Creció 2,97% en los últimos doce meses
El salario mínimo argentino
tiene el mayor poder
El salario mínimo argentino
tiene el mayor poder
adquisitivo de Sudamérica
El salario mínimo argentino –hoy en $1.740– es el que más capacidad de compra tiene respecto al de los países de América del Sur. Desde el 2007 su poder adquisitivo creció un 13,64 por ciento.
Por Ana Vainman/El Argentino
El salario mínimo de la Argentina incrementó su poder de compra un 2,71% en el último año y se convirtió en el líder de la tabla de posiciones de los países de la región en función de la capacidad que posee para adquirir bienes y servicios.
Desde el 2007, el poder adquisitivo del piso salarial ascendió un 13,64% y se colocó entre los más dinámicos de América del Sur, según un informe elaborado ell Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano, al que Buenos Aires Económico accedió en exclusiva.
El salario mínimo fue actualizado a principios de agosto y quedó en $1.740 y, según el estudio, “posee hoy la misma capacidad adquisitiva que u$s694 en los Estados Unidos”.
Allí se asegura también que “en agosto del 2009 su poder de compra era 2,71% menor que el actual y se ubicaba en el equivalente de 676 dólares”.
El director de www.elsalario.com - sitio regenteado por aquel Centro de la UB-, Víctor Beker, explicó que la comparación se llevó a cabo midiendo qué cantidad de bienes y servicios puede adquirirse con un sueldo mínimo en cada uno de los países, para lo que se utilizó el concepto de paridad de poder adquisitivo (PPA). (Ver infografía.)
El informe señala que a nivel regional el salario mínimo real argentino lidera el ranking sudamericano al ser un 12% superior al piso salarial paraguayo –que se ubica en el segundo puesto– y 3,24 veces mayor que la remuneración mínima boliviana, la cual ocupa la última posición en la tabla”.
Por su parte, el salario mínimo brasileño alcanza los u$s327 PPA y se ubica en el octavo puesto del ranking.
Según el economista del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) Nicolás Arceo, el liderazgo de la capacidad de compra del salario mínimo argentino debe enmarcarse en las “políticas de ingresos implementadas por el Gobierno a partir del 2004 y el 2005, con la reinstauración de las paritarias y convocatoria del Consejo del Salario todos los años”.
“Estas políticas trajeron un incremento del salario mínimo en términos nominales y reales hasta principios del 2008. A partir de allí, con el aumento de la inflación, el salario mínimo mantuvo su capacidad de compra en términos reales.”
Variación. Si se ordenan los países según el crecimiento que exhibieron sus sueldos mínimos reales en los últimos tres años, Uruguay ocupa el primer puesto con un piso salarial 25,51% mayor que el del 2007.
En segundo lugar aparece Brasil, cuya remuneración mínima es 19,31% mayor que la de hace tres años en términos de poder adquisitivo. Y en el tercer lugar emergen la Argentina y Ecuador, con una variación del 13,64% de sus respectivos salarios mínimos reales.
El único país que presentó en este período una disminución de la capacidad de compra de su paga mínima fue Venezuela. Hoy el piso salarial venezolano puede comprar un 3,56% menos que en el 2007 luego de que en los últimos dos años experimentara una fuerte reducción del 13,15% de su poder adquisitivo.
En el Centro de Estudios de Nueva Economía de la Universidad de Belgrano consideran que “la recuperación de la capacidad de compra de los salarios mínimos parece ser un fenómeno regional. Con excepción del caso venezolano, los demás países sudamericanos exhibieron progresos en sus pisos remunerativos”.
Informalidad. Tanto los especialistas de la Universidad de Belgrano como los del CIFRA coincidieron en advertir que el salario mínimo acciona tangencialmente en los trabajadores no registrados, que son cerca de un tercio de la masa asalariada del país.
Beker indicó que “debe tenerse en cuenta que el salario mínimo se aplica únicamente a aquellos trabajadores que están en blanco. En todos los países de Sudamérica gran parte de la población trabaja en el sector informal, y un significativo porcentaje de ellos percibe una paga inferior a la mínima establecida”.
Asimismo, Arceo opinó que “si bien el salario mínimo vital y móvil tracciona indirectamente sobre el mercado informal, la característica argentina es que tiene un alto porcentaje de informalidad laboral, por lo que el sueldo piso no llega a todo el mercado laboral argentino”.
