Cómo se fabricó el virus H1N1 en un laboratorio
Por el Dr. Humberto Bravo
Por el Dr. Humberto Bravo
Presidente del Colegio Médico Gremial del Chaco
El 6 de febrero de 2004 la revista Science publicó un artículo realizado por un grupo de investigadores, uno dirigido por Sir John Skethel director del Instituto Nacional de Investigación Médica (Nacional Institute for Medical Research) de Londres y otro por el profesor Ian Wilson del Scripps Research Institute de San Diego, habían obtenido la síntesis de la proteína hemaglutinina responsable de la epidemia de gripe de 1918 H1N1.
Denominada por entonces gripe española, juntando muestras procedentes de una mujer inuit (poblado que por entonces dicha enfermedad mató a 70 de los 80 habitantes) encontrada en la tundra de Alaska y otras preservadas de soldados estadounidenses de la Primera Guerra Mundial.
El 5 de octubre de 2005 también en Science, se publica por primera vez la historia de la reconstrucción de un virus totalmente extinto, el de la gripe de 1918 H1N1.
Reconstruido invitro a partir de secuencias obtenidas del análisis de muestras históricas de tejidos realizado por el grupo de Jeffry Taubenberger (“Characterization of the Reconstructed 1918 Spanish Influenza pandemic Virus” by Terrence Thumpey, Christopher F. Baster, Hui Zeng.et al in Science (2005)volume 310 pages 77-80).
Según este informe, después de varias décadas los científicos lograron recrear el virus con ayuda de técnicas de genética inversa para “volverlo a la vida” en un laboratorio de bioseguridad 3, de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades de Atlanta.
Días pasados dos reporteros Jason Gale y Simeon Bennett de Bloomberg (j.gale@bloomberg.net y sbennett9@bloomberg.net para quienes se quieran contactar y preguntar sobre esta historia) entrevistaron vía telefónica desde Canberra al investigador Australiano Adrian Gibs de 75 años quien ha colaborado con la investigación que llevó al desarrollo del TAMIFLU (escribió o fue coautor de más de 250 publicaciones científicas sobre virus en sus 39 años de carrera en la Universidad Australiana de Canberra de acuerdo con el sitio de información biografíca de la universidad)
Gibs en ese reportaje reconoce que se encuentra investigando la posibilidad de que el virus pudo haber “escapado accidentalmente” por error humano de un laboratorio de producción de vacunas.
Gibs dijo que escribió un resumen de esta investigación de tres páginas para entregarlo a una revista médica, pero no sólo eso, este informe firmado por Gibs se encuentra actualmente en manos del Director General Asistente de la OMS, Keiji Fukuda.
También ha recibido el reporte Nancy Cox directora del Centro de Enfermedades de Atlanta quien se adelantó a decir que no existen elementos que respalden dicha postura por el momento.
La Agencia Internacional de Salud pidió a los centros colaborativos de investigación de la influenza de la OMS, que incluyen los CDC y sitios en Memphis, Londres y Tokio que revean el estudio.
La OMS quiere saber si hay alguna prueba para corroborar que el virus se ha desarrollado en un laboratorio y si existen otras explicaciones para su particular patrón genético, dijo Fukuda.
No debemos olvidar que son muchos los científicos que especulan con que en 1977 la influenza de Rusia, el brote global más cercano, comenzó cuando un virus escapó de un laboratorio.
El 6 de febrero de 2004 la revista Science publicó un artículo realizado por un grupo de investigadores, uno dirigido por Sir John Skethel director del Instituto Nacional de Investigación Médica (Nacional Institute for Medical Research) de Londres y otro por el profesor Ian Wilson del Scripps Research Institute de San Diego, habían obtenido la síntesis de la proteína hemaglutinina responsable de la epidemia de gripe de 1918 H1N1.
Denominada por entonces gripe española, juntando muestras procedentes de una mujer inuit (poblado que por entonces dicha enfermedad mató a 70 de los 80 habitantes) encontrada en la tundra de Alaska y otras preservadas de soldados estadounidenses de la Primera Guerra Mundial.
El 5 de octubre de 2005 también en Science, se publica por primera vez la historia de la reconstrucción de un virus totalmente extinto, el de la gripe de 1918 H1N1.
Reconstruido invitro a partir de secuencias obtenidas del análisis de muestras históricas de tejidos realizado por el grupo de Jeffry Taubenberger (“Characterization of the Reconstructed 1918 Spanish Influenza pandemic Virus” by Terrence Thumpey, Christopher F. Baster, Hui Zeng.et al in Science (2005)volume 310 pages 77-80).
Según este informe, después de varias décadas los científicos lograron recrear el virus con ayuda de técnicas de genética inversa para “volverlo a la vida” en un laboratorio de bioseguridad 3, de los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades de Atlanta.
Días pasados dos reporteros Jason Gale y Simeon Bennett de Bloomberg (j.gale@bloomberg.net y sbennett9@bloomberg.net para quienes se quieran contactar y preguntar sobre esta historia) entrevistaron vía telefónica desde Canberra al investigador Australiano Adrian Gibs de 75 años quien ha colaborado con la investigación que llevó al desarrollo del TAMIFLU (escribió o fue coautor de más de 250 publicaciones científicas sobre virus en sus 39 años de carrera en la Universidad Australiana de Canberra de acuerdo con el sitio de información biografíca de la universidad)
Gibs en ese reportaje reconoce que se encuentra investigando la posibilidad de que el virus pudo haber “escapado accidentalmente” por error humano de un laboratorio de producción de vacunas.
Gibs dijo que escribió un resumen de esta investigación de tres páginas para entregarlo a una revista médica, pero no sólo eso, este informe firmado por Gibs se encuentra actualmente en manos del Director General Asistente de la OMS, Keiji Fukuda.
También ha recibido el reporte Nancy Cox directora del Centro de Enfermedades de Atlanta quien se adelantó a decir que no existen elementos que respalden dicha postura por el momento.
La Agencia Internacional de Salud pidió a los centros colaborativos de investigación de la influenza de la OMS, que incluyen los CDC y sitios en Memphis, Londres y Tokio que revean el estudio.
La OMS quiere saber si hay alguna prueba para corroborar que el virus se ha desarrollado en un laboratorio y si existen otras explicaciones para su particular patrón genético, dijo Fukuda.
No debemos olvidar que son muchos los científicos que especulan con que en 1977 la influenza de Rusia, el brote global más cercano, comenzó cuando un virus escapó de un laboratorio.
