Ariel Basteiro: “La oposición quiere pagar la deuda con ajuste”
En una entrevista exclusiva con Políticargentina, el legislador del recién nacido Nuevo Encuentro Popular y Solidario defiende el pago de deuda con reservas del BCRA y anticipa el potencial liderazgo de la centroizquierda dentro del nuevo congreso. Mirando de reojo a 2011, rechaza cualquier tipo de alianza con el radicalismo y declara que "la oposición no comparte el mínimo proyecto en común”.
“El de Cristina fue un discurso fuerte pero justificado, porque la actitud que ha asumido el Senado respecto al pliego de Mercedes Marcó del Pont es para enojarse. Todos y cada uno de los dirigentes políticos, de la oposición y del oficialismo, en los últimos veinte días, han destacado la capacidad técnica y buena conducta de la presidenta del Banco Central. Por eso, llama la atención que todo el mundo hable bien pero marche presa. Se trata de un aprovechamiento político por parte de la oposición, que no tiene problemas ni miramientos en cargarse a aquellas personas que hasta hace unos días reivindicaban.”
-Tanto la Presidente como Hebe de Bonafini advirtieron sobre la presencia de un “tufillo a golpe”, ¿existe un intento de golpe institucional?
-No sé si hay intenciones de llevar adelante la destitución del Poder Ejecutivo. Lo que es cierto, es que hay sectores de la oposición que lo que buscan es desgastar y debilitar al Gobierno con el objetivo de acarrear beneficios electorales. Pero me costaría mucho creer que haya sectores que participan hoy de la democracia que recurrirían a un intento destituyente. Más que nada pretenden mejorar su posición con vistas a 2011.
-¿Es injusto que, siendo la primera minoría, el kirchnerismo esté en desventaja numérica en las 25 comisiones?
-Sí. Es la primera vez que sucede, históricamente eso siempre se respetó. Si se comparan los últimos seis años de un Parlamento completamente controlado por el kirchnerismo con este nuevo período legislativo, se observa que el oficialismo fue más democrático y respetuoso con las minorías que la oposición en estos últimos veinte días. Solamente se juntaron oportunamente el 3 de diciembre para quedarse con las presidencias pero después no comparten el mínimo proyecto en común, tienen problemas hasta para ponerse de acuerdo en qué día convocar una sesión especial.
-¿Qué papel va a jugar la centroizquierda dentro del Congreso de acá al 2011?
-Puede convertirse, si actúa de forma inteligente, en el árbitro de toda contienda parlamentaria. Con alrededor de veinte diputados –once de Proyecto Sur, seis de Nuevo Encuentro y eventuales aliados del GEN y parte del Partido Socialista- somos los que le ponemos la mayoría a un bloque o al otro, al grupo A o al grupo B. Lamentablemente, a veces a nosotros mismos se nos hace difícil montar una estrategia común para aprovecharlo de mejor manera.
-¿Se refiere a la relación del interbloque al que usted pertenece con el de Pino Solanas?
-Claro. Tuvimos diferencias con ese grupo a partir de la composición de la Cámara. Nosotros considerábamos que no teníamos que darle la presidencia y mayoría a la derecha en comisiones clave que pueden trastocar o modificar los avances y legislación positiva que se consiguieron en los últimos años a cambio de quedarnos con la presidencia de una o dos comisiones. Preferimos quedarnos sin tanto pero no actuar en beneficio de la derecha. Más allá de esa votación no hay grandes diferencias con Proyecto Sur. La más fuerte es que ellos tienen una intención de mostrarse claramente como un grupo opositor e, incluso, sobreactuar medidas que a veces no creo que estén tan en desacuerdo, pero nacen de una posición por la negativa. Nosotros, teniendo una lectura muy parecida de la situación, partimos de una actitud propositiva.
-¿De dónde nace esa actitud negativa “porque sí”?
