"Sí, Piñera es una locomotora, pero puede descarrilar"
Carlos Ominami, ex ministro y senador chileno, critica el modo de gobernar del nuevo presidente.
Por: Hinde Pomeraniec
Durante veinte años, Carlos Ominami fue una de las figuras más influyentes de la política chilena. Fue Ministro de Hacienda durante el gobierno de Aylwin y luego senador por el Partido Socialista, al que renunció el año pasado en apoyo de la candidatura de su hijo, Marco Enríquez Ominami, quien también abandonó la Concertación, la coalición de centroizquierda que gobernó Chile desde el regreso de la democracia y que perdió el poder recientemente a manos de Sebastián Piñera, representante del ala más liberal de la derecha.
Ominami pasó por Buenos Aires, invitado por el CEPES, el centro de estudios políticos que dirige Carlos Chacho Alvarez.
- Piñera asumió en condiciones muy diferentes a lo que esperaba. Así y todo, no le dieron ni los 100 primeros días de gracia y las críticas son feroces...
-La gran promesa de Piñera era cambiar la forma de gobernar Chile. Dice que estuvo 20 años preparándose para gobernar el país. Yo digo que no se nota. Soy crítico de los nombramientos que hizo: en el gabinete todos son del mismo arquetipo, del mismo colegio, egresados de la Universidad Católica, todos gerentes que vienen del mundo privado. Eso no expresa la diversidad de Chile. Hay muchos críticos que lo ayudaron en su campaña y que dicen que sólo incluyó a los que no venían de la política y que los que lo ayudaron quedaron afuera. Hay un tema con las designaciones. Tienen además un evidente problema de improvisación y falta de coordinación de áreas. Faltan designaciones clave y han tenido errores tremendos, como el gobernador que estaba vinculado a Colonia Dignidad.... Pero además, es excesivamente personalista, quiere estar en todo, le cuesta delegar. El siempre dice que es una locomotora, y lo es, pero así como va, puede descarrilar.
Para muchos, el terremoto del 27 de febrero podía ser una gran posibilidad de mostrar acción y eficiencia y sin embargo el presidente no tuvo luna de miel.
-El terremoto es una oportunidad, pero también es un conjunto de amenazas. Oportunidad para generar un sentimiento de unidad nacional en torno de la reconstrucción, por ejemplo, o para tener una buena excusa para hacer cosas de difícil realización. La reconstrucción es una gran oportunidad para mostrar que son ejecutivos, que tienen sentido de urgencia y habilidades gerenciales frente a los "burócratas" de la Concertación. Pero la amenaza es que la reconstrucción se transforme en un gran negocio, que todos los conflictos de intereses que no logran manejar quienes están en el gobierno se les vengan encima. Por decir uno, el intendente que nombraron en la VII región es dueño de empresas constructoras. El intendente de Santiago también. El jefe del Departamento de Concesiones era el vicepresidente de la Asociación de Concesionarios de Obras Públicas. Hay mucho lío, ahí las cosas se le pueden enredar Piñera.
Hay una discusión acerca de la cifra que dio el presidente sobre lo que va a costar la reconstrucción.
El habló de 30.000 millones de dólares, pero lo que es bien importante en el tema del financiamiento, es que no van a ser 30.000 millones, van a ser menos. Chile puede sacar sin problemas 1.000 millones de préstamos, se pueden sacar 4.000 del fondo de estabilización que dejó la Presidenta Bacheletdel cobre, en total unos 11.000. Podrías colocar papeles, hacer reasignación de gastos y aumentar impuestos, y así podrías conseguir tranquilamente 12 o 13 mil millones de dólares.
Con la excusa de búsqueda de fondos ¿podría venir por ejemplo la privatización de CODELCO (la empresa estatal de explotación de cobre)?
Yo creo que de CODELCO no se va a poder ir, en primer lugar porque no hay una razón financiera para irte. Si no tuviera los 11.000 millones, si Chile estuviera en default...pero no tiene ninguna necesidad, lo único que quieren los bancos con Chile es prestarle. El BID se queja porque Chile pagó toda la deuda: lo que quisieran, junto con el Banco Mundial, es que Chile se endeudara con ellos. Pero son créditos caros. No habría ninguna razón financiera para privatizar CODELCO. Por lo pronto no se está hablando de CODELCO, sino de otro paquete menos espectacular pero sabroso, que son las participaciones minoritarias del Estado en las empresas sanitarias.
