jueves, 25 de febrero de 2010

NOTA DEL VICESECRETARIO GENERAL DEL PSOE PARA LEER EN CLAVE ARGENTINA

La pasividad destructiva

Por Jose Blanco*

En estos días se habla más que nunca de la necesidad de un acuerdo político contra la crisis económica. Es lógico. Es evidente que la lucha contra la crisis será más efectiva si todas las fuerzas políticas y sociales colaboran entre sí y contribuyen de forma positiva. Hasta ahora, esto se ha logrado en el ámbito de las fuerzas sociales: con todos sus altibajos, el diálogo entre empresarios, trabajadores y Gobierno está siendo esencial para hacer frente a la crisis, reducir sus costes y evitar una quiebra social.

En el terreno político no ha sido posible ni siquiera aproximarse a una concertación de esta naturaleza. Y ésta es una de las cosas que diferencian el desarrollo de la crisis en España de lo que ha sucedido en otros países. Porque en todos ellos las fuerzas políticas de la oposición han considerado que el interés nacional debe prevalecer sobre cualquier otro; y con acuerdos firmados o sin ellos, están colaborando con sus respectivos gobiernos.

Todo acuerdo político, para ser viable, tiene que responder a un interés común; pero, además, tiene que responder también al interés de cada una de las partes. Los que participan en un acuerdo tienen que tener incentivos para ello; o al menos, no tienen que tener incentivos para el desacuerdo. Ese es precisamente el problema que tenemos aquí. La situación es muy compleja, pero los términos de la competición política son muy simples y se reducen a lo siguiente: El PSOE necesita la recuperación y el PP necesita la crisis.

El Gobierno necesita la recuperación porque toda su actuación está centrada es ese primer –y casi único– objetivo; y por tanto la recuperación económica será la medida del éxito o del fracaso de su gestión en esta legislatura.

El PSOE necesita la recuperación porque sabe que es la condición necesaria –aunque no suficiente- para volver a tener la confianza mayoritaria de los ciudadanos.

Y el PP necesita la crisis porque ha llegado a la conclusión de que la crisis es lo único que puede permitirle ganar las próximas elecciones y regresar al poder. Mariano Rajoy es un político felizmente desengañado de sí mismo. Tras dos derrotas sucesivas, ha asumido al fin que jamás podrá ganar unas elecciones si ello depende del apoyo que él pueda suscitar en la sociedad española. Si el PP gana alguna vez, será a pesar de Rajoy. Y me atrevo a decir que será también a pesar del propio PP. En consecuencia, ha decidido basar su estrategia política en una cosa que parece de perogrullo, pero que es la clave de la actual situación política española: si no gana el PSOE, ganará el PP. Como el poder no se puede declarar vacante y sólo hay dos opciones reales de gobierno, si una pierde ganará la otra aunque no haya hecho nada por merecerlo. Es la ley de la inercia democrática aplicada hasta sus últimas consecuencias.

Rajoy ya no espera llegar a La Moncloa a lomos de su propio prestigio, ni de sus propuestas políticas, ni siquiera de la fuerza de su partido. Todo eso ya lo ha intentado y no sirve. Esta vez su apuesta es que sea la EPA (Encuesta de Población Activa) la que le lleve al poder por pura inercia.

Por el mismo razonamiento por el que los socialistas sabemos que sólo podremos volver a ganar si la economía y el empleo se recuperan, el PP sabe que sólo podrá ganar si la economía y el empleo no se recuperan. La crisis y el paro son su llave maestra, el caballo ganador por el que han apostado todos sus recursos políticos para que les conduzca hasta la meta deseada. No necesitan que gane Rajoy; les basta con que pierda Zapatero.

Habrán visto ustedes que el PP lleva muchos meses sin pronunciarse sobre el fondo de ninguno de los grandes debates de política social y económica que se han planteado en España. Es deliberado. Sustituyen el debate sobre los contenidos con una catarata de invectivas y ataques personales contra el presidente del Gobierno y se limitan a esperar que el azufre haga su trabajo.

Es cierto que esta estrategia tiene el pequeño inconveniente de que es claramente perjudicial para el interés de España. Pero los dirigentes del PP parecen dispuestos a asumir ese coste sin excesiva desazón espiritual. Porque desde su perspectiva hay un objetivo superior: que el poder regrese a las manos de las que nunca debió salir. Para la derecha española, todo aquel que ocupe el poder sin ser uno de ellos es un okupa y no hay prioridad más prioritaria que desalojarlo.

En un incendio, están los que inmediatamente se ponen a la tarea de intentar sofocarlo y ayudar a que no haya víctimas. Y están los que se limitan a gritar ¡guego!, ¡fuego!, sin hacer nada útil contra él y contribuyendo al pánico y a la confusión. Si en alguno de ellos perciben un poco disimulado matiz de júbilo a medida que crecen las llamas, a lo mejor es que tiene esperanzas de quedarse con el solar.

El caso es que puede ser que lo consigan. Pero tienen una debilidad: una vez que han optado por el modelo de la “pasividad destructiva”, que lo consigan no depende de ellos, depende de nosotros. La inercia es su mayor aliado y nuestro mayor enemigo. En este momento, hacer es arriesgado, pero no hacer es suicida. Tengámoslo claro.

*Vicesecretario general del PSOE

HOMENAJE A NÉSTOR KIRCHNER

Jorge Rivas, entrevistado por Ernesto Tenembaum

ELLOS TIENEN UN PLAN, ¡Y QUÉ PLAN!

La Marcha de la Oposición - Ignacio Copani

TN - Asunción de Jorge Rivas como diputado

AMÉRICA 24 - Rivas jura como diputado

C5N - Rivas jura como diputado

TELENOCHE - Informe sobre la recuperción de Jorge Rivas

Jorge Rivas - Documental sobre su rehabilitación - Gentileza de HadaSoft

OSCAR GONZÁLEZ EN LA CUMBRE DE LÍDERES PROGRESISTAS JUNTO A CFK- Canal 7

OSCAR GONZÁLEZ OPINA SOBRE LA CRISIS ECONÓMICA INTERNACIONAL - Telesur 12/08

EL SOCIALISTA OSCAR GONZÁLEZ OPINA SOBRE LA REESTATIZACIÓN DE LAS JUBILACIONES

Canal 13 - Gustavo Silvestre califica de "vergüenza" el intervencionismo de Giustiniani