opinar en contra del fanatismo. La convocatoria a una marcha sobre el Congreso para presionar a los legisladores malversando en forma fraudulenta recursos que el Estado entrega a la Iglesia Católica para gastos educativos y no para hacer política, precedió en varias semanas a la intervención de Kirchner.

El columnista principal del diario La Nación, Joaquín Morales Solá, también celebró la aprobación de una ley que “amplió los derechos civiles” y dijo que “el principio de igualdad triunfó sobre los principios religiosos”, aunque cuatro días antes la había denunciado como parte de una guerra cultural de Kirchner contra la Iglesia católica, bajo el inequívoco título “Otra batalla innecesaria”, y había sugerido el mismo emplasto sustituto que Carrió. Según Morales Solá, Bergoglio, a quien adscribe a una presunta “línea moderada”, se dejó llevar por su pugna interna con “los sectores ultraconservadores” que personifica el candidato a sucederlo en la presidencia del Episcopado, Héctor Aguer, y así pisó en falso. Su carta a las monjas carmelitas sobre la envidia del Diablo y la guerra de Dios sólo estaba destinada al consumo interno de esas mujeres enclaustradas, como quien les cuenta una historia de brujas a los chicos. Pero sus enemigos internos la hicieron publicar sin su autorización en la Agencia Informativa Católica Argentina, que “no tiene dependencia formal ni informal de la conducción de la Iglesia”, pretende JMS. También esta es una expresión de deseos: antes que en AICA la carta fue publicada en su edición de julio por el Boletín Eclesiástico del Arzobispado de Buenos Aires. Si al órgano oficial de expresión de Bergoglio también lo manejan sus enemigos, estamos en problemas Houston.

La sociedad argentina es un poco mejor ahora y es bueno que importantes líderes de opinión puedan quitarse por un momento el lente del antikirchnerismo patológico con que filtran cada tema, para apreciar la importancia de un paso gigantesco en la lucha por la ampliación de los derechos para todos sus habitantes, incluyendo a los más vulnerables y desprotegidos.

miércoles, 21 de julio de 2010

EL FORO DE SAO PAULO EN BUENOS AIRES

Causa Común

Por Oscar González*/ Tiempo Argentino

Cuando en diversos países del área asoman algunas intenciones de restauración conservadora que evocan las perversas modalidades del neoliberalismo, sesionará en Buenos Aires, el decimosexto Encuentro del Foro de Sao Paulo (FSP), el ámbito que agrupa a más de 80 partidos progresistas, populares y de izquierda de 33 países latinoamericanos y el Caribe, fundado a instancias del Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, en 1990.

Al momento de su constitución, las fuerzas partidarias del cambio social en América Latina afrontaban el desafío de resistir el embate privatista, antiestatal y pro mercado que retenía como rehén a la región aplicando los aviesos lineamientos del Consenso de Washington. Entonces, quienes se comprometieron a hermanarse en la causa común eran, en general, las organizaciones más radicalizadas y decididas: además del PT, el sandinismo nicaragüense, el FMLN de El Salvador, el MAS boliviano, el PC de Cuba y varios partidos socialistas y comunistas de distintos países.

Los tiempos que siguieron fueron de enorme significación para el subcontinente, ya que una decena de partidos del Foro dejaron la oposición para ir progresivamente accediendo al poder y desde entonces cotejan con la compleja realidad los propósitos renovadores contenidos en el documento suscripto en la capital paulista hace exactamente 20 años. Así, Hugo Chávez en febrero de 1999, Lula Da Silva en enero del 2003, Nestor Kirchner, en mayo del mismo año, Tabaré Vázquez en marzo de 2005, Evo Morales en enero de 2006, Michelle Bachelet en marzo del mismo año, Rafael Correa en enero de 2007 y Fernando Lugo en agosto de 2008, fueron protagonistas de la escalada reformista continental, que continúan también Cristina Fernández desde 2007 y Pepe Mujica desde marzo pasado.

Hoy, verificada en la práctica la viabilidad de estos procesos de cambio y consolidadas, en mayor o menor grado, las condiciones de su permanencia en el tiempo, resulta propicio que el XVI Encuentro del FSP sesione del 17 al 20 de agosto en Argentina, donde un gobierno de sensibilidad nacional, popular, de izquierda democrática y latinoamericanista, asume el mismo reto que aquellos precursores de hace dos décadas.

*Dirigente socialista. Secretario de Relaciones Parlamentarias del gobierno nacional.

lunes, 19 de julio de 2010

CAMBIA, TODO CAMBIA

Izquierda y diversidad

Por José Natanson/Pagina 12

Ni el pluralismo ni la apertura eran características propias de la izquierda clásica, que tendía a ignorar a las minorías, prestaba poca atención a las demandas particularistas y nunca contempló a la discriminación como un verdadero problema.

Algunos ejemplos latinoamericanos ilustran esta afirmación. La Revolución Nacional Boliviana de 1952, que algunos califican como la más radical del siglo XX en Sudamérica, encaró un breve pero muy ambicioso proyecto de inclusión social, con base en los sindicatos mineros, que produjo algunos avances notables, como la nacionalización de los recursos naturales, el voto universal y el reemplazo del ejército por milicias de obreros y campesinos. Y si bien es cierto que eliminó algunas normas segregacionistas (los indígenas, por ejemplo, tenían prohibido pisar la Plaza Murillo, equivalente paceño de la Plaza de Mayo), lo hizo a partir de un proyecto de homogeneización en clave mestiza, al estilo de la Revolución Mexicana, dentro del cual la cuestión étnica no ocupaba ningún lugar.

Otro ejemplo. Entre febrero de 1981 y diciembre de 1983, después de derrocar a la dictadura más longeva de Centroamérica, el gobierno de Daniel Ortega, en su afán de imponer la reforma agraria y eliminar cualquier vestigio de resistencia somocista, chocó contra la resistencia de las comunidades de indígenas miskitos de la orilla del Río Coco. Con el argumento de que muchos de ellos colaboraban con la Contra, el sandinismo forzó una relocalización masiva. Los miskitos denunciaron varios episodios de represión, en particular el conocido como “Navidad roja”, que derivó en el exilio de 10 mil indígenas a Honduras. Algunos de estos acontecimientos se encuentran razonablemente documentados y le valieron acusaciones a Ortega en tribunales locales, así como una advertencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Pero el caso más interesante es, sin dudas, el de Cuba, que siempre consigue ubicarse en los extremos. En 1961, dos años después de la toma del poder, el gobierno de Fidel Castro lanzó una serie de redadas masivas en La Habana con el objetivo de detener, según la documentación oficial, a pederastas, prostitutas y homosexuales. Este proceso llegó a su punto máximo en 1965, con la organización de las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), que funcionaron como campos de trabajo forzado de aquellos considerados “antisociales”, entre los que se incluía a militantes católicos, testigos de Jehová y homosexuales. Para estos últimos se sancionó la Ley de Ostentación Homosexual, que permitía detenerlos sin mucho trámite. Como explica la investigadora cubano-americana Frances Negrón-Muntaner (“Mariconerías de Estado”, Nueva Sociedad 218), el machismo caribeño, el estalinismo soviético y el catolicismo español se conjugaron para crear una poderosa “homofobia de Estado”, que también se explica por la identificación de los homosexuales con el turismo estadounidense prerrevolucionario, considerado burgués y decadente.

