Al Partido Socialista se lo quiere transformar vertiginosamente en el furgón de cola de la nueva derecha vernácula, comandado por Rubén Giustiniani y una larga lista de obsecuentes burócratas que, al no lograr una construcción política capaz de intervenir en elecciones internas con eficacia, optan por manipular un congreso nacional al sólo efecto de intervenir la provincia de Buenos Aires y modificar la carta orgánica para eliminar las corrientes internas y la representación federal, es decir, para concentrar el poder en unas pocas personas.
El domingo 28 de septiembre, en Santa Rosa , con una fuerte custodia policial armada, que incluyó vallas alrededor del club Estudiantes, menos de la mitad de los congresales del PS (muchos de ellos con acreditación cuestionable) decidieron que sólo ingresaran 10 congresales de la provincia de Buenos Aires (a dos de los cuales, al pedir la palabra, simplemente los sacaron del congreso y les pegaron), y luego, una hora antes de la hora pautada para el inicio del debate, aprobaron la" intervención" del distrito bonaerense.
Previamente, la misma policía que custodiaba a la pandilla de Giustiniani, retuvo por más de 45 minutos a los colectivos que llegaban con nuestros congresales, con la obvia intención de que llegáramos al congreso cuando ya todo estuviera decidido.
Giustiniani y sus cómplices sólo quieren seguir siendo súbditos de Elisa Carrió y definen como “desobediencia” la decisión de la provincia de Buenos Aires, tomada en un congreso transparente, de desarrollar sus propias políticas desde los gobiernos nacional y provincial y varios gobiernos municipales, como el caso de La Plata , ciudad en la que el Partido Socialista, con sus propios militantes y sin ningún condicionamiento, está a cargo de una política pública muy valorada por el socialismo: el Presupuesto Participativo.
Ya la provincia de Buenos Aires había convocado a elecciones internas para el próximo 30 de noviembre, con todo en regla y avalado por la justicia electoral, por lo que esta intervención no tiene sentido. Pero a Giutiniani y su banda no les interesa el debate, sólo pretenden un sello para poder materializar sus negocios políticos y económicos.
De allí que el golpe institucional sea su único recurso, como lo demostraron en varias oportunidades: votando la ley laboral que fue producto del soborno durante el gobierno de la Alianza , votando a favor de la Sociedad Rural , Menem, Duhalde, Rodríguez Saa, Macri y demás derechosos en el conflicto del “campo” (léase intento de golpe) y, últimamente, contra los intereses de los jubilados.
La Junta Ejecutiva Municipal del Partido Socialista de La Plata repudia y desconoce esta intervención, que ahora está siendo cuestionada en la justicia federal. Seguiremos adelante con nuestra actividad política y convocamos a todas las compañeras y compañeros que desean un Partido Socialista con vocación democrática e iniciativa propia para el desarrollo de políticas públicas socialmente eficaces a que nos acompañen con su protagonismo.
HOMENAJE A NÉSTOR KIRCHNER
