Fabiana Rios se convirtio este domingo en la primera gobernadora de la Argentina y eso no es poco. Pero hay más aun: se trata de la primera socialista que encabeza un gobierno provincial. Y para los socialistas bonaerenses es un orgullo que el pueblo fueguino haya reconocido sus valores y su militancia. Publicamos a continuación una entrevista hecha por Lucio Fernandez Moores, del diario Clarin.
—¿Entró en la historia? Es la primera mujer electa gobernadora y es la primera gobernación que gana el ARI...
—Se puede entrar en la historia de distintas maneras. Protagonizando un cambio posible, un cambio positivo, o una nueva frustración. Uno desearía poder entrar como el cambio posible.
—¿Imaginó cuando llegó aquí, a los 23 años, que algún día iba a ser la gobernadora?
—No, nunca. Siempre tuve mucha participación en las cuestiones sociales desde muy jovencita, trabajando en los barrios de Rosario y después discutiendo políticas de medicamentos. Quizá me imaginé siempre en un cargo ejecutivo vinculado a la salud. Pero nunca imaginé ni me propuse ser gobernadora.
—¿Y qué siente?
—Siento que es un honor merecido para la mujer. Una mira para atrás y ve muchas mujeres que han tenido una relevancia impresionante en los cambios sociales. ¿Qué hice yo para merecer esto?
—¿Qué diferencia a una mujer de un hombre como gobernante?
—El poder ejercido por los hombres tiene más que ver con el sustantivo, como un atributo que le da la posibilidad de. Desde la perspectiva de las mujeres, el poder es visto como un verbo, como algo que transcurre. La experiencia de una mujer gobernando marca una línea en relación a la mirada que tenemos las mujeres sobre el poder.
—¿Por qué Tierra del Fuego elige a una mujer y de un partido que es minoritario y opositor?
—Me parece que esta sociedad si algo no tiene, son prejuicios. Creo profundamente que el futuro se forja con las manos y de hecho ésta es una sociedad construida por migrantes. Todos somos de distintos lugares y construimos este lugar; gente muy particular, que dejó parte de su historia, de su vida, en otro sitio, y eso significa no tener prejuicios. Siempre es más cómodo quedarse donde uno está. Los que vinimos acá somos buscadores y forjadores de destino. Una sociedad sin prejuicios se permite estas cosas: apostar a una mujer y a un partido que quizá, en sociedades forjadas a lo largo de generaciones, no se animaría.
—¿Tierra del Fuego viene a ser un crisol de votos?
—Sí, y un crisol de voluntades, es impresionante. La sociedad de Tierra del Fuego es maravillosa.
—¿Qué explicación más inmediata encuentra a su triunfo?
—Me parece que influyeron varias cosas. La trayectoria de una fuerza política que demostró en la representación que tuvo no malversar los votos. Un gobierno actual que en dieciocho meses de gestión no pudo encauzar todos los problemas de esta sociedad y, en algún sentido, dejó pasar la oportunidad histórica de ejercer una transformación. Y denuncias que perjudicaron y golpearon mucho a quienes se planteaban como los partidos del poder. Nosotros encarnábamos el cambio.
—¿Sus rivales se pegaron a la buena imagen de Kirchner?
—Confiaron en la buena imagen presidencial, en fuertes estructuras partidarias y en experiencias de gestión demostrable. Había un candidato con doce años de gestión en un caso (por el intendente de Ushuaia, Jorge Garramuño); en el otro, en la cercanía ideológica y de proyecto con el presidente Kirchner (por el gobernador Hugo Cóccaro).
—¿La sorprendió la presencia de Cóccaro en su propia conferencia de prensa para felicitarla?
—Sí. Pensé que me iba a llamar por teléfono, pero no que tuviera un gesto como el que tuvo, de venir en un momento difícil como lo es el de la derrota; y uno de esto sabe mucho. He sido derrotada muchas veces y sé lo que se siente. Visitar a un contrincante vencedor habla de una disposición de espíritu muy grande. El día de la derrota es un día difícil.
—¿Por qué perdió Cóccaro?
—Me parece que no supo interpretar la demanda social de cambio. No alcanzaba con un acercamiento explícito al Presidente de la Nación, que por cierto es una figura con mucha popularidad en Tierra del Fuego. Pero me parece que tanto en Tierra del Fuego como en distintos lugares hay una fuerte crítica a un modelo de concentración. Me parece que es lo que la sociedad está pidiendo: un modelo de pluralidad.—¿Va a pedir adelantar la entrega del poder?
—No, de ninguna manera.
—¿No es muy lejano el 10 de enero de 2008?
—No. Acá siempre ha sido así. Las transiciones largas pueden ser un problema o una oportunidad para poder contar con toda la información necesaria; para auditar las cuentas y saber cómo se programan y se asumen los compromisos del Estado; como para poder revisar la mayor parte de las áreas antes de hacernos cargo del Gobierno. Puede ser un riesgo cuando no hay confianza ni control. Creo que hay buena predisposición para que esta transición sea una oportunidad para una buena gestión.
—¿Le pidió audiencia a Kirchner?
—Mañana (por hoy) estoy viajando a Buenos Aires*. Y mañana la vamos a pedir.
—¿Cuál es la intención de su encuentro con el Presidente?—Primero, una presentación formal y luego escuchar qué idea tiene él de cómo se van a desarrollar las relaciones con esta provincia. También poder plantear nuestra mirada sobre la necesidad de un diálogo maduro con la Nación.
—¿Le va a decir: "Mire que yo no soy Carrió"?
—No hace falta. Creo que el Presidente no se confunde, Carrió no se confunde y yo tampoco. Estoy orgullosa de pertenecer al ARI, pero también creo que, en la gestión, el diálogo maduro no implica no ver las cosas que uno critica del otro.
* La reuniòn entre Fabiana y el presidente Kirchner se realizó en la noche delmartes 26.
miércoles, 27 de junio de 2007
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1 comentario:
Muy buena la nota, para cuando un periodista del Blog que le haga una nota?
Saludos!
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