¿Por ejemplo?
En Aguas Andinas el Estado de Chile se guardó el 30%. Eso vale mucho. De las tres empresas grandes, en la más grande el Estado tiene el 80%, eso puedes tenerlo a unos 700 u 800 millones de dólares. Pero empiezan los problemas, porque no hay una necesidad evidente de caja, de financiamiento. Si venden es porque quieren privatizar, no porque necesiten caja. Por eso es importante este cálculo. Es importante saber que Chile tiene otras opciones, que no está apremiado como estaba Argentina, que vendía empresas o no tenía caja.
¿Usted hubiera aceptado seguir trabajando en la reconstrucción?
Días antes de cesar en el Parlamento pedí una comisión de reconstrucción. Le mandé un sms a Piñera y le dije que no estaba sólo dispuesto a respaldar retóricamente la reconstrucción, sino a involucrarme en responsabilidades prácticas. Se lo dije formalmente en nombre mío y de todos nosotros, porque entendíamos que la reconstrucción cambiaba dramáticamente la agenda política del país y que contara con nosotros para trabajar en la reconstrucción. Esto no significaba ser parte del diseño de un gobierno de unidad nacional...
No tenían intenciones de integrar un gobierno de coalición
No, pero convengamos lo siguiente: en las condiciones de Chile, dada la magnitud del terremoto, la reconstrucción va a ser una parte muy importante de la agenda política de los próximos cuatro años. Y curiosamente no tuvimos eco. Y la respuesta que vimos es que, frente a una Concertación que no había hecho nada, que prácticamente no intervino a través de sus senadores hasta el día miércoles (el terremoto fue el sábado anterior), el día jueves Piñera los llama para juntarse con ellos, con lo cual concluímos que ya había elegido a quién quiere tener como interlocutores. Pensamos: quiere tener a los viejos dirigentes de la Concertación, que finalmente, es cierto que tienen una representación parlamentaria que nosotros no tenemos, pero que también son una oposición más fácil.
El terremoto dejó al desnudo lo que se cuestionaba siempre como el lado oscuro del modelo chileno...
Total, sí. Primero, todo lo que tiene que ver con el funcionamiento en la infraestructura material de Chile, todo el tema de la emergencia, etc., nada funcionó, no funcionó la alerta temprana, se cortaron todas las comunicaciones en un país como Chile, que tiene un celular por habitante. A diferencia de lo que ocurría antiguamente, con condiciones tecnológicas mucho más precarias, donde había sistemas de radio, tenemos dos cables de fibra óptica que recorren el país pero finalmente el tráfico saturó los sistemas, y era una lotería poder hacer entrar una llamada. ¿Qué fue eso? Una incapacidad del país, del modelo, de leer el futuro brutal. Colapsaron las comunicaciones, colapsó la energía eléctrica. A la semana todavía había lugares sin luz, y al estar sin luz no podías tener agua. Hay situaciones muy delicadas, sobre todo en el caso del tsunami, que van a derivar en una multiplicidad de juicios, por negligencia. Hay gente que está alegando que escuchó a una autoridad política decir que la situación estaba controlada, que ellos bajaron de los cerros y que a las 6.15 vino la tercera ola y los mató. Hay una cosa que es totalmente incomprensible, que más o menos a la misma hora, la Marina, por razones que todavía no se logran establecer, retira la alerta de tsunami, pero a esa hora se estaba destruyendo la principal base naval de Chile. Lo que te muestra es que el centro oceanográfico no estaba conectado con la base de Talcahuano, que es la principal base naval de Chile. Hay una segunda cuestión, que quizás es más grave, que son las heridas en la sociedad, todo el tema de los saqueos...El otro día se me caían las lágrimas leyendo: un pequeño empresario del balneario de Concepción, cuando llegó el terremoto, se le cayeron pedazos de los muros de su casa con las grietas; después vino el tsunami, pero el decía que lo peor que le pasó fueron las turbas saqueando. "Lo otro son catástrofes de la naturaleza. Pero esto de que hayan venido los vecinos a saquearm no tiene perdón de Dios"...
Una grieta moral.