Por supuesto, sería injusto reclamarles a los viejos comandantes revolucionarios que se pusieran al día con demandas de inclusión étnica, reconocimiento a las minorías sexuales o aceptación de la diversidad que recién estaban comenzado a surgir. Sin embargo, detrás de estos ejemplos aparentemente aislados hay un hilo invisible, un motivo estructural por el cual los ciclos de transformación más radical del siglo XX latinoamericano excluyeron sistemáticamente este tipo de planteos: me refiero a la idea, propia de un izquierdismo superficial, de que la igualación económica acabará de manera mecánica con todas las demás inequidades, y que, por lo tanto, cabe sólo ocuparse de esta primera y fundamental desigualdad, pues el resto viene después, automáticamente.

Es esta noción la que ha cambiado. La globalización, la fragmentación social y la expansión de las nuevas tecnologías de la comunicación, entre otros macrofenómenos contemporáneos, definen un mundo completamente distinto al del pasado, y a menudo contradictorio: las tendencias actuales uniformizan (sobre todo el consumo), pero también permiten un mayor conocimiento del otro, lo cual abre espacios de tolerancia que antes no existían; articulan grandes regiones económicas (ahí están los esfuerzos integracionistas tipo Mercosur) pero también implican una revalorización de lo local; borronean las fronteras nacionales (mediante, por ejemplo, las migraciones masivas) pero a la vez cargan al Estado-nación de una cantidad inédita de demandas; producen nuevas formas de exclusión, pero también una horizontalización de las relaciones sociales (lo que Manuel Castells denomina la “sociedad red”).

En América latina, estas transformaciones se produjeron en simultáneo con las primaveras democráticas experimentadas entre mediados de los ’80 y principios de los ’90. Así, los movimientos propios del mundo globalizado –indígenas, feministas, de afrodescendientes, etc.– se superpusieron, y a veces se articularon, con aquellos nacidos de la resistencia a las dictadura militares (fudamentalmente de derechos humanos).

La izquierda ha sido permeable a estos cambios. Hoy, además de las clásicas cuestiones de desigualdad económica y social, incluye en su agenda los temas de etnia y raza, género, diversidad cultural y sexual, ecología. Esto define un abanico de temas más amplio, diseñado un poco para adaptarse a los nuevos tiempos y otro poco como respuesta a un argumento tan evidente como novedoso: las diferentes desigualdades complementan o potencian la clásica desigualdad social, tal como revela el repaso de algunos datos básicos: en Brasil, por poner un ejemplo entre miles, la tasa de desempleo de los hombres blancos en 2006 era de 5,6 por ciento, la de los hombres negros de 7,1, la de las mujeres blancas de 9,6, y la de las mujeres negras de 12,5; ese mismo año, la informalidad laboral afectaba a 42,8 por ciento de los hombres blancos y, en el otro extremo, a 62 por ciento de la mujeres negras, y ni siquiera la educación alcanza a nivelar estas diferencias: a igual nivel de instrucción, los hombres negros reciben 73,9 por ciento de los ingresos de los blancos y las mujeres negras 54,9 (todos los datos son de IPEA).

Este tipo de estadísticas confirma la idea de que las desigualdades se reatroalimentan y que para acabar con una es necesario enfrentarlas a todas. Y ya sea por esta constatación, o por la necesidad de dar cuenta de la nueva agenda globalizada, lo cierto es que, como sostiene el politólogo uruguayo Daniel Chávez, el derecho a la diferencia comenzó a ocupar un lugar tan relevante como el derecho a la igualdad en el imaginario de la izquierda.

Apenas asumió el gobierno, en enero de 2003, Lula creó la Secretaría de la Mujer, orientada a impulsar políticas de igualdad de género, y en 2009 la convirtió en ministerio. También creó la Secretaría Especial de Políticas de Promoción de la Igualdad Racial, que implementa una serie de medidas de “acción afirmativa”, como cupos para negros e indígenas en las universidades públicas, exenciones fiscales para los centros de estudios privados que incluyan cierto porcentaje de estudiantes negros y cuotas en el empleo público. Aunque no asistió a la última reunión de la Asociación Brasilera de Gays, Lesbianas y Trans, Lula envió una carta en la que ratifica su apoyo a la organización y recuerda las leyes antidiscriminación impulsadas por su partido, en particular por Marta Suplicy, médica sexóloga, ex alcaldesa de San Pablo y conocida militante por los derechos de las minorías sexuales.

En Uruguay, el Frente Amplio consiguió la aprobación de la unión concubinaria, el cambio de sexo en el registro civil y una norma que habilitaría la adopción legal por parte de parejas homosexuales. En Chile, Michelle Bachelet cumplió su promesa de gobernar con un gabinete integrado en partes iguales por hombres y mujeres, impulsó una ley para equiparar la representación de género en los partidos políticos y una campaña de educación sexual en los colegios y de anticoncepción de emergencia en los hospitales públicos.

El régimen cubano, cuya capacidad de sintonizar los nuevos tiempos nunca conviene subestimar, derogó las leyes discriminatorias e incluso lanzó una ambiciosa y muy moderna política de inclusión de las minorías sexuales desde el Centro Nacional de Educación Sexual, cuya directora es nada menos que Mariela Castro, la hija de Raúl.

Por supuesto, no se trata de avances lineales. Dos años atrás, Tabaré Vázquez vetó la ley de despenalización del aborto aprobada por un acuerdo interpartidario impulsado por su propia coalición; Bachelet ha sido acusada por las organizaciones gays chilenas de hacer poco y nada en defensa de sus derechos; el PT, en cuyo origen se encuentran corrientes de cristianismo de base, se niega a hablar de aborto, y alcanza con echarles un vistazo a las blancas caras de la nomenklatura cubana para comprobar que la desigualdad racial está lejos de haberse resuelto.

En Bolivia, la Justicia comunitaria, que la reforma impulsada por Evo Morales elevó a rango constitucional como complemento de la Justicia ordinaria (“occidental”), ha sido acusada de penalizar conductas propias de la vida privada, como el adulterio (femenino). Y aunque sus defensores insisten en que las versiones más arcaicas, en donde por ejemplo la mujer adúltera era sometida a un corte de pelo como escarmiento, no están ya vigentes, de todos modos hay que reconocer que puede generar problemas: la tensión entre derechos humanos universales y multiculturalidad, una de las grandes contradicciones del mundo contemporáneo sobre la cual viene advirtiendo con lucidez Carlos Escudé (aunque Escudé, occidentalista militante, piensa más en las sociedades islámicas).

Por otra parte, no sólo la izquierda ha asumido como propias este tipo de banderas. Algunos partidos de derecha moderna, como el Partido Liberal alemán, se muestran abiertos a las demandas de tolerancia a la diversidad, aunque, al mirar el resto de las fuerzas de derecha europeas (el integrismo del PP español, el conservadurismo de los tories británicos o el reaccionarismo de cabaret estilo Berlusconi), hay que reconocer que es una excepción.

En general, se trata de cuestiones que la izquierda ha asumido como propias, como se confirma en Argentina al repasar los alineamientos legislativos: el centroizquierda (Proyecto Sur, Encuentro, Socialismo) votó unánimemente a favor, el centroderecha (PRO, Peronismo Federal) mayoritaria, aunque no unánimemente, en contra, y los dos partidos de centro, radicalismo y peronismo, divididos.

