Transparencia Internacional y sus informes sobre la corrupción
Especial para ARGENPRESS.info
Desde 1995 la Organización No Gubernamental (ONG) Transparencia Internacional (Transparency International - TI) viene presentando anualmente un informe sobre la Percepción de Corrupción en el mundo.
En este año ha llegado a evaluar hasta a 180 países, pero lo sospechoso de éste y los análisis anteriores, es que el nivel de corrupción referente a América Latina, Asia y África, tiene estrecha relación con el grado de afinidad de cada país con los intereses nacionales de Estados Unidos y con su política exterior. También se nota su tendencia a “suavizar” el índice de los países que Norteamérica necesita en el momento, o a los que quiere atraer a su esfera de influencia.
Esta evaluación sofisticadamente camuflada, se basa en la premisa del fundador de la TI, un economista de origen alemán, neoliberal y abiertamente pronorteamericano Peter Eigen, quien dijo en 2007 que “los países africanos, asiáticos y latinoamericanos necesitan la protección de sus propios líderes frecuentemente corruptos”. Por supuesto, que para la globalizada TI, los países más corruptos en América Latina son aquellos que se atrevieron a desafiar a Estados Unidos iniciando reformas nacionales populistas y defendiendo su soberanía. Argentina está en el lugar 106; Bolivia – 120; Honduras – 130; Nicaragua – 130; Ecuador – 146; Paraguay – 154 y Venezuela es la nación más corrupta del continente con 162, junto con Haití. Mientras tanto, Colombia, Perú y México, estrechos aliados de EE.UU. donde la corrupción es extremadamente escandalosa y la ‘payola’, ‘tajada’ o mordida,’ de acuerdo a medios globalizados, es cosa institucionalizada, para la percepción de TI son los países menos afectados y ocupan el 75 y 89 lugar de su lista.
La parcialidad de la TI es fácilmente explicable. Su junta directiva está compuesta, nada más y nada menos, por directivos de las grandes corporaciones y estudiosos de tendencia abiertamente neoliberal. El mismo fundador e ideólogo de la organización Peter Eigen trabajó 25 años en el Banco Mundial (BM) como director de proyectos regionales del desarrollo que, según la estadística del BM, fracasaron en un 34 por ciento debido a la corrupción. Posteriormente se trasladó a la Fundación Ford conocida “pantalla” de la CIA. Actualmente Eigen es miembro directivo de la corporación Crown Agents (Agentes de la Corona) al servicio de la Gran Bretaña y envuelta en la supuesta reconstrucción de Irak como una subsidiaria de la norteamericana USAID, al servicio del Departamento de Estado.
El flujo del dinero puede aclarar inclusive más lo que representa Transparencia Internacional. Sus dólares provienen de la fundación Soros, la Fundación Ford, la USAID (Agencia Internacional para Desarrollo), la NED (Fundación de la Promoción de Democracia) – todas ligadas a la CIA. Igualmente provienen de las mega nacionales como la BP, ExxonMovil, Royal Dutch Shell y muchas otras no lejanas a la corrupción. Con este dinero la TI financia sus organizaciones locales en más de 80 países que hacen la supuesta labor de “percepción de corrupción” diseñada en Washington. Los “analistas” de la TI en Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Paraguay y Argentina son en su mayoría opositores del gobierno y muchos de sus colegas venezolanos participaron o apoyaron el golpe de Estado contra Hugo Chávez en 2002.
Resulta que la “transparencia” también está corrupta.
Especial para ARGENPRESS.info
Desde 1995 la Organización No Gubernamental (ONG) Transparencia Internacional (Transparency International - TI) viene presentando anualmente un informe sobre la Percepción de Corrupción en el mundo.
En este año ha llegado a evaluar hasta a 180 países, pero lo sospechoso de éste y los análisis anteriores, es que el nivel de corrupción referente a América Latina, Asia y África, tiene estrecha relación con el grado de afinidad de cada país con los intereses nacionales de Estados Unidos y con su política exterior. También se nota su tendencia a “suavizar” el índice de los países que Norteamérica necesita en el momento, o a los que quiere atraer a su esfera de influencia.
Esta evaluación sofisticadamente camuflada, se basa en la premisa del fundador de la TI, un economista de origen alemán, neoliberal y abiertamente pronorteamericano Peter Eigen, quien dijo en 2007 que “los países africanos, asiáticos y latinoamericanos necesitan la protección de sus propios líderes frecuentemente corruptos”. Por supuesto, que para la globalizada TI, los países más corruptos en América Latina son aquellos que se atrevieron a desafiar a Estados Unidos iniciando reformas nacionales populistas y defendiendo su soberanía. Argentina está en el lugar 106; Bolivia – 120; Honduras – 130; Nicaragua – 130; Ecuador – 146; Paraguay – 154 y Venezuela es la nación más corrupta del continente con 162, junto con Haití. Mientras tanto, Colombia, Perú y México, estrechos aliados de EE.UU. donde la corrupción es extremadamente escandalosa y la ‘payola’, ‘tajada’ o mordida,’ de acuerdo a medios globalizados, es cosa institucionalizada, para la percepción de TI son los países menos afectados y ocupan el 75 y 89 lugar de su lista.
La parcialidad de la TI es fácilmente explicable. Su junta directiva está compuesta, nada más y nada menos, por directivos de las grandes corporaciones y estudiosos de tendencia abiertamente neoliberal. El mismo fundador e ideólogo de la organización Peter Eigen trabajó 25 años en el Banco Mundial (BM) como director de proyectos regionales del desarrollo que, según la estadística del BM, fracasaron en un 34 por ciento debido a la corrupción. Posteriormente se trasladó a la Fundación Ford conocida “pantalla” de la CIA. Actualmente Eigen es miembro directivo de la corporación Crown Agents (Agentes de la Corona) al servicio de la Gran Bretaña y envuelta en la supuesta reconstrucción de Irak como una subsidiaria de la norteamericana USAID, al servicio del Departamento de Estado.
El flujo del dinero puede aclarar inclusive más lo que representa Transparencia Internacional. Sus dólares provienen de la fundación Soros, la Fundación Ford, la USAID (Agencia Internacional para Desarrollo), la NED (Fundación de la Promoción de Democracia) – todas ligadas a la CIA. Igualmente provienen de las mega nacionales como la BP, ExxonMovil, Royal Dutch Shell y muchas otras no lejanas a la corrupción. Con este dinero la TI financia sus organizaciones locales en más de 80 países que hacen la supuesta labor de “percepción de corrupción” diseñada en Washington. Los “analistas” de la TI en Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Paraguay y Argentina son en su mayoría opositores del gobierno y muchos de sus colegas venezolanos participaron o apoyaron el golpe de Estado contra Hugo Chávez en 2002.
Resulta que la “transparencia” también está corrupta.