Binner sembró un dilema por el DNU dentro del socialismo
Por: Salvador Sales/Clarin
El gobernador santafesino, Hermes Binner, se encuentra ante una nueva encrucijada: apoyar o no el Fondo del Bicentenario. El dirigente socialista sorprendió días atrás al admitir que el uso de las reservas "es un derecho del Gobierno nacional", aclarando que en su opinión "no deberían utilizarse para pagar deudas".
Sin embargo, ayer se conoció un comunicado del jefe nacional de su partido, el senador por Santa Fe Rubén Giustiniani, donde aseguró que votará en contra del decreto de necesidad y urgencia que habilita a tomar las reservas del Banco Central para pagar deuda a través del Fondo del Bicentenario. Es una postura coincidente con la que le anticipó a Clarín la titular del bloque socialista en Diputados, Mónica Fein.
El gobernador trata de hacer un inestable equilibrio entre la postura opositora de su partido y la necesidad de mantener abiertos los puentes con el Gobierno. A Binner le interesa que le lleguen fondos para obra pública que le permita oxigenar la alicaída economía provincial, que tiene un déficit de alrededor de 1.200 millones de pesos, sin quedar expuesto a los "aprietes" de los Kirchner.
Por lo pronto, el mandatario negó que desde el Gobierno le hayan solicitado que los legisladores socialistas apoyen en el Congreso el DNU para la creación del Fondo del Bicentenario, cuya validez será debatida en marzo. "No me lo han pedido, y además no corresponde. Es un tema entre el Gobierno nacional y el Congreso", dijo.
"Nosotros tenemos un bloque que no se opone a todo, sino que aporta y apoya todas las cuestiones que nos parecen positivas. Esta es nuestra diferencia con otros sectores", disparó Binner.
El gobierno santafesino había tenido una posición similar en los inicios del conflicto entre el matrimonio presidencial y el campo. En aquella oportunidad Hermes Binner, había apoyado la decisión de aumentar las retenciones a la soja. Posteriormente le entregó a Cristina una carta con 5 puntos para destrabar la puja, a instancia de los productores santafesinos y no logró una respuesta positiva.
En este juego de "toma y daca" para legitimar el decreto, el kirchnerismo ya consiguió el aval de al menos una docena de gobernadores, entre propios, aliados y críticos del Gobierno. Con todo, la última palabra la tendrá el Parlamento. Se espera un debate de final abierto en el Senado, donde los tantos entre oficialismo y oposición están ajustados. En Diputados, el arco anti K saca ventaja.
Binner dijo que "no estamos en la lista de las provincias favorecidas". Aunque dijo que maneja información de que este mes puede haber "una mesa de conciliación para zanjar diferencias".
Por: Salvador Sales/Clarin
El gobernador santafesino, Hermes Binner, se encuentra ante una nueva encrucijada: apoyar o no el Fondo del Bicentenario. El dirigente socialista sorprendió días atrás al admitir que el uso de las reservas "es un derecho del Gobierno nacional", aclarando que en su opinión "no deberían utilizarse para pagar deudas".
Sin embargo, ayer se conoció un comunicado del jefe nacional de su partido, el senador por Santa Fe Rubén Giustiniani, donde aseguró que votará en contra del decreto de necesidad y urgencia que habilita a tomar las reservas del Banco Central para pagar deuda a través del Fondo del Bicentenario. Es una postura coincidente con la que le anticipó a Clarín la titular del bloque socialista en Diputados, Mónica Fein.
El gobernador trata de hacer un inestable equilibrio entre la postura opositora de su partido y la necesidad de mantener abiertos los puentes con el Gobierno. A Binner le interesa que le lleguen fondos para obra pública que le permita oxigenar la alicaída economía provincial, que tiene un déficit de alrededor de 1.200 millones de pesos, sin quedar expuesto a los "aprietes" de los Kirchner.
Por lo pronto, el mandatario negó que desde el Gobierno le hayan solicitado que los legisladores socialistas apoyen en el Congreso el DNU para la creación del Fondo del Bicentenario, cuya validez será debatida en marzo. "No me lo han pedido, y además no corresponde. Es un tema entre el Gobierno nacional y el Congreso", dijo.
"Nosotros tenemos un bloque que no se opone a todo, sino que aporta y apoya todas las cuestiones que nos parecen positivas. Esta es nuestra diferencia con otros sectores", disparó Binner.
El gobierno santafesino había tenido una posición similar en los inicios del conflicto entre el matrimonio presidencial y el campo. En aquella oportunidad Hermes Binner, había apoyado la decisión de aumentar las retenciones a la soja. Posteriormente le entregó a Cristina una carta con 5 puntos para destrabar la puja, a instancia de los productores santafesinos y no logró una respuesta positiva.
En este juego de "toma y daca" para legitimar el decreto, el kirchnerismo ya consiguió el aval de al menos una docena de gobernadores, entre propios, aliados y críticos del Gobierno. Con todo, la última palabra la tendrá el Parlamento. Se espera un debate de final abierto en el Senado, donde los tantos entre oficialismo y oposición están ajustados. En Diputados, el arco anti K saca ventaja.
Binner dijo que "no estamos en la lista de las provincias favorecidas". Aunque dijo que maneja información de que este mes puede haber "una mesa de conciliación para zanjar diferencias".