En cuanto al rol del Gobierno, es cierto que la iniciativa original no fue elaborada por el Frente para la Victoria y que el apoyo fue transversal. Pero también es verdad que el Gobierno destrabó el proyecto primero y lo impulsó con fuerza después, y que sin ello difícilmente hubiera sido aprobado. Si se miran con atención los comentarios previos, es fácil comprobar que quienes están en contra del Gobierno pero a favor del matrimonio gay (legisladores socialistas y radicales, algunos periodistas de televisión) defendieron la tesis de que se trata de una iniciativa de todo el arco político, no atribuible exclusivamente al kirchnerismo, en tanto que aquellos que se oponen por igual al proyecto y al Gobierno (el diario La Nación, la Iglesia) acusaron a este último de presionar para su aprobación. Por si hacía falta, esto confirma el rol clave desempeñado por el kirchnerismo, que con esta decisión se sitúa a la altura de la más moderna izquierda latinoamericana.

MATRIMONIO IGUALITARIO

Para Amnistía Internacional, es un "paso histórico"

La entidad humanitaria pidió a los países de la región que también legalicen el matrimonio igualitario La organización llamó al resto de América Latina a "seguir el ejemplo" de la Argentina, en un comunicado en el que felicitó al país por la medida aprobada la semana pasada. Calificó lo sucedido como un "paso histórico".


Louise Finer, de Amnistía Internacional (AI), sostuvo que se trata "de un paso histórico hacia la igualdad de derechos de lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero" , en un comunicado de la organización difundido hoy en Buenos Aires al saludar la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo votado por el Senado el jueves pasado.

AI llamó en el documento al resto de los países latinoamericanos a sumarse a la decisión de la Argentina de legalizar el matrimonio gay, por primera vez en la región.

"Ahora depende del resto de los países de América Latina seguir su ejemplo", señaló Finer.

La nueva legislación contempla reformar el Código Civil y cambiar la fórmula de "marido y mujer" por el término "contrayentes", lo que permite igualar los derechos de las parejas homosexuales con las heterosexuales, incluyendo los derechos de adopción, herencia y beneficios sociales.

La Argentina se convirtió así en el primer país de América Latina en autorizar el matrimonio gay a nivel nacional y el décimo en el mundo después de Holanda, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal e Islandia.

En América Latina únicamente se reconocían hasta ahora uniones civiles (que dan derechos más o menos ampliados) entre personas del mismo sexo en dos países, Uruguay y Colombia, y la boda gay en Ciudad de México.

La norma aprobada por el Congreso será promulgada el miércoles próximo por la presidente Cristina Kirchner en una ceremonia en la Casa Rosada, con la asistencia de dirigentes de organizaciones gays.

Fuente: AFP


domingo, 18 de julio de 2010

ARGENTINA, LA DERECHA EN CRISIS

La oposición argentina: decepción tras decepción

Escribe Guillermo Almeyra/La Jornada/Revista sin Permiso

La derecha, que en las elecciones parlamentarias del año pasado le quitó la mayoría en ambas cámaras al gobierno y a sus aliados, y esperó construir una aplanadora en el Congreso para ir preparando un golpe de Estado institucional que acorralase a la presidenta Cristina Fernández, la desestabilizase, como hizo la democracia cristiana en Chile con Salvador Allende, y eventualmente la obligase a renunciar, está recogiendo decepción tras decepción, en parte debido a las iniciativas gubernamentales, en parte por los efectos de la crisis internacional sobre la economía argentina.


La derecha, para imponerse en ambas cámaras necesita también arrastrar tras de sí los pequeños bloques de los partiditos y agrupaciones de centro y hasta de centroizquierda, que se unen a ella por odio al gobierno, como los socialdemócratas de derecha que controlan la rica y populosa provincia de Santa Fe y la mayoría del Partido Socialista, o como el grupo centrista de Pino Solanas-Claudio Lozano (Proyecto Sur). Ahora bien, la histórica división del peronismo es ahora un factor de división de la derecha y no del gobierno kirchnerista porque la extrema derecha peronista (desde el ex presidente Carlos Menem, pasando por el ex gobernador santafesino Carlos Reuteman y el fascista ex gobernador de San Luis, Adolfo Rodríguez Sáa y llegando hasta el narco-fascista Francisco de Narváez y el semifascista gobernador de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri) odia al kirchnerismo y a la base político social del mismo (la Confederación General del Trabajo, CGT, y la mayoría de la Central de los Trabajadores de Argentina, CTA) pero es odiada a su vez por la tradicional derecha antiperonista (como la Unión Cívica Radical, que es liberal de derecha, más sus escisiones, como la Concertación Cívica de Elisa Carrió u otros grupos semejantes, más la socialdemocracia, y es aborrecida por los centristas liberal-democráticos).

Otra línea divisoria en la derecha nace del apoyo que le da la jerarquía de la Iglesia católica, empeñada en oponerse a los Kirchner, porque los liberales clásicos (como los socialistas o Solanas y parte de los radicales) defienden el divorcio, el aborto, el casamiento entre personas del mismo sexo, la enseñanza laica y también la ley de medios que la otra derecha "peluda" en cambio abomina porque le quita poder.

Aprovechando esta fragmentación, que hasta ahora ha impedido a la derecha social formar un solo bloque político y encontrar un líder, el gobierno ha favorecido a las provincias y financiado en ellas importantes obras, lo cual quita entusiasmo opositor a los gobernadores no kirchneristas, ha concedido 65 dólares mensuales por cada hijo menor, fomentando la escolaridad, ha impuesto contra viento y marea su ley de medios, lucha con la misma decisión contra las trabas clericales y oscurantistas que existen en la sociedad y, sobre todo, ha hecho promulgar una ley que establece la obligatoriedad de elecciones internas en los partidos para elegir el año próximo sus candidatos para las cámaras, las gobernaciones, las municipalidades y la presidencia de la República, además de eliminar los impuestos a quienes ganen menos de mil 200 dólares mensuales.

Como resultado, la derecha está hecha pedazos y los Kirchner, si esta situación se mantiene, quizás venzan con cerca de 30 por ciento a una derecha dividida que, si estuviera unida, abarcaría casi el doble de electores pues tiene fuerte influencia en los sectores de las clases medias urbanas y rurales e incluso en amplios sectores de los trabajadores.

Para colmo, la derecha le apostó a la crisis, a la desocupación y al hambre, esperando que desgastasen al gobierno.

Pero, a diferencia de otros países, hasta ahora la crisis no afectó demasiado al país, donde la desocupación disminuye, los salarios reales se mantienen o aumentan, la producción industrial, la construcción de viviendas de lujo o de segunda habitación y las obras públicas van viento en popa y la producción de autos, para exportar a Brasil, bate récords históricos. Por si eso fuera poco, acabada la sequía, se obtuvieron cosechas extraordinarias (y exportaciones sin precedentes, sobre todo a China), de modo que la reserva de divisas supera los 50 mil millones de dólares (no obstante la repatriación de buena parte de la deuda, pagándola con ellas) y el Estado tiene ingresos enormes en las recaudaciones y en la balanza de pagos a pesar del aumento de las importaciones.