Exactamente. Eso. Y ahí está la gran pregunta de por qué Bachelet no firmó el Estado de Catástrofe, que permitía que salieran inmediatamente los militares a controlar la seguridad. No debería haber haber vacilado durante 48 horas, hasta que comenzaron los saqueos...
¿Y ahí qué pesó? La historia personal?
No, dentro del gobierno hubo figuras que le dijeron "Presidenta, usted no puede terminar su último día con los militares en la calle". Estupidez completa.
¿Y no había verdadero riesgo de represión y muerte?
Yo creo lo siguiente: si tú sacabas esa noche a los militares, no se armaba lo que se armó, porque con los militares en la calle la gente tiene mucho susto. Pero era la Policía: cuando empezaron los saqueos no podían hacer nada. Es altamente probable que con un despliegue militar fuerte se hubiera podido disuadir.
¿Cree que Bachelet está arrepentida de no haber convocado a los militares antes?
No tengo ninguna duda. Tal es así que le ha echado la culpa a otros generales y almirantes que manifestaron aprensión en el momento en que ella estaba pensando en tomar la decisión. Hoy firmaría el decreto para sacar a los militares.
¿Pero qué es lo que falló en términos tecnológicos?
Hay cosas sistémicas que tienen que ver con el sector privado, no pasa por una ideología. A los de las compañías de celulares les interesa vender celulares, pero no se les ocurre poner un software que existe para hacer que no se produzcan 5 millones de llamadas en un momento. Eso no lo resiste. Sería totalmente loco diseñar un sistema para eso, que puede pasar cada 50 años. Pero sí se puede tener un software que haga que los teléfonos de emergencia no se bloqueen o que las llamadas se corten a los 60 segundos. Eso se puede hacer. Aquí está el tema de que al mercado las tragedias no le importan.
¿Podría decirse que lo que quedó al desnudo son negociados que se hicieron durante las dos décadas de la Concertación?
Negociado es una palabra muy fea, porque son como negocios turbios. Ni siquiera: el tema de las empresas de telecomunicaciones hicieron lo que el gobierno les pedía. El gobierno no les pidió lo que necesitaban. Los celulares se cortaron porque funcionan con energía eléctrica y no hay equipamiento autónomo de energía. Está todo vinculado con la energía. El punto grave es que la propia Armada, cuando retiró la alerta, no sabía que su principal base se estaba inundando. Esto es medio delicado. Yo diría que después de esto, salir a predicar como salía el gobierno o la derecha, toda esta cosa del modelo chileno de exportación, debería moderarse.
En su primera conferencia de prensa el propio Piñera dijo que Chile es hoy más pobre.
Claro. Yo creo que el número de 30.000 millones él lo está utilizando, pero de todas maneras también hay destrucción de capital por 15 o 20 mil millones de dólares, daños de imagen internacional de Chile que son intangibles. El país es claramente más pobre.
¿Se arrepiente de haberse ido de la Concertación?
No. Yo creo que las cosas pudieron haberse hecho de una manera distinta. Lo que propuse en su momento, cuando era evidente la candidatura de Marco (su hijo, quien recibió un 21% de los votos en la primera vuelta), dije "Miren, ya la Concertación hizo un acuerdo con los comunistas contra la exclusión, y aceptan dentro de una misma lista a candidatos que tienen otras opciones presidenciales. Lo que tenemos que hacer es un pacto republicano donde asumamos que hay tres candidatos presidenciales y hacemos una sola lista. Y dejamos resuelto el problema que fue finalmente angustioso y no bien resuelto, del apoyo a (Eduardo) Frei en segunda vuelta." No quisieron. Unos dijeron que Marco era insignificante y otros dijeron que si pactábamos ahora le estaban dando un marco de legitimidad a Marco que les podía hacer mucho daño. Por ambas razones, eso no se hizo. ¿Yo qué creo? Lo vengo diciendo desde hace tiempo. Que la Concertación se había agotado, porque se fue comprometiendo más, fue perdiendo su capacidad de transformación, creo que hizo bien su objetivo principal, que era la instalación de la democracia, el respeto a los derechos humanos, la libertad, pero que tuvo un desempeño muy confrontado en los temas económicos sociales. El país fue perdiendo dinamismo, y eso hace agua en la lucha contra la pobrez, y fracasó estrepitosamente en enfrentar la desigualdad en Chile. La desigualdad es igual o mayor que a principios de los 90. El único gobierno que hizo un esfuerzo más serio fue el de Aylwin, que hizo reforma tributaria, hizo reforma laboral, pero de ahí en adelante las brechas se van reproduciendo. Porque los pobres mejoran, pero los ricos aumentan más. (Clarín)
Carlos Ominami, ex ministro y senador chileno, critica el modo de gobernar del nuevo presidente.