-La elección de junio marcó qué, desde el punto de vista electoral, es más conveniente ser oposición al gobierno que ser oficialismo. Si Sabbatella hubiera tenido más participación en los medios, hubiera sido beneficioso para nuestro espacio y hubiese levantado aún más su nivel de popularidad. Todo aquel que no fustigue al gobierno, sobretodo en el grupo Clarín, no va a tener tanto espacio en los medios. Pino vio esto.
-Usted dijo hace un tiempo que no había que pagar la deuda externa hasta que no se salde la deuda con los más necesitados. ¿Sigue pensando lo mismo, teniendo en cuenta la actualidad del debate?
-Seguimos creyendo que es importante pagar la deuda para que el país no entre en default. Es un punto importante que siga habiendo estabilidad económica, no tanto para los sectores del poder o mejor instalados en la sociedad sino, principalmente, para los sectores más humildes. Si se tratara de pagar los vencimientos con parte del presupuesto, yo estaría en contra porque conllevaría ajuste. Apoyo la medida porque se hace con plata que está inmovilizada en el BCRA y que siempre se utilizó para bancarle la martingala financiera a los grandes grupos económicos. Entonces, si por primera vez puede servir para ayudar a los sectores desprotegidos, hagámoslo.
-Es llamativo como el tema de pagar la deuda a los organismos internacionales ha sido siempre un mecanismo no tanto de la centroizquierda y sí de neoliberales. En este caso la derecha está en contra y ustedes a favor.
-Lo interpelo en todos lados, en todos los debates que voy saco el tema. Siempre han mirado para el otro lado. Siempre digo “ustedes han cambiado la posición. Porque si me dicen que tiene la posición de la izquierda dura de los '80 de no pago la deuda externa, bueno, es otro debate y hasta quizás coincida con ustedes”. Ellos no dicen que no hay que pagar la deuda, ellos dicen que no hay que pagar con fondos del BCRA porque lo que quieren es pagar con ajuste, en su lógica, el dinero ese tiene que salir de reducción de planes sociales, de obra pública, por una actitud totalmente mezquina y repudiable. Principalmente porque saben que eso redunda en un buen perfil para el gobierno, poder instrumentar la asignación universal por hijo, o los planes argentina trabaja. Esa es quizás la política más activa que tiene el gobierno, de última se lo reivindican todos los que están incluidos en esos planes. Pero como los sectores de la oposición lo único que tienen es una urna con un voto en la cabeza, de no tener eso serían menos votos para el oficialismo. Es lamentable que tengan ese análisis, pero estoy seguro que es así, lo dice Carrió abiertamente.
-Si se paga la deuda y luego falta plata, ¿el haber pagado restableciendo la estabilidad con los organismos internacionales no da más confianza y posibilidad de pedir otros prestamos?
-Es así. Pero, lo que ellos buscan, tiene la misma lógica de Cavallo con el gobierno de Alfonsín que salió en una gira internacional a reclamarle a los bancos que no dieran crédito a Argentina, con el objetivo de debilitarla. Esa mecánica maquiavélica y repudiable que tuvo también el peronismo en el '89 y Cavallo, el emperador de ese menemismo, también hoy lo hacen en misma medida este sector de la oposición. Buscan que no haya capacidad de conseguir créditos y de poder mejorar la situación económica del país.
-Pasando a 2011. Usted, a pesar de tener otra posición, sigue formando parte del Partido Socialista, ¿Qué pasaría ante una posible alianza del PS con Carrió, por ejemplo, para las elecciones presidenciales? ¿Seguiría perteneciendo al partido?
