Binner insiste en su idea de reformar la Constitución
Hermes Binner no se resigna a dejar la Casa Gris dentro de dos años sin remozar la Carta Magna provincial. Como lo viene planteando —casi como una obsesión— desde que se sentó por primera vez en el Sillón del Brigadier López, el gobernador insistió ayer en la necesidad de "llevar adelante una reforma constitucional" porque —subrayó— el texto actual "limita los avances que la Constitución nacional reformada en el 94 otorgó al gobierno central".
Es más: el mandatario adelantó ayer que volverá a hacer eje sobre esa cuestión cuando pronuncie pasado mañana (sábado 1º de mayo), ante la Asamblea Legislativa, el tradicional discurso de apertura del 128º período de sesiones ordinarias de la Legislatura.
En el mensaje ante la reunión conjunta de diputados y senadores, el titular del Ejecutivo hará hincapié "en la necesidad de compartir una propuesta de reforma que se discuta entre todos los sectores", tal como lo propuso en su primera incursión legislativa, en mayo de 2008, aunque aquella vez la iniciativa se diluyó al no encontrar un eco favorable en la oposición justicialista.
"La actual Constitución de Santa Fe no impide gobernar, pero sí impide contar con los avances que se plasmaron en la Constitución nacional del 94", aseveró ayer el mandatario luego de presidir un acto oficial en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno.
La exhumación del proyecto reformista, que la administración Binner viene fogoneando desde la campaña electoral previa a la asunción de diciembre de 2007 ya había sido esbozada por el reelecto presidente de la Cámara de Diputados santafesina, Eduardo Di Pollina, al concluir la sesión preparatoria de recambio de autoridades del pasado jueves.
Sin reelección. Ayer el jefe de la Casa Gris reflotó explícitamente la idea, pero para aventar suspicacias, dejó en claro que el proyecto de reforma dejaría de lado cualquier propuesta "de reelección de nadie".
Para dejar en claro que no está buscando un período más al frente del Ejecutivo, despejó: "Nunca fue mi intención y jamás lo haría porque no corresponde con principios éticos que para mí son muy importantes".
Paralelamente, el oficialismo motoriza una movilización a la Legislatura el próximo sábado para respaldar la gestión socialista y reclamar a la férrea oposición peronista una reforma tributaria.
Problemas financieros. Sobre este punto, Binner admitió ayer que las finanzas de la provincia podrían tener "problemas" porque, a diferencia de lo que ocurre en Córdoba o Buenos Aires, "no se pudieron aumentar los recursos provenientes del impuesto a los ingresos brutos, que son los que permiten financiar la salud, la educación, la seguridad y la Justicia, porque el justicialismo se opuso".
"La Legislatura nos autorizó a endeudarnos para pagar sueldos. En ninguna empresa, ni pública ni privada, el endeudamiento se utiliza para pagar sueldos. Esto no tiene nada que ver con una economía sustentable", aseguró el mandatario santafesino.
Tema cerrado. Finalmente, el gobernador descartó un nuevo intento para incrementar los ingresos correspondientes al impuesto a los ingresos brutos: "Para qué vamos a insistir con algo en lo que no están de acuerdo. El tercer intento no fue nuestro, sino de legisladores de origen sindical, y tampoco fue aprobado", recordó el mandatario.
"Si no hay reforma tributaria vamos a gobernar con las herramientas que tenemos. Lamentablemente, si es necesario, endeudando a una provincia que no debiera hacerlo para pagar sueldos", concluyó. (La Capital de Rosario)
Hermes Binner no se resigna a dejar la Casa Gris dentro de dos años sin remozar la Carta Magna provincial. Como lo viene planteando —casi como una obsesión— desde que se sentó por primera vez en el Sillón del Brigadier López, el gobernador insistió ayer en la necesidad de "llevar adelante una reforma constitucional" porque —subrayó— el texto actual "limita los avances que la Constitución nacional reformada en el 94 otorgó al gobierno central".
Es más: el mandatario adelantó ayer que volverá a hacer eje sobre esa cuestión cuando pronuncie pasado mañana (sábado 1º de mayo), ante la Asamblea Legislativa, el tradicional discurso de apertura del 128º período de sesiones ordinarias de la Legislatura.
En el mensaje ante la reunión conjunta de diputados y senadores, el titular del Ejecutivo hará hincapié "en la necesidad de compartir una propuesta de reforma que se discuta entre todos los sectores", tal como lo propuso en su primera incursión legislativa, en mayo de 2008, aunque aquella vez la iniciativa se diluyó al no encontrar un eco favorable en la oposición justicialista.
"La actual Constitución de Santa Fe no impide gobernar, pero sí impide contar con los avances que se plasmaron en la Constitución nacional del 94", aseveró ayer el mandatario luego de presidir un acto oficial en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno.
La exhumación del proyecto reformista, que la administración Binner viene fogoneando desde la campaña electoral previa a la asunción de diciembre de 2007 ya había sido esbozada por el reelecto presidente de la Cámara de Diputados santafesina, Eduardo Di Pollina, al concluir la sesión preparatoria de recambio de autoridades del pasado jueves.
Sin reelección. Ayer el jefe de la Casa Gris reflotó explícitamente la idea, pero para aventar suspicacias, dejó en claro que el proyecto de reforma dejaría de lado cualquier propuesta "de reelección de nadie".
Para dejar en claro que no está buscando un período más al frente del Ejecutivo, despejó: "Nunca fue mi intención y jamás lo haría porque no corresponde con principios éticos que para mí son muy importantes".
Paralelamente, el oficialismo motoriza una movilización a la Legislatura el próximo sábado para respaldar la gestión socialista y reclamar a la férrea oposición peronista una reforma tributaria.
Problemas financieros. Sobre este punto, Binner admitió ayer que las finanzas de la provincia podrían tener "problemas" porque, a diferencia de lo que ocurre en Córdoba o Buenos Aires, "no se pudieron aumentar los recursos provenientes del impuesto a los ingresos brutos, que son los que permiten financiar la salud, la educación, la seguridad y la Justicia, porque el justicialismo se opuso".
"La Legislatura nos autorizó a endeudarnos para pagar sueldos. En ninguna empresa, ni pública ni privada, el endeudamiento se utiliza para pagar sueldos. Esto no tiene nada que ver con una economía sustentable", aseguró el mandatario santafesino.
Tema cerrado. Finalmente, el gobernador descartó un nuevo intento para incrementar los ingresos correspondientes al impuesto a los ingresos brutos: "Para qué vamos a insistir con algo en lo que no están de acuerdo. El tercer intento no fue nuestro, sino de legisladores de origen sindical, y tampoco fue aprobado", recordó el mandatario.
"Si no hay reforma tributaria vamos a gobernar con las herramientas que tenemos. Lamentablemente, si es necesario, endeudando a una provincia que no debiera hacerlo para pagar sueldos", concluyó. (La Capital de Rosario)