El salario mínimo argentino –hoy en $1.740– es el que más capacidad de compra tiene respecto al de los países de América del Sur. Desde el 2007 su poder adquisitivo creció un 13,64 por ciento.
Por Ana Vainman/El Argentino
El salario mínimo de la Argentina incrementó su poder de compra un 2,71% en el último año y se convirtió en el líder de la tabla de posiciones de los países de la región en función de la capacidad que posee para adquirir bienes y servicios.
Desde el 2007, el poder adquisitivo del piso salarial ascendió un 13,64% y se colocó entre los más dinámicos de América del Sur, según un informe elaborado ell Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano, al que Buenos Aires Económico accedió en exclusiva.
El salario mínimo fue actualizado a principios de agosto y quedó en $1.740 y, según el estudio, “posee hoy la misma capacidad adquisitiva que u$s694 en los Estados Unidos”.
Allí se asegura también que “en agosto del 2009 su poder de compra era 2,71% menor que el actual y se ubicaba en el equivalente de 676 dólares”.
El director de www.elsalario.com - sitio regenteado por aquel Centro de la UB-, Víctor Beker, explicó que la comparación se llevó a cabo midiendo qué cantidad de bienes y servicios puede adquirirse con un sueldo mínimo en cada uno de los países, para lo que se utilizó el concepto de paridad de poder adquisitivo (PPA). (Ver infografía.)
El informe señala que a nivel regional el salario mínimo real argentino lidera el ranking sudamericano al ser un 12% superior al piso salarial paraguayo –que se ubica en el segundo puesto– y 3,24 veces mayor que la remuneración mínima boliviana, la cual ocupa la última posición en la tabla”.
Por su parte, el salario mínimo brasileño alcanza los u$s327 PPA y se ubica en el octavo puesto del ranking.
Según el economista del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA) Nicolás Arceo, el liderazgo de la capacidad de compra del salario mínimo argentino debe enmarcarse en las “políticas de ingresos implementadas por el Gobierno a partir del 2004 y el 2005, con la reinstauración de las paritarias y convocatoria del Consejo del Salario todos los años”.
“Estas políticas trajeron un incremento del salario mínimo en términos nominales y reales hasta principios del 2008. A partir de allí, con el aumento de la inflación, el salario mínimo mantuvo su capacidad de compra en términos reales.”
Variación. Si se ordenan los países según el crecimiento que exhibieron sus sueldos mínimos reales en los últimos tres años, Uruguay ocupa el primer puesto con un piso salarial 25,51% mayor que el del 2007.
En segundo lugar aparece Brasil, cuya remuneración mínima es 19,31% mayor que la de hace tres años en términos de poder adquisitivo. Y en el tercer lugar emergen la Argentina y Ecuador, con una variación del 13,64% de sus respectivos salarios mínimos reales.
El único país que presentó en este período una disminución de la capacidad de compra de su paga mínima fue Venezuela. Hoy el piso salarial venezolano puede comprar un 3,56% menos que en el 2007 luego de que en los últimos dos años experimentara una fuerte reducción del 13,15% de su poder adquisitivo.
En el Centro de Estudios de Nueva Economía de la Universidad de Belgrano consideran que “la recuperación de la capacidad de compra de los salarios mínimos parece ser un fenómeno regional. Con excepción del caso venezolano, los demás países sudamericanos exhibieron progresos en sus pisos remunerativos”.
Informalidad. Tanto los especialistas de la Universidad de Belgrano como los del CIFRA coincidieron en advertir que el salario mínimo acciona tangencialmente en los trabajadores no registrados, que son cerca de un tercio de la masa asalariada del país.
Beker indicó que “debe tenerse en cuenta que el salario mínimo se aplica únicamente a aquellos trabajadores que están en blanco. En todos los países de Sudamérica gran parte de la población trabaja en el sector informal, y un significativo porcentaje de ellos percibe una paga inferior a la mínima establecida”.
Asimismo, Arceo opinó que “si bien el salario mínimo vital y móvil tracciona indirectamente sobre el mercado informal, la característica argentina es que tiene un alto porcentaje de informalidad laboral, por lo que el sueldo piso no llega a todo el mercado laboral argentino”.