La bancada de senadores del Frente Progresista
votó el proyecto del PJ
Apremiados por la crisis y los paros
Por Juan Carlos Tizziani
La Legislatura de Santa Fe aprobó ayer un fondo de emergencia salarial de 1.400 millones de pesos para financiar las demandas docentes y de trabajadores estatales, pero sin aumentar impuestos. Se transformó en ley después de cinco votaciones en las dos Cámaras y como quería el PJ. Lo curioso es que también cosechó el voto de los senadores del Frente Progresista. Un final de bandera blanca que Hermes Binner aceptó apremiado por la crisis y la escalada de paros. "No es fácil justificar el apoyo a un proyecto con el que no estamos de acuerdo, pero la situación de la provincia es grave. No es normal que las escuelas de Santa Fe estén cerradas", se lamentó el presidente del bloque oficial en el Senado, Juan Carlos Zabalza. Y trató de explicar lo inexplicable: su bancada votó el proyecto del PJ y en contra de lo que sus propios colegas de la Cámara de Diputados habían aprobado 48 horas antes, aunque al final no pudo con su fastidio: cuando la vicegobernadora Griselda Tessio puso el proyecto a votación, Zabalza se levantó de su banca y se fue del recinto.
Binner sabía que sus operadores en la Legislatura marchaban a una derrota segura en el Senado.
La falta de acuerdos en Diputados con el Frente para la Victoria le retaceó la posibilidad de constituir una mayoría de dos tercios que pueda imponer el proyecto oficial. El miércoles, Diputados intentó torcer el rumbo: dio media sanción al fondo salarial que financiaba los aumentos de sueldos con más presión impositiva a la industria y a la construcción. Un triunfo transitorio.
Porque ayer la balanza se dio vuelta en el Senado que desechó la propuesta del oficialismo e insistió en la suya: una ingeniería financiera que constituye un fondo de 1.400 millones con 500 millones que ya estaban en el presupuesto 2010, créditos por 250 millones, una moratoria impositiva para recaudar otros 100 millones y el futuro aumento de ingresos fiscales que se estiman en 450 millones, más ahorros que deberá hacer el gobierno de Binner. En compensación, el gobierno podrá utilizar el 100 por ciento del Fondo Unificado de Cuentas Oficiales (FUCO), unos 200 millones de pesos. Lo único constante y sonante que tendrá disponible la semana que viene.
En realidad, la ley interviene sobre la caja de la provincia. Crea una comisión de seguimiento y control -integrada por los gremios, el gobierno y la Legislatura para monitorear las cuentas públicas en los próximos tres meses. Y dispone una cláusula de garantía para discutir una reforma tributaria después del 30 de junio si las estimaciones financiera del PJ no se cumplen en la realidad.
El miércoles, los operadores de Binner habían jugado a todo o nada en Diputados. Se fueron de la Cámara con un resultado favorable y la certeza de una derrota segura en el Senado. Y así fue. A media tarde, cuatro legisladores del oficialismo (Eduardo Di Pollina, Raúl Lamberto, Darío Boscarol y Sergio Liberatti) marcharon hasta el despacho de Binner en la Casa Gris para consultarlo sobre el proyecto del PJ. El gobernador ya lo conocía desde el lunes, cuando recibió al presidente del bloque de senadores justicialista, Ricardo Spinozzi y a sus dos vices. Así que el diálogo fue breve. Los emisarios volvieron a la Legislatura con un mandato que los senadores del Frente Progresista cumplieron al pie de la letra: "Votar el proyecto del PJ".
El debate arrancó tarde en el Senado, ya de noche. Afuera, en la explanada de la Legislatura, los docentes de Amsafé y Sadop habían desafiado el mal tiempo con carpas, batucadas y cantitos. Por momentos llovía a cántaros, pero el clima festivo entonaba el aguante con dedicatorias a la ministra de Educación. "¡Esta lluvia de mierda no quiere parar, es Rasino que no para de llorar", cantaron los maestros. Y siguieron con otro infaltable: "¡Rasino, no chamuyes más, tenés que pagar el aumento de la paritaria nacional!". Aunque tampoco faltaron las ironías: "¡Olé, olá, los progresistas no nos quieren aumentar!".
Puertas adentro, el oficialismo comenzaba a digerir la derrota. El senador más odiado por la Casa Gris, Juan Carlos Mercier, abrió la discusión casi con una "clase magistral" ayudado con un power point. Repasó los números de la provincia y le pasó al gobierno todas las facturas políticas, una por una. Desde el reproche que Binner asumió el gobierno con una disponibilidad de 2.000 millones en la caja del FUCO, que a febrero último había mermado a sólo 873 millones de pesos.
Después siguió Spinozzi, con un discurso más contemporizador. "No queremos cogobernar. Pero en medio de esta crisis en que la educación, la salud y la provincia está paralizadas, le decimos al gobernador que no lo dejaremos solos. Que convoque mañana a las paritarias para comenzar a discutir los aumentos salariales", sacó pecho el jefe del PJ.
