Diario Diagonales - La Plata
HUBO RADICALES Y GREMIALISTAS
Un acto en el que Kirchner mostró su perfil frentista
Secco le pidió que encabece la lista de diputados
MAURICIO CANTANDO
mcantando@diariodiagonales.com.ar
Néstor Kirchner guardó silencio, pero consintió. Ayer fue un intendente no peronista el que encabezó el pedido para que encabece la lista de candidatos a diputados nacionales por el Frente para la Victoria.
El encargado de esa misión fue el jefe comunal de Ensenada, Mario Secco, quien cubrió el gimnasio de la Casa de Cultura local con dirigentes gremiales y vecinales, una postal que el kirchnerismo aprovechó para fortalecer su frente electoral, diezmado por el mayor protagonismo del Partido Justicialista.
Desde el atril, Secco, incondicional de Kirchner desde su asunción en 2003, trabajó para la causa. Citó a los líderes históricos de todos los partidos políticos, como el radical Hipólito Yrigoyen y socialista Alfredo Palacios. "Sabemos muy bien que vienen los liberales", advirtió luego.
Y ya mirando a Kirchner, que lo seguía desde la mesa ubicada al centro del escenario, lanzó la súplica más esperada: "Vos, que sos el conductor de este movimiento también te pedimos los ensenadenses que encabeces la lista; que seas parte de lo que vamos a votar millones de argentinos", rezó. Le siguió Scioli, que
empezó con un raconto de las obras impulsadas en la región, y repitió su advertencia sobre la importancia de las próximas elecciones. "Son un punto de inflexión, necesitamos el respaldo en las urnas", requirió.
A Kirchner lo rodeaban el ministro del Interior Florencio Randazzo, el gobernador Daniel Scioli y el jefe de la Secretaría de Inteligencia del Estado, Héctor Icazuriaga. Más atrás, lo seguían los diputados nacionales Remo Carlotto, Claudia Bernazza, Luis Ilarregui y Ariel Basteiro, titular del Partido Socialista bonaerense.
También contemplaban los intendentes Enrique Slezack (Berisso), Aníbal Di Sabbatino (San Vicente) y Francisco Gutiérrez (Quilmes), tres defensores de las candidaturas testimoniales.Secco, otro cultor de esa apuesta, aprovechó para alentarla.
"Nosotros somos Néstor Kirchner, por eso vamos a poner el cuerpo", desafió. Lo aplaudían en su mayoría militantes de sindicatos con fuerte presencia local, como Luz y Fuerza, Utedyc, Supeh, Estibadores, ferroviarios y portuarios.
En lo alto se veían las banderas amarillas del infaltable Movimiento de Unidad Popular (MUP) y las azules del Movimiento Evita. Más arriba, casi sobre los techos, permanecía colgada la del Frente para la Victoria.
Una muestra de la prolijidad que el kirchnerismo busca para estos convites: antes de iniciar su discurso,Secco pidió bajar las banderas para que "todos puedan ver". La impronta local se notaba también en entre quienes seguían el acto desde las sillas de plástico: había representes de entidades tradicionalistas, distinguidas por sus sombreros, chalecos y botas; y radicales adeptos al intendente anfitrión, con boina blanca e insignia distintiva en el pecho.