Para muestra basta un botón: la cosecha gruesa en la provincia de Córdoba rindió 22.2 millones de toneladas de granos (el récord nacional había sido 23.8 en el ciclo 2007-2008) por un valor de casi 7 mil millones de dólares, casi mil millones más que en la cosecha anterior. Eso significa que los pequeños propietarios que rentan sus tierras y se han ido a las ciudades seguirán comprándose autos de lujo y departamentos. Córdoba es sólo una de las provincias cerealeras, y no la más grande, pues Buenos Aires y Santa Fe son aún más ricas.

Esa prosperidad impulsa la producción de maquinaria e insumos, da trabajo en pueblos y ciudades, aumenta el consumo interno… y otorga divisas para la política distributiva del gobierno en este periodo preelectoral, al mismo tiempo que les quita combatientes posibles a los líderes sociales de la derecha en "el campo" (o sea, a los fideicomisos soyeros, a los terratenientes de la Sociedad Rural Argentina, a sus agentes reaccionarios en la Federación Agraria, todos ellos constituyentes del bloque social y económico de la derecha política). Ahora bien, a menos que China entre en una profunda crisis y deje de comprar forrajes argentinos y de que Brasil se hunda y no compre más autos, el viento sopla a favor de los Kirchner. Hasta se podría decir que menos mal…

Guillermo Almeyra es miembro del Consejo Editorial de SinPermiso

Publicado en La Jornada, México DF, 11 julio 2010
La ira de Dios y el prodigio de la Ley

Escribe OSCAR GONZÁLEZ*/Semanario Miradas al Sur

Cuando la inapelable decisión de la representación popular determinó, en la madrugada del 15 de julio, la sanción de las modificaciones que habilitan la existencia del matrimonio igualitario, se derrumbaron en un santiamén los oscuros presagios de un clericalismo arcaico que llamó a una guerra santa con tal de esterilizar, una vez más, el progreso de la sociedad argentina. Simultáneamente, apareció en el firmamento cívico la luminosa estela de una ley de avanzada.
El desmoronamiento de la pretensión conservadora sirvió para demostrar que la conquista de un nuevo derecho, por más que beneficie inmediatamente sólo a un sector, sirve necesari amente a la democratización del conjunto de la sociedad,mejora las condiciones de la convivencia humana y fortalece los vínculos de solidaridad.
Contrariamente,mientras no se extirpen las formas flagrantes de la discriminación, la comunidad albergará conductas mezquinas e individualistas y las peores pulsiones emponzoñarán el cuerpo social.

Ello habla de la significación que tuvo la decidida toma de partido y la movilización de vastos sectores a favor del proyecto de igualdad matrimonial, uno de los avances civilizatorios más relevantes de la reciente historia argentina, cuya dimensión aún es temprano para advertir. Algo semejante sucedió cuando se aprobó la inicial legislación obrera argentina, de matriz socialista, que la oligarquía homologó con la inminencia de la disolución social.

Es que toda discriminación por género, etnia , cultura, religión,pertenencia social o elección sexual implica la perfidia de que algunas personas se sientan superiores, crean que ocupan un lugar preponderante y que, en consecuencia, tienen derecho a someter a quienes consideran inferiores.

Si la ausencia de impulsos discriminadores es parte de una bella y alta escala de la condición humana, la segregación se explica en la ruindad del odio a lo diferente y, sobre todo, en la necesidad de que haya otro menospreciado y estigmatizado para sentirse poderoso y perfecto.
Sobre esa construcción perversa se arraigan los prejuicios que, en ciertos contextos, tienden a naturalizarse y generar argumentos retrógrados, tal como hemos visto en estos días con un áspero debate en torno al perfeccionamiento de la vetusta ley de matrimonio civil.

El alineamiento de fuerzas que confrontaron en el tema, desde antes que el proyecto tuviera estado parlamentario, expres&oa cute;, por un lado, el avance incontenible de minorías intensas y organizadas pero acompañadas y sostenidas por un amplio arco de fuerzas políticas y sociales progresistas.

De otra parte, aferrados a la alucinante idea de la ira de Dios frente a supuestas conjuras demoníacas, se alistó la jerarquía conservadora de la Iglesia Católica, el fundamentalismo evangelista y la ultraortodoxia judía, todos ellos apoyados por una remixada derecha política desplegada en sus múltiples versiones: conservadora, radical o justicialista.

Expresiones como “orden natural”,“normalidad”, “familia bien constituida”, “valores tradicionales”, menudearon en un debate público donde los medios contribuyeron a difundir las visiones reduccionistas y los mensajes catastrofistas que descontaban una virtual hecatombe social si dos personas del mismo sexo transforman su amor en un contrato del derecho civil amparado por la ley. Aconteció lo mismo en ocasión de aprobarse el estatuto del peón, al que se le atribuyó contrariar la supuesta naturalidad del trabajo de sol a sol.

El voltaje de la confrontación vino a demostrar que aún rige la pugna por la autonomía del Estado laico frente a la pretensión confesional de imponer un dogma al conjunto social, que supone además el ejercicio de un pretendido poder de policía que no puede consumarse sin abolir los derechos de las minorías.

No obstante, que un conglomerado de fuerzas tan diversas –tanto oficialistas como opositoras– haya garantizado finalmente la sanción del proyecto en ambas cámaras, es una noticia alentadora sobre la posibilidad de gestar mayorías democráticas y abre una nueva perspectiva en el Congreso, donde el debate estratégico sobre cuestiones fundamentales suele verse suplido por las miradas cortoplacistas y la s pujas de ocasión.

Por eso, la sanción de la ley de matrimonio igualitario marca un avance que, al mismo tiempo, desmiente ese lugar común según el cual mientras cierto liberalismo progresista y la propia izquierda democrática privilegian los derechos civiles y políticos identificados con el ceremonial republicano, los sectores nacionalpopulares se limitan a propiciar la idea de redistribución del ingreso.

La evolución política argentina de los últimos años ha mostrado que una articulación, aún incipiente, donde conviven sectores de diversa tradición político-cultural, progresistas, populares y de izquierda, puede alcanzar niveles de acuerdo que permiten diseñar nuevos derechos y darles vigencia efectiva a aquellos otros que, pese a su consagración constitucional, son aún letra muerta.
En ese sentido, la nueva ley de matrimonio es part e de la ampliación de derechos y construcción de igualdad que ya significaron otras determinaciones, tales como la recuperación del sistema de solidaridad previsional, la ampliación de la cobertura social y la asignación universal a la niñez. Dar operatividad al Artículo 14 bis de la Constitución, por ejemplo, se inscribe en esa misma perspectiva.

*SECRETARIO DE RELACIONES PARLAMENTARIAS/DIRIGENTE SOCIALISTA






¿COBOS-BINNER?

El cobismo no descarta una fórmula presidencial con Binner

El diputado cobista Horacio Quiroga señaló por Radio 10 que el gobernador de Santa Fe podría integrar una fórmula con el Vicepresidente en las elecciones de 2011. Aseguró que la segunda vuelta será entre Cobos y el Peronismo Federal

En diálogo con el programa Hoy Domingo, que se emite por Radio 10 , el diputado nacional cobista de la Unión Cívica Radical (UCR) Horacio Quiroga dijo que el Vicepresidente Julio Cobos "está condenado a ser candidato a presidente y tiene toda la vocación de serlo".

