CONGRESO DEL PS
La presencia de Binner garantizó un congreso socialista masivo y en paz
Eran las dos de la tarde, Hermes Binner ingresó al salón Palais Rouge, en Palermo, y recibió una ovación. Iban dos horas de deliberaciones en el II Congreso Ordinario del PS en una enorme sala a tope con 533 congresales y otros tantos militantes.
Binner caminó hasta la primera fila, y en ese instante todas las tensiones internas quedaron sepultadas: la presencia del gobernador de Santa Fe garantizaba un documento político único y de consenso, aprobado dos horas más tarde. "Este congreso superó el desafía de mantener la unidad", celebró luego Binner, el orador principal de la jornada.
El congreso en paz que ayer tuvieron los socialistas, abre, sin embargo, un mes de incertidumbre política en el PS. Será el tiempo donde se perfilen las listas para las elecciones directas el 8 de junio. Y no se descarta la confrontación entre los distintos sectores con visiones encontradas sobre las posibles alianzas políticas del Partido Socialista.
Sin mencionar jamás las expresiones "Elisa Carrió", "Colación Cívica", "Kirchner" o "gobierno nacional", el extenso documento político votado por unanimidad habla de "dinamizar, modernizar, transparentar al partido, abrirlo a los cambios". Y ratifica el pedido de una reforma previsional, tributaria, del Estado, por políticas activas para mejorar la distribución del ingreso, judicial, trabajo decente de 8 horas, personería gremial para la CTA, y entre otras cosas, abrir las sedes partidarias a adherentes y colaboradores desburocratizando el funcionamiento partidario".
Con el documento acordado previamente (negociado a través del binnerista Antonio Bonfatti y el sector referenciado en el presidente del partido, Rubén Giustiniani) el congreso logró concretar ayer una jornada que, si bien no constituyó una síntesis política distinta entre sectores, fue de pura ganancia: casi el 90 % de los congresales de todo el país presentes, todos los sectores representados, intervenciones matizadas o divergentes aunque sin agresiones ni rupturas, y lo principal: el retorno del gran elector santafesino a los congresos partidarios luego de dos ausencias significativas en sendos congresos de mayo y septiembre de 2007.
El acuerdo entre las tres vertientes del Congreso (Giustiniani, Binner y socialistas K) que posibilitó el más potente y representativo congreso socialista desde la reunificación en 2002, también implicó que a dirigentes políticos extrapartidarios (seguidores de Carrió, de la UCR o de expresiones de centroizquierda, entre otros) se les cancelara la invitación de honor, a último momento, por pedido de Binner y de los afines al kirchnerismo, referenciados en el diputado Ariel Basteiro. "La discusión por acordar un documento político no puede descuidar la foto final del acto, que por ahí dice más que el propio documento", confió un dirigente de esos sectores a LaCapital .
Es que ayer todavía estaba fresca la decisión política del sector de Giustiniani, cuando puso prácticamente a disposición de figuras externas el cierre de los congresos extraordinarios de mayo y septiembre de 2007. En el primer caso, fue el ahora ex dirigente político Jorge Telermann, siete días antes de las elecciones a jefe de Gobierno porteño de junio de 2007, el que tuvo el beneficio de un escenario socialista a su favor. Luego, el 7 de septiembre, le tocó a Elisa Carrió disfrutar de las banderas rojas a su servicio. Fue en las horas decisivas de 2007, cuando Carrió sumó a Giustiniani en la fórmula presidencial, y logró un destacado 23% de los votos.
Ayer ningún extrapartidario puso contenido político al cierre del congreso, en este caso dominado por la figura de Binner.
Todos adentro.
"Este congreso superó el gran desafío de la unidad", celebró Binner, al inicio de la más larga intervención de la jornada de ayer, 50 minutos. El gobernador quiere un partido donde quepan "todas la ideas y pensamientos", dentro de la ancha avenida del progresismo. "No sirve la teoría sin la práctica, ni la práctica sin la teoría, que es puro voluntarismo", disparó.
El gran elector de Santa Fe, que ahora adquirió estatura política nacional, volvió a definir su relación con el oficialismo kirchnerista como de "independencia; tenemos visiones diferentes y también visiones coincidentes, no nos oponemos a todo", subrayó. Y en una frase que pareció dirigida a Carrió, dijo que "la acción política debe dirigirse a cambiar la vida de la gente, y no se hace con declaraciones".
Binner mantuvo la atención de más mil personas durante su largo discurso, que incluyó un minucioso repaso de los noventa días de gobierno en Santa Fe. Fue durísimo con la herencia del Poder Judicial que le tocó: "En Santa Fe tenemos jueces de la Corte Suprema nominados a dedo, en cambio nosotros nos autoexcluimos en el uso del dedo", fustigó.
Giustiniani para el cierre. Finalmente, el senador Giustiniani cerró el Congreso donde ratificó "lo acertado de la línea política electoral del partido que nos llevó, entre otros logros, a que hoy tengamos el bloque de diputados más grande de los últimos 60 años".
El rosarino agregó luego su satisfacción por la cumbre latinoamericana que cerró el camino, en la semana que pasó, a todo posibilidad de conflicto bélico entre países de Latinoamérica.