¡Ay María…! Qué Dolores este Avelino…
Ha llegado a Buenos Aires la Sra. Secretaria General del Partido Popular, María Dolores Cospedal. Medios nacionales han recogido sus declaraciones altisonantes, de las cuales nos ocuparemos en otro comunicado.
Nos gustaría que la Sra. Cospedal disfrutase de Buenos aires, pero de paso también que el principal motivo de su viaje fuese hacerles comprender a la agrupación del PP en Argentina y en especial a su Presidente, el Sr. Avelino Melle, que ya estamos en el siglo XXI.
Es objeto de estudio de la arqueología el desprecio que muestra hacia la mujer española y argentina, cuando desde la sede central del PP le “sugieren” que incluya mujeres en la ejecutiva, y Don Avelino suelta perlas como la que sigue: “Lo que pasa –dijo Melle– es que hay que poner mujeres con un perfil especial, que les guste trabajar, no figurar, porque entre las mujeres hay mucho de eso”. “Hay mujeres –enfatizó– que son capaces pero que se ponen en señoritas y no hacen nada. Lo importante es aportar, venir, trabajar, hacer cosas; hay gente que no entiende eso y entonces queda fuera”. “Aunque parezca mentira –concluyó– el hombre en ese sentido es distinto”.
Una vez más, un PP anticuado e ignorante, hace invisible la personalidad social y política de la mujer, olvidando su activo y fundamental papel en los viejos tiempos de la emigración. Pero también vive en el pasado al ignorar que en España hace tiempo que se han impulsado leyes que favorecen la igualdad. Más grave aún, es que desconoce la propia Constitución Española que, en su artículo 14 estableció que los españoles y las españolas son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
El PP está dirigido por alguien pre-constitucional y, lo peor, es que el candidato destinado a sucederle y elegido a dedo, seguirá el mismo camino, porque se va a ver tutelado en su acción ya que Don Avelino le recordará que “sería una verdadera locura, por lo menos en este país, que pongamos jóvenes y nos olvidemos de los históricos”.
La Sra. Cospedal, si autoriza la continuidad de estas personas, se hace partícipe de sus ideas, se autodescalifica, insulta a la mujer española y argentina, se autoinsulta ella misma, descalifica la modernidad, desconoce la Constitución y se sitúa en las antípodas de un partido político democrático que, algún día, pude llegar a gobernar un país que hoy en día, y afortunadamente, camina por las vías de la igualdad social y no se ve representado en los comportamientos de un Partido Popular que rechaza el valor de los jóvenes en general y de las mujeres en particular. La imagen de España que transmite el PP no corresponde a la realidad.
Para finalizar, Don Avelino continúa repartiendo definiciones: “El partido –precisó Melle– no tiene gente joven aunque se la ha buscado y eso es lo que se le quiso hacer ver a Madrid, pero ellos insistieron que algunos jóvenes había y que teníamos que ver si alguno de ellos reunía las condiciones para presidir el partido”.
Nos preguntamos qué sentirán las mujeres del PP en su congreso con semejantes afirmaciones. Ay Doña María! Qué Dolores! Tenga Ud. cuidado en la paella, no sea cosa que Don Avelino mande hacerles cocinar, luego fregar las sartenes y, de paso, barrer un poco la Avenida de Mayo. ¡Qué tiempos aquellos en que las señoritas conocían su lugar en la sociedad!
Gustavo López Pardo
Secretario de Organización
PSOE Buenos Aires
Ha llegado a Buenos Aires la Sra. Secretaria General del Partido Popular, María Dolores Cospedal. Medios nacionales han recogido sus declaraciones altisonantes, de las cuales nos ocuparemos en otro comunicado.
Nos gustaría que la Sra. Cospedal disfrutase de Buenos aires, pero de paso también que el principal motivo de su viaje fuese hacerles comprender a la agrupación del PP en Argentina y en especial a su Presidente, el Sr. Avelino Melle, que ya estamos en el siglo XXI.
Es objeto de estudio de la arqueología el desprecio que muestra hacia la mujer española y argentina, cuando desde la sede central del PP le “sugieren” que incluya mujeres en la ejecutiva, y Don Avelino suelta perlas como la que sigue: “Lo que pasa –dijo Melle– es que hay que poner mujeres con un perfil especial, que les guste trabajar, no figurar, porque entre las mujeres hay mucho de eso”. “Hay mujeres –enfatizó– que son capaces pero que se ponen en señoritas y no hacen nada. Lo importante es aportar, venir, trabajar, hacer cosas; hay gente que no entiende eso y entonces queda fuera”. “Aunque parezca mentira –concluyó– el hombre en ese sentido es distinto”.
Una vez más, un PP anticuado e ignorante, hace invisible la personalidad social y política de la mujer, olvidando su activo y fundamental papel en los viejos tiempos de la emigración. Pero también vive en el pasado al ignorar que en España hace tiempo que se han impulsado leyes que favorecen la igualdad. Más grave aún, es que desconoce la propia Constitución Española que, en su artículo 14 estableció que los españoles y las españolas son iguales ante la Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
El PP está dirigido por alguien pre-constitucional y, lo peor, es que el candidato destinado a sucederle y elegido a dedo, seguirá el mismo camino, porque se va a ver tutelado en su acción ya que Don Avelino le recordará que “sería una verdadera locura, por lo menos en este país, que pongamos jóvenes y nos olvidemos de los históricos”.
La Sra. Cospedal, si autoriza la continuidad de estas personas, se hace partícipe de sus ideas, se autodescalifica, insulta a la mujer española y argentina, se autoinsulta ella misma, descalifica la modernidad, desconoce la Constitución y se sitúa en las antípodas de un partido político democrático que, algún día, pude llegar a gobernar un país que hoy en día, y afortunadamente, camina por las vías de la igualdad social y no se ve representado en los comportamientos de un Partido Popular que rechaza el valor de los jóvenes en general y de las mujeres en particular. La imagen de España que transmite el PP no corresponde a la realidad.
Para finalizar, Don Avelino continúa repartiendo definiciones: “El partido –precisó Melle– no tiene gente joven aunque se la ha buscado y eso es lo que se le quiso hacer ver a Madrid, pero ellos insistieron que algunos jóvenes había y que teníamos que ver si alguno de ellos reunía las condiciones para presidir el partido”.
Nos preguntamos qué sentirán las mujeres del PP en su congreso con semejantes afirmaciones. Ay Doña María! Qué Dolores! Tenga Ud. cuidado en la paella, no sea cosa que Don Avelino mande hacerles cocinar, luego fregar las sartenes y, de paso, barrer un poco la Avenida de Mayo. ¡Qué tiempos aquellos en que las señoritas conocían su lugar en la sociedad!
Gustavo López Pardo
Secretario de Organización
PSOE Buenos Aires