Por: Hinde Pomeraniec
Durante veinte años, Carlos Ominami fue una de las figuras más influyentes de la política chilena. Fue Ministro de Hacienda durante el gobierno de Aylwin y luego senador por el Partido Socialista, al que renunció el año pasado en apoyo de la candidatura de su hijo, Marco Enríquez Ominami, quien también abandonó la Concertación, la coalición de centroizquierda que gobernó Chile desde el regreso de la democracia y que perdió el poder recientemente a manos de Sebastián Piñera, representante del ala más liberal de la derecha.
Ominami pasó por Buenos Aires, invitado por el CEPES, el centro de estudios políticos que dirige Carlos Chacho Alvarez.
- Piñera asumió en condiciones muy diferentes a lo que esperaba. Así y todo, no le dieron ni los 100 primeros días de gracia y las críticas son feroces...
-La gran promesa de Piñera era cambiar la forma de gobernar Chile. Dice que estuvo 20 años preparándose para gobernar el país. Yo digo que no se nota. Soy crítico de los nombramientos que hizo: en el gabinete todos son del mismo arquetipo, del mismo colegio, egresados de la Universidad Católica, todos gerentes que vienen del mundo privado. Eso no expresa la diversidad de Chile. Hay muchos críticos que lo ayudaron en su campaña y que dicen que sólo incluyó a los que no venían de la política y que los que lo ayudaron quedaron afuera. Hay un tema con las designaciones. Tienen además un evidente problema de improvisación y falta de coordinación de áreas. Faltan designaciones clave y han tenido errores tremendos, como el gobernador que estaba vinculado a Colonia Dignidad.... Pero además, es excesivamente personalista, quiere estar en todo, le cuesta delegar. El siempre dice que es una locomotora, y lo es, pero así como va, puede descarrilar.
Para muchos, el terremoto del 27 de febrero podía ser una gran posibilidad de mostrar acción y eficiencia y sin embargo el presidente no tuvo luna de miel.
-El terremoto es una oportunidad, pero también es un conjunto de amenazas. Oportunidad para generar un sentimiento de unidad nacional en torno de la reconstrucción, por ejemplo, o para tener una buena excusa para hacer cosas de difícil realización. La reconstrucción es una gran oportunidad para mostrar que son ejecutivos, que tienen sentido de urgencia y habilidades gerenciales frente a los "burócratas" de la Concertación. Pero la amenaza es que la reconstrucción se transforme en un gran negocio, que todos los conflictos de intereses que no logran manejar quienes están en el gobierno se les vengan encima. Por decir uno, el intendente que nombraron en la VII región es dueño de empresas constructoras. El intendente de Santiago también. El jefe del Departamento de Concesiones era el vicepresidente de la Asociación de Concesionarios de Obras Públicas. Hay mucho lío, ahí las cosas se le pueden enredar Piñera.
Hay una discusión acerca de la cifra que dio el presidente sobre lo que va a costar la reconstrucción.
El habló de 30.000 millones de dólares, pero lo que es bien importante en el tema del financiamiento, es que no van a ser 30.000 millones, van a ser menos. Chile puede sacar sin problemas 1.000 millones de préstamos, se pueden sacar 4.000 del fondo de estabilización que dejó la Presidenta Bacheletdel cobre, en total unos 11.000. Podrías colocar papeles, hacer reasignación de gastos y aumentar impuestos, y así podrías conseguir tranquilamente 12 o 13 mil millones de dólares.
Con la excusa de búsqueda de fondos ¿podría venir por ejemplo la privatización de CODELCO (la empresa estatal de explotación de cobre)?
