CARRIO ES MACRI

Carrió tuvo los votos que fueron de Macri. Ganó en la clase media y el Norte

Martes 30 de octubre de 2007 Publicado en la Edición impresa

El detalle de los votos barrio por barrio en la Capital aporta un dato sorprendente: eligieron a Elisa Carrió quienes hace cuatro meses prefirieron a Macri y hace cuatro años acompañaron a Aníbal Ibarra. Carrió ganó en 24 de las 28 circunscripciones electorales. La votó la franja Oeste (identificada con la clase media) y los barrios más ricos. Cristina Fernández de Kirchner se impuso en cuatro parroquias del Sur. La clase media, la que históricamente define las elecciones porteñas, enhebra así un voto extraño de 2003 a esta parte: primero Ibarra, después Macri, finalmente Carrió. En un análisis efectuado por Ricardo Rouvier después de la pelea por la jefatura porteña, en junio pasado, aparece una explicación para entender tanto zigzagueo: "No existe [en la Capital] una fuerte polarización entre derecha y progresismo, sino que estamos ante un fenómeno de flexibilización ideológica. Hay un desplazamiento de la derecha hacia posturas de centro y menos dogmáticas, y un movimiento del progresismo hacia un espacio más conservador". Aníbal Ibarra ayer aportó otra visión. Señaló: "Los resultados electorales de la ciudad permiten sostener que cada elección tiene un perfil propio y que aquí puede ganar o perder cualquiera. En la ciudad de Buenos Aires nadie puede tener un resultado asegurado de antemano". Ese "perfil propio" hace que el impulso que moviliza a los porteños sea diferente ante cada elección. Puede ser una pelea ideológica, un reclamo de cambio orientado a la gestión, un posicionamiento frente a la Casa Rosada, etc. Contra ello lanzó una fuerte crítica ayer el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, que sostuvo que la ciudad de Buenos Aires "se cree una isla" (ver aparte). El Gobierno pretende que los porteños se alisten detrás de proyectos nacionales. Que sean "de Carrió", "de Kirchner", "de Macri" o de quien fuera. Sin embargo, en tiempos de partidos devastados, la sociedad no parece sentirse identificada con una idea política constante. La ciudad de Macri Mauricio Macri, en junio pasado, ganó en todas las parroquias. Lo votaron los pobres, los ricos y la misma clase media que, en 2003, lo había rechazado para elegir a Ibarra. Ayer, el macrismo quedó lejos en todos los barrios. Carrió, Cristina Kirchner y hasta Roberto Lavagna superaron a Ricardo López Murphy. Apenas mejor resultó la elección de los candidatos a legislador de Pro, Federico Pinedo y Carlos Melconian, que superaron a los postulantes de Lavagna. El voto que fue de Macri en junio ayer fue de Carrió. El ejemplo más claro se advirtió en las parroquias de Socorro (barrio de Retiro) y Pilar (Recoleta), donde Carrió arañó el 50 por ciento de las adhesiones. Macri había vencido allí en los últimos cuatro años (2003, 2005 y junio de 2007). En casi todos los barrios, Carrió terminó primera y Cristina Kirchner, segunda, pero en Palermo, Belgrano, Socorro y Saavedra el segundo fue Lavagna. El Norte se inclinó por un voto opositor. Los "cristinistas" Cristina Fernández de Kirchner triunfó en San Cristóbal Sud (parte de Barracas, de Parque Patricios y de Nueva Pompeya), San Juan Evangelista (La Boca), Villa Lugano (el barrio del mismo nombre y Villa Riachuelo) y Cristo Obrero (Villa Soldati y parte de Nueva Pompeya). O sea: casi todo el Sur de la ciudad. El voto que se inclinó por la primera dama también tiene un componente curioso: es otro de los segmentos que apoyaron la candidatura de Macri en la primera vuelta de 2003, en 2005 y en junio de 2007. En aquellos casos se analizó que la influencia de la gestión de Macri en Boca sobre el electorado del Sur había resultado determinante. Hubo un fuerte componente peronista en ese voto, además. Esta vez, sin Macri como candidato, el peronismo se inclinó por Cristina Kirchner. La Capital, vale recordar, votó por Alfonsín, Menem, Bordón, De la Rúa y López Murphy en las anteriores elecciones presidenciales. El detalle del voto de los porteños, así, marca un escaso compromiso ideológico de la sociedad y unas selecciones que dependen cada vez más de cuestiones coyunturales.