Zabalza cerró resignado. "Fuimos derrotados en el debate del presupuesto, en diciembre. Y sin embargo, hoy estamos aquí, en un día de enorme trascendencia para la provincia, privilegiando la posibilidad de que el gobierno maneje algunos recursos más", dijo el legislador. "No es fácil justificar el apoyo a un proyecto con el que no estamos de acuerdo. Pero la situación de la provincia es grave. No es normal que las escuelas de Santa Fe estén cerradas. Por lo tanto, tenemos que superar esta escalada de paros que nos agobia". Al final, cuando Tessio puso el proyecto a votación, Zabalza saltó de su banca y se fue del recinto, sin votar. La bronca pasó al acto. (Rosario 12)
votó el proyecto del PJ
Apremiados por la crisis y los paros
Por Juan Carlos Tizziani
La Legislatura de Santa Fe aprobó ayer un fondo de emergencia salarial de 1.400 millones de pesos para financiar las demandas docentes y de trabajadores estatales, pero sin aumentar impuestos. Se transformó en ley después de cinco votaciones en las dos Cámaras y como quería el PJ. Lo curioso es que también cosechó el voto de los senadores del Frente Progresista. Un final de bandera blanca que Hermes Binner aceptó apremiado por la crisis y la escalada de paros. "No es fácil justificar el apoyo a un proyecto con el que no estamos de acuerdo, pero la situación de la provincia es grave. No es normal que las escuelas de Santa Fe estén cerradas", se lamentó el presidente del bloque oficial en el Senado, Juan Carlos Zabalza. Y trató de explicar lo inexplicable: su bancada votó el proyecto del PJ y en contra de lo que sus propios colegas de la Cámara de Diputados habían aprobado 48 horas antes, aunque al final no pudo con su fastidio: cuando la vicegobernadora Griselda Tessio puso el proyecto a votación, Zabalza se levantó de su banca y se fue del recinto.
Binner sabía que sus operadores en la Legislatura marchaban a una derrota segura en el Senado.
La falta de acuerdos en Diputados con el Frente para la Victoria le retaceó la posibilidad de constituir una mayoría de dos tercios que pueda imponer el proyecto oficial. El miércoles, Diputados intentó torcer el rumbo: dio media sanción al fondo salarial que financiaba los aumentos de sueldos con más presión impositiva a la industria y a la construcción. Un triunfo transitorio.
Porque ayer la balanza se dio vuelta en el Senado que desechó la propuesta del oficialismo e insistió en la suya: una ingeniería financiera que constituye un fondo de 1.400 millones con 500 millones que ya estaban en el presupuesto 2010, créditos por 250 millones, una moratoria impositiva para recaudar otros 100 millones y el futuro aumento de ingresos fiscales que se estiman en 450 millones, más ahorros que deberá hacer el gobierno de Binner. En compensación, el gobierno podrá utilizar el 100 por ciento del Fondo Unificado de Cuentas Oficiales (FUCO), unos 200 millones de pesos. Lo único constante y sonante que tendrá disponible la semana que viene.
En realidad, la ley interviene sobre la caja de la provincia. Crea una comisión de seguimiento y control -integrada por los gremios, el gobierno y la Legislatura para monitorear las cuentas públicas en los próximos tres meses. Y dispone una cláusula de garantía para discutir una reforma tributaria después del 30 de junio si las estimaciones financiera del PJ no se cumplen en la realidad.
El miércoles, los operadores de Binner habían jugado a todo o nada en Diputados. Se fueron de la Cámara con un resultado favorable y la certeza de una derrota segura en el Senado. Y así fue. A media tarde, cuatro legisladores del oficialismo (Eduardo Di Pollina, Raúl Lamberto, Darío Boscarol y Sergio Liberatti) marcharon hasta el despacho de Binner en la Casa Gris para consultarlo sobre el proyecto del PJ. El gobernador ya lo conocía desde el lunes, cuando recibió al presidente del bloque de senadores justicialista, Ricardo Spinozzi y a sus dos vices. Así que el diálogo fue breve. Los emisarios volvieron a la Legislatura con un mandato que los senadores del Frente Progresista cumplieron al pie de la letra: "Votar el proyecto del PJ".
El debate arrancó tarde en el Senado, ya de noche. Afuera, en la explanada de la Legislatura, los docentes de Amsafé y Sadop habían desafiado el mal tiempo con carpas, batucadas y cantitos. Por momentos llovía a cántaros, pero el clima festivo entonaba el aguante con dedicatorias a la ministra de Educación. "¡Esta lluvia de mierda no quiere parar, es Rasino que no para de llorar", cantaron los maestros. Y siguieron con otro infaltable: "¡Rasino, no chamuyes más, tenés que pagar el aumento de la paritaria nacional!". Aunque tampoco faltaron las ironías: "¡Olé, olá, los progresistas no nos quieren aumentar!".
Puertas adentro, el oficialismo comenzaba a digerir la derrota. El senador más odiado por la Casa Gris, Juan Carlos Mercier, abrió la discusión casi con una "clase magistral" ayudado con un power point. Repasó los números de la provincia y le pasó al gobierno todas las facturas políticas, una por una. Desde el reproche que Binner asumió el gobierno con una disponibilidad de 2.000 millones en la caja del FUCO, que a febrero último había mermado a sólo 873 millones de pesos.
Después siguió Spinozzi, con un discurso más contemporizador. "No queremos cogobernar. Pero en medio de esta crisis en que la educación, la salud y la provincia está paralizadas, le decimos al gobernador que no lo dejaremos solos. Que convoque mañana a las paritarias para comenzar a discutir los aumentos salariales", sacó pecho el jefe del PJ.
Zabalza cerró resignado. "Fuimos derrotados en el debate del presupuesto, en diciembre. Y sin embargo, hoy estamos aquí, en un día de enorme trascendencia para la provincia, privilegiando la posibilidad de que el gobierno maneje algunos recursos más", dijo el legislador. "No es fácil justificar el apoyo a un proyecto con el que no estamos de acuerdo. Pero la situación de la provincia es grave. No es normal que las escuelas de Santa Fe estén cerradas. Por lo tanto, tenemos que superar esta escalada de paros que nos agobia". Al final, cuando Tessio puso el proyecto a votación, Zabalza saltó de su banca y se fue del recinto, sin votar. La bronca pasó al acto. (Rosario 12)