A su vez, sobre la posibilidad de que renuncie a su cargo actual para ser candidato a ocupar el Sillón de Rivadavia, indicó que "a él le caben las generales de la ley. Puede seguir siendo Vicepresidente de la República hasta que lo permita el código electoral, cuando tenga que oficializar su candidatura".

"Creo que no tiene derecho a renunciar, aunque muchas veces tiene ganas de hacerlo , porque tiene una carga pública que tendrá que honrar hasta el 10 de diciembre de 2011", agregó.

Además, no descartó que el mendocino comparta una fórmula presidencial con el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner. Al ser consultado sobre la posibilidad de que Cobos sea acompañado por Binner de cara a las elecciones presidenciales de 2011, Quiroga reconoció que "es probable". "Es un gobernador que está a la altura de la circunstancia, que tiene oficio de gobierno", opinó.

Ya proyectando las presidenciales del año próximo, vaticinó que recién al finalizar la segunda vuelta se conocerá al reemplazante de Cristina Kirchner al frente del Poder Ejecutivo, ya que hay una paridad de fuerzas por estos momentos.

"Creo que va a haber un panorama en el cual se llegará a segunda vuelta, porque en primera no gana nadie, y tengo la sensación que Néstor Kirchner va a salir tercero, por lo que la segunda vuelta sería entre el peronismo disidente y Julio Cobos", desafió. (Infobae.com)

jueves, 15 de julio de 2010

IGUALDAD DE DERECHOS

El Congreso convirtió en ley el matrimonio igualitario

Tras 14 horas de deliberaciones, y a pesar del fuerte lobbydeia-iglesia, el Senado sancionó en particulary en general la norma. las modificaciones al Código Civil equiparan los derechos de-las personas sin distinción de su orientación sexual.

Si el debate fue extenso, el momento de la votación fue angustioso. Es que primero tuvo que votarse en contra del rechazo al proyecto que habilita el matrimonio entre personas del mismo sexo. Más tarde, en un segundo momento, se votó el respaldo a la media sanción que vino de Diputados. El resultado fue de 33 a 27, con 3 abstenciones Los rostros de alegría predominaban en el bloque del Frente para la Victoria, sobre el cual había recaído el mayor peso del trabajo para conseguir los votos necesarios. Pichetto sonreía, tal vez por primera vez desde que había comenzado el debate. Había visto cómo algunos de sus compañeros, siempre fieles en defensa de los proyectos que impulsa el gobierno nacional, esta vez hacían uso de la libertad de conciencia. Pero no era para tanto, no era suficiente como para provocar una crisis en la bancada.
Diferente era la situación entre los senadores radicales. Los cinco que respaldaron el proyecto dudaban todavía si intentarían modificar algunos artículos durante el debate en particular, que comenzaba al cierre de esta edición.
Poco antes del mediodía de ayer, una dura reunión se vivió en el bloque de la UCR. Lo~nadores que rechazaban el proyecto acusaron al presidente de la bancada, Gerardo Morales (Jujuy), Ernesto Sanz (Mendoza), Eugenio Artaza (Corrientes), Alfredo Martínez (Santa Cruz) y Oscar Castillo (Catamarca) de hacerle el juego al gobierno de Cristina Fernández. "Ustedes les garantizan un triunfo a los K", les endilgaron. Sin importar si el proyecto beneficiaba o no a la comunidad homosexual que reclama igualdad ante la ley.
Los cinco buscaron calmarlos con las modificaciones que quieren imponer. Si lo consiguen, el proyecto no será ley tendrá que regresar a Diputados para que se ratifiquen o se acepten las modificaciones realizadas.
Esa fue la razón que demoró el comienzo de la- esión, ya que este sector de los radicales se "atrincheró" en el despacho del pampeano Juan Carlos Marino a la espera de que los que respaldan la iniciativa consigan el quórum. Claro, no contaban con la aparición cuasi fantasmal del riojano Carlos Menem, quien se mostró unos minutos en el Senado, los suficientes para que sumara el número necesario. Poco a poco fueron bajando a sus bancas y, sin hacer mucho ruido, comenzaron las exposiciones.
La peronista conservadora Liliana Negre de Alonso fue la primera en hablar. Lo hacía como presiden ta de la Comisión de Legislación General. La reconocida numeraria del Opus Dei no tuvo empacho en reconocer que se oponía con el matrimonio igualitario. Sin embargo, a la hora de argumentar en contra, se respaldó en el testimonio de una abogada que asesora a la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), quien si bien respaldaba el proyecto, se había quejado porque las modificaciones en el Código Civil hacían desaparecer las denominaciones femeninas que hoy tiene. "Es discriminatorio de la mujer", se espantó la puntana.
Similares argumentos utilizó la peronista conservadora Sonia Escudero. Sin perder su sonrisa perenne fruto de las ciencias médicas, llegó a afirmar que la discriminación a los heterosexuales llega incluso a la adopción, porque aseguró que deben esperar años para demostrar que no son fértiles. "En los homosexuales ese plazo no corre porque no pueden procrear".
"Hay mucha hipocresía", bramó el cordobés Luis Juez, pero para su sorpresa no obtuvo respuesta de Alonso y Escudero.
Indudablemente, el mejor discurso lo realizó la jujeña Liliana Fellner (FPV). Sin hesitar y con firmeza la senadora aseguró que lo que se está haciendo es modificar el matrimonio civil que forma parte de la legislación de un Estado laico y que no se "introduce en cuestiones religiosas". Lo dijo porque el matrimonio civil es "una construcción social, culturaly económica, en un determinado tiempo y espacio" con un carácter dinámico porque la so ciedad "es cambiante social y culturalmente". Mirando al frío recinto, porque la caldera se había apagado y no tenía calefacción, dijo que "la homosexualidad siempre existió, y este grupo necesita que se legisle y se concrete eso que dice que todos somos iguales ante la ley".

Un intento a la medianoche

Cerca de la medianoche, la delgada figura de la diputada Vilma Ibarra se vio en los pasillos del Senado. Ingresó derecho hacia la puerta del recinto por donde salen los senadores del radicalismo: Se encontró con el mendocino Ernesto Sanz. En voz baja buscaba convencer al legislador y presidente de la UCR para que desistiese de la intención de modificar el texto de la norma que se estaba porvotar. A Sanz no le gustaba que ojos y oídos indiscretos fueran testigos de la charla. Ambos se retiraron al despacho del legislador. La tarea de la integrante del bloque de Nuevo Encuentro se perfilaba complicada.
Mientras tanto, en el palcodel primer piso, el vicejefe de Gabinete, Oscar González, seguía el debate. Estaba en permanente contacto con su jefe directo, Aníbal Fernández. Una atmósfera más distendida se vivía en el despacho del senador radical Alfredo Martínez: sus colaboradores y familiares festejaban su cumpleaños. (Tiempo Argentino)



miércoles, 14 de julio de 2010

DIOS, EL DIABLO Y LA DISCUSION SOBRE EL MATRIMONIO

Fabián Ludueña Romandini, filósofo

Política y diablo

Por Martín Granovsky

En estos días de frío el olor a resina confunde. ¿Sale de los hogares a leña o de hogueras en preparación? Fabián Ludueña Romandini, investigador del Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires, dialoga sobre la demonización y la confusión entre el mundo religioso y el mundo jurídico.