-Yo soy socialista y eso no me lo va a sacar ni Giustiniani ni el tribunal de disciplina. Primero porque el socialismo es una filosofía de vida y una forma de hacer política más allá de lo partidario. El socialismo estuvo dividido por casi cincuenta años y era muy normal que sobre existieran varias vertientes y quizás hacia futuro sea el escenario que uno ve como posible. Hoy en día el partido está integrado por el PS popular y el PS democrático. Todos los que estamos en el PSD están más ligados a la postura que puedo tener yo que a otra. Con lo cual a lo sumo volverá a existir el PSD y el PSP, lo cual romperá esa unidad que provocó la refundación del PS. Además, hay otros grupos que también se reivindican como socialistas. Nosotros apoyamos que el PS tenga un frente de centroizquierda. Consideramos que ir con Cobos y con Carrió es sumarse a los bloques de la centroderecha. Consideramos que este gobierno tiene una posición progresista y no descartamos ni objetaríamos si en vez de andar de la manito con Carrió, por una actitud gorila que tienen algunos compañeros socialistas con respeto al peronismo y a este gobierno, ya que no quieren jugar en ese dial, por lo menos que lo hagan unificando con el espacio de la centroizquierda. No queremos que el partido esté en una alianza con Carrió, Cobos o el radicalismo.
-Con respecto a Nuevo Encuentro Popular y Solidario, ¿cuáles son los planes para 2011 teniendo en cuenta la reforma política y hasta qué punto los afecta?
-El Nuevo Encuentro Popular y Solidario es un bloque parlamentario que no descartamos seguirá trabajando para convertirse en un espacio político. De hecho tiene ya un nivel de desarrollo bastante profundo a partir del Encuentro por la Democracia y la Equidad, del Partido Comunista, el Partido Solidario, varios partidos de la provincia de Buenos Aires que ya conforman el Nuevo Encuentro. Nosotros como socialistas, quizás a futuro podamos estar unificando acciones electorales y políticas, está dentro del mismo proceso que debemos darnos internamente, primero terminar de definir dentro del partido las disputas internas y posteriormente poder sumarnos a una construcción más amplia que puede ser EDE. Sobre el tema de la nueva ley de partidos políticos, nos opusimos a fines del año pasado. El bloque nuestro se opuso por considerar que era una nueva ley armada exclusivamente para el beneficio del PJ y la UCR, los partidos mayoritarios y que perjudica abiertamente a los espacios chicos que han nacido al albor del 2001. No creemos que sea una buena ley, va a generar muchos inconvenientes, y no descarto que llegado el momento hasta se termine derogando. (www.politicaargentina.com)
En una entrevista exclusiva con Políticargentina, el legislador del recién nacido Nuevo Encuentro Popular y Solidario defiende el pago de deuda con reservas del BCRA y anticipa el potencial liderazgo de la centroizquierda dentro del nuevo congreso. Mirando de reojo a 2011, rechaza cualquier tipo de alianza con el radicalismo y declara que "la oposición no comparte el mínimo proyecto en común”.
“El de Cristina fue un discurso fuerte pero justificado, porque la actitud que ha asumido el Senado respecto al pliego de Mercedes Marcó del Pont es para enojarse. Todos y cada uno de los dirigentes políticos, de la oposición y del oficialismo, en los últimos veinte días, han destacado la capacidad técnica y buena conducta de la presidenta del Banco Central. Por eso, llama la atención que todo el mundo hable bien pero marche presa. Se trata de un aprovechamiento político por parte de la oposición, que no tiene problemas ni miramientos en cargarse a aquellas personas que hasta hace unos días reivindicaban.”
-Tanto la Presidente como Hebe de Bonafini advirtieron sobre la presencia de un “tufillo a golpe”, ¿existe un intento de golpe institucional?
-No sé si hay intenciones de llevar adelante la destitución del Poder Ejecutivo. Lo que es cierto, es que hay sectores de la oposición que lo que buscan es desgastar y debilitar al Gobierno con el objetivo de acarrear beneficios electorales. Pero me costaría mucho creer que haya sectores que participan hoy de la democracia que recurrirían a un intento destituyente. Más que nada pretenden mejorar su posición con vistas a 2011.
-¿Es injusto que, siendo la primera minoría, el kirchnerismo esté en desventaja numérica en las 25 comisiones?