–¿Quién y cuándo inventó el demonio como cuco político?

–La idea de una lucha cósmica entre las fuerzas del bien y del mal ya está presente en la apocalíptica judía anterior al cristianismo. Sin embargo, con la lenta conformación de la ortodoxia política cristiana, el demonio pasó a ser un arma política esencial. Ya en el Evangelio de Marcos está presente la lucha entre Jesús y Satán como eje articulador de una oposición político-religiosa. Estas creencias, formuladas alrededor del siglo I d. C., se convirtieron, posteriormente, en armas políticas del cristianismo ortodoxo en su lucha contra lo que definía como “herejías”, proyectos políticos alternativos a la visión hegemónica, particularmente romana, pero no solo romana.

–¿Qué otros ejemplos de utilización política del demonio puede mencionar?

–Toda la historia política de Occidente ha estado marcada, en sus tiempos fuertes, por una apelación al demonio como fuerza del mal político. Desde la fundación misma de la Iglesia romana hasta las Cruzadas, desde la persecución de las brujas hasta las grandes revoluciones del mundo moderno, el lenguaje teológico de la lucha contra el demonio ha sido un arma blandida desde todos los espacios políticos para definir al antagonista como enemigo absoluto. Se trata, según la mayoría de los textos antiguos, de un ángel caído, esto es, de un miembro de la milicia angélica que cometió el primer acto político de la historia: desobedecer a Dios. Como se ve, el demonio es quien decide no obedecer las órdenes del poder soberano.

–La acepción es claramente política.

–Como noción teológico-política, demonio será el “desobediente”, el que se niegue a seguir las directivas de quien se arrogue la potestad de decidir unilateralmente sobre el destino de las comunidades humanas.

–¿El demonio se utiliza para confundir pecado con delito?

–En un contexto donde el discurso teocrático sea predominante, la necesaria y fundacional distinción entre delito y pecado tiende a borrarse peligrosamente.

–¿En qué casos el uso del demonio en la política no funcionó con el éxito que esperaban sus promotores?

–En el pasado, cada vez que el demonio se utilizó los resultados fueron devastadores. Justamente, la invención de una esfera política pública laica fue el sueño que los modernos (no siempre con buena fortuna) intentaron realizar a los fines de construir una política no demonizadora, no heresiológica. Sólo una política que logre desprenderse completamente de cualquier herencia apocalíptico-mesiánica podrá construir el lugar donde el demonio no tenga ya ningún papel que desempeñar.

–¿La utilización del demonio es exclusiva de la jerarquía de la Iglesia Católica?

–No. El demonio ha sido utilizado, a lo largo de la historia, por católicos romanos, protestantes, evangélicos, ortodoxos y, también, por ciertas corrientes del islamismo.

–¿Cuándo surgió la idea de la homosexualidad como acto antinatural?

–Tiene muchos siglos de existencia y los propios teólogos medievales que la forjaron eran ya conscientes de que no se sostenía filosóficamente. También cocinar los alimentos que comemos es antinatural, como toda la cultura humana es, por definición, antinatural. Sin embargo, los homosexuales no querrían contraer matrimonio sólo por amor (como tampoco, desde luego, lo hacen los heterosexuales), sino también por infinidad de razones que no están necesariamente ligadas a este sentimiento. La idea de que el matrimonio civil es la realización de un acto esencialmente amoroso no tiene fundamento histórico ni filosófico aceptable. El matrimonio civil es un acto estrictamente jurídico que no debe revestirse de valores religiosos propios de la lucha entre el bien (amor) contra el mal (demonio).

–¿Cómo se puede salir de la encerrona que plantea la opción “dios o el diablo”?

–Simplemente recordando que el problema del matrimonio homosexual no es religioso, sino estrictamente jurídico. Del mismo modo que un político no puede influir sobre ninguna iglesia respecto de cómo manejar el matrimonio religioso, un obispo no puede indicarle a un congresista cómo formular legalmente el matrimonio civil. En el mundo jurídico de la política laica no hay dios ni diablo. La mejor tradición republicana debe fundarse en el reconocimiento de los derechos de las minorías. La Modernidad se inauguró con la separación del poder político del poder teológico. Y nuestros senadores, en el Congreso, sólo deben responder a la ley civil y al espíritu republicano con el que se fundaron y mantuvieron los mejores valores de un sistema político que no debe cesar de hacerse más plural para ser fiel a su propia esencia. (Página 12)

lunes, 12 de julio de 2010

LA INQUISICION

El martes 13 la Iglesia Católica saldrá en Cruzada contra la igualdad de derechos en el matrimonio, que el Senado tratará el miércoles 14. Bergoglio convocó a una "guerra de Dios", invocando un supuesto orden natural, tal como se fundamentó la represión dictatorial el siglo pasado. El proyecto de Unión Civil, que sólo podría tratarse violando la Constitución, daría consagración legal a la discriminación y el desprecio y el estigma y suprimiría derechos hoy vigentes.

Por Horacio Verbitsky

El proyecto de ley de Unión Civil impulsado con el mayor sigilo por el presidente de la Iglesia Católica argentina, Jorge Bergoglio, procura restringir en virtud de la orientación sexual derechos que la Constitución y las leyes reconocen a todas las personas que viven en el país. La Unión Civil obraría así como un elemento de identificación de las personas a ser discriminadas, al estilo del triángulo rosa que debían utilizar los homosexuales en Alemania durante el gobierno nazi y que la Comunidad Homosexual Argentina ha estilizado en su distintivo. El proyecto, presentado en forma irregular y violatoria de los preceptos constitucionales sobre la formación de las leyes, constituye así una trampa: ofrece ciertos beneficios aparentes, que en asuntos previsionales, patrimoniales y sucesorios deben celebrarse mediante convenios separados como si se tratara de transacciones comerciales entre desconocidos, a cambio de la estigmatización de quienes se sometan en forma voluntaria a ese régimen de tipo inquisitorial. Incluso obliga a fijar un sitio de residencia común.

La guerra santa

Forma parte de la cerrada ofensiva del Episcopado Católico, dirigida al gobierno nacional pero que ataca a la institucionalidad democrática en su conjunto. La reforma a la ley de matrimonio civil dividió a todos los bloques y sólo forzando la realidad podría atribuirse sólo al oficialismo. El 25 de mayo, el Episcopado transmitió al gobierno nacional un pedido de amnistía firmado por los ex dictadores Jorge Videla y Benito Bignone, el sacerdote Christian von Wernich y un centenar de ex militares, marinos, policías, penitenciarios y agentes civiles de Inteligencia detenidos por su participación en crímenes de lesa humanidad. Como la entrega se realizó sin la nota de estilo que la acompañara, el Poder Ejecutivo devolvió la solicitud al Episcopado sin comentarios. En junio Bergoglio presentó un manifiesto opositor elaborado por Roberto Dromi, José Jaunarena y otros ministros de Menem, De la Rúa y Duhalde, que reclama autarquía para el Banco Central, eliminar retenciones a la soja, minimizar las políticas sociales, fundir Seguridad con Defensa y reprimir el conflicto social. Algunas de estas son políticas centrales de los gobiernos kirchneristas, pero otras constituyen consensos básicos de la democracia recuperada en 1983. Para explicar su oposición a la ley de matrimonio, el cardenal porteño dijo que se trataba de "una guerra de Dios" contra "el Padre de la Mentira", ya que Satanás pretende destruir "el plan de Dios" y la ley divina, "grabada en nuestros corazones". El vicejefe del gabinete de ministros a cargo de las relaciones parlamentarias y dirigente socialista Oscar González, rechazó esta posición "fundamentalista" que "irrumpe con inusitada violencia en el ámbito de la deliberación democrática y llama al odio entre los argentinos. Quien debiera estar predicando la paz y la tolerancia anda convocando a una guerra santa y a realizar actos políticos callejeros para presionar al Senado de la Nación". El obispo de La Plata, Héctor Aguer, dijo el viernes que se trataba de una guerra cultural contra el catolicismo. Bergoglio y Aguer fueron los principales colaboradores del ex primado de la Argentina, Antonio Quarracino, quien en 1994 dijo que lesbianas y gays eran "una sucia mancha en el rostro de la Nación", que debería encerrarlos en un ghetto, dentro del que podrían hacer lo que quisieran. La idea de una ley divina, estricta e inmutable, cuya interpretación sólo corresponde a una casta sacerdotal, y todo apartamiento de la cual debe ser punido como una subversión demoníaca del orden natural, está en la base de la represión dictatorial que con la bendición de la jerarquía católica destrozó a la Argentina entre 1976 y 1983.

Ocho años de vértigo

El primer proyecto de Unión Civil fue presentado en 2005 por la Comunidad Homosexual Argentina. A diferencia de la ley porteña sancionada en 2002, la elaborada por la CHA incorporaba todos los derechos (pensión, patria potestad compartida y adopción, herencia, beneficios previsionales y de obra social) para todas las parejas, con indiferencia del sexo de sus integrantes. Esta unión civil contemplaba una menor injerencia del Estado que en el matrimonio: no exigía la monogamia, ni regulaba la anulación del contrato por la existencia de ciertas condiciones físicas y de salud, pero no fue tratado por el Congreso. Dos años después la exigencia ya pasaba por la equiparación plena con el matrimonio heterosexual. Otros proyectos similares llevaron la firma de legisladores de los principales bloques. El proceso político se aceleró a partir de noviembre de 2009 por la sucesión de fallos judiciales que permitieron el matrimonio de varias parejas de hombres y otras de mujeres, en algunos casos previa declaración de inconstitucionalidad del artículo 172 del Código Civil que requiere que los contrayentes sean un hombre y una mujer. El 4 de mayo, por 125 a 109 y seis abstenciones, la Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto de Vilma Ibarra, que hoy integra el Nuevo Encuentro de Martín Sabbatella, y de la socialista Silvia Augsburguer. Tanto las posiciones a favor como en contra cruzan el espectro político: 45 kirchneristas y aliados votaron a favor y 30 en contra, con 10 ausentes; 46 radicales y sus aliados del socialismo, el GEN y la Coalición Cívica Libertadora apoyaron la ley, pero 18 se opusieron, cuatro se abstuvieron y uno se ausentó. Sin embargo, la jerarquía católica decidió cuestionar al gobierno nacional y no a los otros partidos. Tanto esas sentencias como la sanción legislativa no establecen derechos diferentes según el sexo de quienes contraigan matrimonio. Tampoco obligan a la fidelidad ni la cohabitación. Durante el debate sobre la legislación de un estado laico, Ibarra aclaró que su proyecto no da derechos a adoptar a homosexuales y lesbianas, que ya lo tienen, dado que la ley de adopción no discrimina según la preferencia sexual, sino que coloca a esos chicos en igualdad con los demás. "Al no estar reconocido el coadoptante, no se les puede transferir una obra social ni pueden heredar o reclamar la pensión alimentaria de parte de ambos contrayentes. Si muere el adoptante, el niño queda huérfano porque no se reconoce legalmente a la pareja". En el mismo sentido fue la brillante y valiente exposición de la librera Carolina Frangoulis, quien durante la audiencia senatorial realizada en la Legislatura de Tucumán dijo que ella, su mujer y el hijo de ambas no querían una ley de matrimonio homosexual sino de matrimonio igualitario, con los mismos derechos para todos.

La astucia de la serpiente

Durante la última reunión episcopal se discutió la estrategia contraria a la reforma. Bergoglio sostuvo la conveniencia de usar la astucia y no encerrarse en una negativa frontal que incluso pudiera provocar malestar dentro de su propia feligresía. Muchos creyentes de ese culto, incluso sacerdotes, señalan que la pareja heterosexual indisoluble es una creación cultural y que Jesús nunca condenó la homosexualidad, pero sí la hipocresía. Según el obispo porteño lo más conveniente era admitir la unión civil entre quienes no calificaran para el sacramento católico en razón de su sexo. En contra se alzó Aguer uno de cuyos auxiliares, Antonio Marino, quedó a cargo del lobby confesional sobre el Congreso. Cuando se pasó a votar, la posición de Aguer se impuso. Sin embargo, la táctica insidiosa de Bergoglio se abrió camino en el Senado, donde legisladores de distintos bloques dieron dictamen instantáneo de comisión a otro proyecto que consagra la unión civil pero privada de los principales efectos del matrimonio, tanto patrimoniales como previsionales, que desprotege a los hijos de la pareja, prohíbe la adopción y la fertilización asistida (derecho que hoy existe para todo ciudadano de cualquier orientación sexual) y consagra en forma explícita la discriminación y el desprecio: su último artículo establece una "cláusula de conciencia" por la cual cualquier persona, sea funcionario público o no, que "tuviere que intervenir en actos jurídicos o administrativos" vinculados con esta ley podría oponerse al trato con homosexuales. Para llegar a esta propuesta, fue necesario un subterfugio que circunvalara los artículos 78 y 81 de la Constitución que regulan el trámite de las leyes entre las dos cámaras del Congreso. Recibida la media sanción, la llamada cámara revisora puede aprobar el mismo proyecto, rechazarlo o introducirle adiciones o correcciones. Si lo aprueba, pasa al Poder Ejecutivo para su promulgación, si lo rechaza no puede volver a tratarse hasta el año siguiente. En caso de que le introduzca adiciones o correcciones por mayoría, vuelve a la Cámara de origen, que sólo necesita la misma mayoría para convertirlo en ley. La Comisión de Legislación General, que el Grupo Ahhh... puso en manos de la senadora del Opus Dei Liliana Negre, obtuvo nueve votos para su dictamen de mayoría que aconsejó rechazar la sanción de Diputados (la propia Negre, el mendocino y la formoseña del Frente para la Victoria Rolando Bermejo y Adriana Bortolozzi de Floro Bogado; los radicales Ramón Mestre, José M. Cano, Mario Cimadevilla y José Roldán y la peronista opositora Sonia Escudero) contra seis del oficialismo y, en este caso también de Luis Juez que aconsejaron aprobarlo. Pero esa mayoría firmó al mismo tiempo un segundo dictamen, a favor de la unión civil, que incluyó en el mismo Orden del Día del miércoles 14. Su resultado es incierto, ya que los pronunciamientos conocidos son muy parejos y resta un número significativo de declarados indecisos. Pero de reunir mayoría para el rechazo el bloque clerical debería asumir ante la sociedad el haber frustrado por lo menos hasta 2011 el reconocimiento de derechos que según los sondeos de opinión pública gozan de amplio consenso. La astucia sugerida por Bergoglio consistió en que el segundo proyecto, de unión civil, se presenta como independiente del rechazado. Si reuniera la mayoría de los votos del Senado, podría pasar a Diputados este mismo año. Como señaló el presidente del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Pichetto, en una nota al ingeniero Julio Cobos, esto transgrede la restricción constitucional ya que los seis proyectos de unión o contrato civil (de los senadores Bortolozzi de Bogado, Escudero, Juan Carlos Romero, Laura Montero, Luis Petcoff Naidenoff y Emilio Rached) se presentaron entre el 17 de mayo y el 5 de julio, cuando el Senado ya había recibido la sanción de Diputados. En sus fundamentos Bortolozzi admite que su proyecto propone una "solución intermedia" cuando "ya obtuvo media sanción la reforma" y Montero señala que el Senado debe actuar como cámara revisora del proyecto de la Cámara de Diputados. Lo mismo se planteó en todas las audiencias convocadas por Negre. El artículo 81 es inequívoco: si hay rechazo debe esperarse un año. Pasado mañana, en desafío a los efluvios del martes 13, el Episcopado lanzará sobre el Congreso todas sus huestes, para lo cual recurrirá al público cautivo que es el alumnado de las escuelas católicas, subvencionadas por un Estado generoso. Bergoglio envió una circular a párrocos, rectores y capellanes de iglesias convocándolos bajo el lema "Queremos mamá y papá". Otro tanto harán los demás obispos en sus respectivas sedes. Un anticipo lo suministró el vicepresidente de la Iglesia, Luis Villalba, durante el Tedéum que ofició el 9 de julio en Tucumán. Luego de precisar su oposición a la igualdad en la ley de matrimonio, Villalba exhortó a "pasar de un modelo de conflicto a un modelo de convivencia armoniosa, respetando las diferencias" (sic).