-Sí. Es la primera vez que sucede, históricamente eso siempre se respetó. Si se comparan los últimos seis años de un Parlamento completamente controlado por el kirchnerismo con este nuevo período legislativo, se observa que el oficialismo fue más democrático y respetuoso con las minorías que la oposición en estos últimos veinte días. Solamente se juntaron oportunamente el 3 de diciembre para quedarse con las presidencias pero después no comparten el mínimo proyecto en común, tienen problemas hasta para ponerse de acuerdo en qué día convocar una sesión especial.
-¿Qué papel va a jugar la centroizquierda dentro del Congreso de acá al 2011?
-Puede convertirse, si actúa de forma inteligente, en el árbitro de toda contienda parlamentaria. Con alrededor de veinte diputados –once de Proyecto Sur, seis de Nuevo Encuentro y eventuales aliados del GEN y parte del Partido Socialista- somos los que le ponemos la mayoría a un bloque o al otro, al grupo A o al grupo B. Lamentablemente, a veces a nosotros mismos se nos hace difícil montar una estrategia común para aprovecharlo de mejor manera.
-¿Se refiere a la relación del interbloque al que usted pertenece con el de Pino Solanas?
-Claro. Tuvimos diferencias con ese grupo a partir de la composición de la Cámara. Nosotros considerábamos que no teníamos que darle la presidencia y mayoría a la derecha en comisiones clave que pueden trastocar o modificar los avances y legislación positiva que se consiguieron en los últimos años a cambio de quedarnos con la presidencia de una o dos comisiones. Preferimos quedarnos sin tanto pero no actuar en beneficio de la derecha. Más allá de esa votación no hay grandes diferencias con Proyecto Sur. La más fuerte es que ellos tienen una intención de mostrarse claramente como un grupo opositor e, incluso, sobreactuar medidas que a veces no creo que estén tan en desacuerdo, pero nacen de una posición por la negativa. Nosotros, teniendo una lectura muy parecida de la situación, partimos de una actitud propositiva.
-¿De dónde nace esa actitud negativa “porque sí”?
-La elección de junio marcó qué, desde el punto de vista electoral, es más conveniente ser oposición al gobierno que ser oficialismo. Si Sabbatella hubiera tenido más participación en los medios, hubiera sido beneficioso para nuestro espacio y hubiese levantado aún más su nivel de popularidad. Todo aquel que no fustigue al gobierno, sobretodo en el grupo Clarín, no va a tener tanto espacio en los medios. Pino vio esto.
-Usted dijo hace un tiempo que no había que pagar la deuda externa hasta que no se salde la deuda con los más necesitados. ¿Sigue pensando lo mismo, teniendo en cuenta la actualidad del debate?
-Seguimos creyendo que es importante pagar la deuda para que el país no entre en default. Es un punto importante que siga habiendo estabilidad económica, no tanto para los sectores del poder o mejor instalados en la sociedad sino, principalmente, para los sectores más humildes. Si se tratara de pagar los vencimientos con parte del presupuesto, yo estaría en contra porque conllevaría ajuste. Apoyo la medida porque se hace con plata que está inmovilizada en el BCRA y que siempre se utilizó para bancarle la martingala financiera a los grandes grupos económicos. Entonces, si por primera vez puede servir para ayudar a los sectores desprotegidos, hagámoslo.
-Es llamativo como el tema de pagar la deuda a los organismos internacionales ha sido siempre un mecanismo no tanto de la centroizquierda y sí de neoliberales. En este caso la derecha está en contra y ustedes a favor.
-Lo interpelo en todos lados, en todos los debates que voy saco el tema. Siempre han mirado para el otro lado. Siempre digo “ustedes han cambiado la posición. Porque si me dicen que tiene la posición de la izquierda dura de los '80 de no pago la deuda externa, bueno, es otro debate y hasta quizás coincida con ustedes”. Ellos no dicen que no hay que pagar la deuda, ellos dicen que no hay que pagar con fondos del BCRA porque lo que quieren es pagar con ajuste, en su lógica, el dinero ese tiene que salir de reducción de planes sociales, de obra pública, por una actitud totalmente mezquina y repudiable. Principalmente porque saben que eso redunda en un buen perfil para el gobierno, poder instrumentar la asignación universal por hijo, o los planes argentina trabaja. Esa es quizás la política más activa que tiene el gobierno, de última se lo reivindican todos los que están incluidos en esos planes. Pero como los sectores de la oposición lo único que tienen es una urna con un voto en la cabeza, de no tener eso serían menos votos para el oficialismo. Es lamentable que tengan ese análisis, pero estoy seguro que es así, lo dice Carrió abiertamente.