Cuestión de derechos

Durante las sesiones de comisión, la senadora Negre seleccionó en forma cuidadosa a quiénes se permitía exponer su posición y asistir a las audiencias, y a quiénes no. La idea que defiende la Iglesia Católica es que la legislación civil debe subordinarse a los sacramentos de su culto, que se ajustarían por voluntad divina al supuesto derecho natural, conjunto de conceptos que el creador del mundo habría inscripto en la conciencia de cada ser humano. Hace apenas catorce décadas el Código Civil obra de Dalmacio Vélez Sársfield sólo reconocía el matrimonio religioso, de acuerdo con las normas del derecho canónico. La ley de matrimonio civil provocó un gran escándalo político en 1888, al separar la institución religiosa, regida por el derecho canónico, de la institución civil, tendiente a proteger derechos de las personas de acuerdo con las leyes que no dicta el papa de Roma sino el Congreso de la Nación. Hoy se percibe sin esfuerzo el absurdo de aquella situación en la que nadie podía casarse si no era católico. Pero todavía debieron pasar 66 años más para que el Congreso declarara que una sentencia judicial de divorcio podía devolver a las partes su capacidad para intentarlo otra vez. Esta reforma a la ley de matrimonio, sancionada por el Congreso en 1954, fue una de las causas para el golpe cívico-militar del año siguiente, promovido y organizado por la jerarquía católica. Esa ley, como la propia Constitución Nacional, fue anulada por un bendito decreto de facto. La discusión se reabrió en la segunda mitad de la década de 1980. Fue la Corte Suprema de Justicia la que destrabó el conflicto al declarar inconstitucional el artículo de la ley de matrimonio que prohibía su disolución y condenaba a la desprotección perpetua a casi una cuarta parte del total de las familias, llamadas monoparentales y a los hijos nacidos de uniones de hecho. Hasta el día de hoy la Iglesia Católica sólo reconoce como casadas a las personas que han pasado por el altar. También ahora varios casos de matrimonios prohibidos por el sexo de los contrayentes aguardan en la Corte Suprema.

Además del Código Civil, el matrimonio debe conformarse a normas de jerarquía superior, como los tratados internacionales sobre Derechos Humanos que autorizan a contraer matrimonio y constituir una familia y, desde la reforma de 1994 gozan de la misma jerarquía que la propia Constitución. El artículo 14 bis de la Constitución obliga al Estado a proteger a la familia y su artículo 19 protege la libre determinación de las personas para elegir su plan de vida, sin interferencia del Estado. En el reciente caso "Arriola", la Corte Suprema de Justicia reconoció que las conductas privadas que no ocasionan peligro o daño a terceros se encuentran amparadas por ese artículo, ya que "el Estado no puede establecer una moral" sino "garantizar un ámbito de libertad moral" y no puede penar "conductas que son, justamente, el ejercicio de la autonomía ética que el Estado debe garantizar", sino aquellas que afectan su ejercicio.

El matrimonio es la institución civil fundamental para el desarrollo de la personalidad y la protección de los derechos humanos de sus integrantes y no resulta admisible excluir a nadie de esos beneficios en razón de su orientación sexual, dado que de ello dependen los derechos previsionales, laborales, patrimoniales y sucesorios. Si además de los contrayentes se considera a los niños, están en juego los derechos a la adopción conjunta, a la adopción del hijo del cónyuge, huérfano de padre o madre; a recibir visitas, al usufructo conjunto de los bienes, para proteger a las niñas y los niños. Los principios de igualdad e igual protección ante la ley y de no discriminación contenidos en esos tratados internacionales han sido considerados fundamentales por la Comisión y por la Corte Interamericana ya que sobre ellos "descansa todo el andamiaje jurídico del orden público nacional e internacional". Según la Corte, estos principios obligan a los Estados a eliminar de su legislación cualquier disposición discriminatoria. La Comisión sostiene que todas las personas tienen los mismos derechos y deberes sin distinción de sexo. Sólo es admisible alguna restricción si puede fundamentarse en una necesidad social imperiosa y si satisface "un interés público imperativo" de una sociedad democrática. La jerarquía católica pretende que esa institucionalidad supranacional, que la Constitución ha convertido en ley suprema, se subordine a sus propias reglas dictadas por el obispo de Roma. (Página 12)

HOMENAJE A NÉSTOR KIRCHNER

Jorge Rivas, entrevistado por Ernesto Tenembaum

ELLOS TIENEN UN PLAN, ¡Y QUÉ PLAN!

La Marcha de la Oposición - Ignacio Copani

TN - Asunción de Jorge Rivas como diputado

AMÉRICA 24 - Rivas jura como diputado

C5N - Rivas jura como diputado

TELENOCHE - Informe sobre la recuperción de Jorge Rivas

Jorge Rivas - Documental sobre su rehabilitación - Gentileza de HadaSoft

OSCAR GONZÁLEZ EN LA CUMBRE DE LÍDERES PROGRESISTAS JUNTO A CFK- Canal 7

OSCAR GONZÁLEZ OPINA SOBRE LA CRISIS ECONÓMICA INTERNACIONAL - Telesur 12/08

EL SOCIALISTA OSCAR GONZÁLEZ OPINA SOBRE LA REESTATIZACIÓN DE LAS JUBILACIONES

Canal 13 - Gustavo Silvestre califica de "vergüenza" el intervencionismo de Giustiniani