-Si se paga la deuda y luego falta plata, ¿el haber pagado restableciendo la estabilidad con los organismos internacionales no da más confianza y posibilidad de pedir otros prestamos?
-Es así. Pero, lo que ellos buscan, tiene la misma lógica de Cavallo con el gobierno de Alfonsín que salió en una gira internacional a reclamarle a los bancos que no dieran crédito a Argentina, con el objetivo de debilitarla. Esa mecánica maquiavélica y repudiable que tuvo también el peronismo en el '89 y Cavallo, el emperador de ese menemismo, también hoy lo hacen en misma medida este sector de la oposición. Buscan que no haya capacidad de conseguir créditos y de poder mejorar la situación económica del país.
-Pasando a 2011. Usted, a pesar de tener otra posición, sigue formando parte del Partido Socialista, ¿Qué pasaría ante una posible alianza del PS con Carrió, por ejemplo, para las elecciones presidenciales? ¿Seguiría perteneciendo al partido?
-Yo soy socialista y eso no me lo va a sacar ni Giustiniani ni el tribunal de disciplina. Primero porque el socialismo es una filosofía de vida y una forma de hacer política más allá de lo partidario. El socialismo estuvo dividido por casi cincuenta años y era muy normal que sobre existieran varias vertientes y quizás hacia futuro sea el escenario que uno ve como posible. Hoy en día el partido está integrado por el PS popular y el PS democrático. Todos los que estamos en el PSD están más ligados a la postura que puedo tener yo que a otra. Con lo cual a lo sumo volverá a existir el PSD y el PSP, lo cual romperá esa unidad que provocó la refundación del PS. Además, hay otros grupos que también se reivindican como socialistas. Nosotros apoyamos que el PS tenga un frente de centroizquierda. Consideramos que ir con Cobos y con Carrió es sumarse a los bloques de la centroderecha. Consideramos que este gobierno tiene una posición progresista y no descartamos ni objetaríamos si en vez de andar de la manito con Carrió, por una actitud gorila que tienen algunos compañeros socialistas con respeto al peronismo y a este gobierno, ya que no quieren jugar en ese dial, por lo menos que lo hagan unificando con el espacio de la centroizquierda. No queremos que el partido esté en una alianza con Carrió, Cobos o el radicalismo.
-Con respecto a Nuevo Encuentro Popular y Solidario, ¿cuáles son los planes para 2011 teniendo en cuenta la reforma política y hasta qué punto los afecta?
-El Nuevo Encuentro Popular y Solidario es un bloque parlamentario que no descartamos seguirá trabajando para convertirse en un espacio político. De hecho tiene ya un nivel de desarrollo bastante profundo a partir del Encuentro por la Democracia y la Equidad, del Partido Comunista, el Partido Solidario, varios partidos de la provincia de Buenos Aires que ya conforman el Nuevo Encuentro. Nosotros como socialistas, quizás a futuro podamos estar unificando acciones electorales y políticas, está dentro del mismo proceso que debemos darnos internamente, primero terminar de definir dentro del partido las disputas internas y posteriormente poder sumarnos a una construcción más amplia que puede ser EDE. Sobre el tema de la nueva ley de partidos políticos, nos opusimos a fines del año pasado. El bloque nuestro se opuso por considerar que era una nueva ley armada exclusivamente para el beneficio del PJ y la UCR, los partidos mayoritarios y que perjudica abiertamente a los espacios chicos que han nacido al albor del 2001. No creemos que sea una buena ley, va a generar muchos inconvenientes, y no descarto que llegado el momento hasta se termine derogando. (www.politicaargentina.com)