Yo creo que de CODELCO no se va a poder ir, en primer lugar porque no hay una razón financiera para irte. Si no tuviera los 11.000 millones, si Chile estuviera en default...pero no tiene ninguna necesidad, lo único que quieren los bancos con Chile es prestarle. El BID se queja porque Chile pagó toda la deuda: lo que quisieran, junto con el Banco Mundial, es que Chile se endeudara con ellos. Pero son créditos caros. No habría ninguna razón financiera para privatizar CODELCO. Por lo pronto no se está hablando de CODELCO, sino de otro paquete menos espectacular pero sabroso, que son las participaciones minoritarias del Estado en las empresas sanitarias.
¿Por ejemplo?
En Aguas Andinas el Estado de Chile se guardó el 30%. Eso vale mucho. De las tres empresas grandes, en la más grande el Estado tiene el 80%, eso puedes tenerlo a unos 700 u 800 millones de dólares. Pero empiezan los problemas, porque no hay una necesidad evidente de caja, de financiamiento. Si venden es porque quieren privatizar, no porque necesiten caja. Por eso es importante este cálculo. Es importante saber que Chile tiene otras opciones, que no está apremiado como estaba Argentina, que vendía empresas o no tenía caja.
¿Usted hubiera aceptado seguir trabajando en la reconstrucción?
Días antes de cesar en el Parlamento pedí una comisión de reconstrucción. Le mandé un sms a Piñera y le dije que no estaba sólo dispuesto a respaldar retóricamente la reconstrucción, sino a involucrarme en responsabilidades prácticas. Se lo dije formalmente en nombre mío y de todos nosotros, porque entendíamos que la reconstrucción cambiaba dramáticamente la agenda política del país y que contara con nosotros para trabajar en la reconstrucción. Esto no significaba ser parte del diseño de un gobierno de unidad nacional...
No tenían intenciones de integrar un gobierno de coalición
No, pero convengamos lo siguiente: en las condiciones de Chile, dada la magnitud del terremoto, la reconstrucción va a ser una parte muy importante de la agenda política de los próximos cuatro años. Y curiosamente no tuvimos eco. Y la respuesta que vimos es que, frente a una Concertación que no había hecho nada, que prácticamente no intervino a través de sus senadores hasta el día miércoles (el terremoto fue el sábado anterior), el día jueves Piñera los llama para juntarse con ellos, con lo cual concluímos que ya había elegido a quién quiere tener como interlocutores. Pensamos: quiere tener a los viejos dirigentes de la Concertación, que finalmente, es cierto que tienen una representación parlamentaria que nosotros no tenemos, pero que también son una oposición más fácil.
El terremoto dejó al desnudo lo que se cuestionaba siempre como el lado oscuro del modelo chileno...
Total, sí. Primero, todo lo que tiene que ver con el funcionamiento en la infraestructura material de Chile, todo el tema de la emergencia, etc., nada funcionó, no funcionó la alerta temprana, se cortaron todas las comunicaciones en un país como Chile, que tiene un celular por habitante. A diferencia de lo que ocurría antiguamente, con condiciones tecnológicas mucho más precarias, donde había sistemas de radio, tenemos dos cables de fibra óptica que recorren el país pero finalmente el tráfico saturó los sistemas, y era una lotería poder hacer entrar una llamada. ¿Qué fue eso? Una incapacidad del país, del modelo, de leer el futuro brutal. Colapsaron las comunicaciones, colapsó la energía eléctrica. A la semana todavía había lugares sin luz, y al estar sin luz no podías tener agua. Hay situaciones muy delicadas, sobre todo en el caso del tsunami, que van a derivar en una multiplicidad de juicios, por negligencia. Hay gente que está alegando que escuchó a una autoridad política decir que la situación estaba controlada, que ellos bajaron de los cerros y que a las 6.15 vino la tercera ola y los mató. Hay una cosa que es totalmente incomprensible, que más o menos a la misma hora, la Marina, por razones que todavía no se logran establecer, retira la alerta de tsunami, pero a esa hora se estaba destruyendo la principal base naval de Chile. Lo que te muestra es que el centro oceanográfico no estaba conectado con la base de Talcahuano, que es la principal base naval de Chile. Hay una segunda cuestión, que quizás es más grave, que son las heridas en la sociedad, todo el tema de los saqueos...El otro día se me caían las lágrimas leyendo: un pequeño empresario del balneario de Concepción, cuando llegó el terremoto, se le cayeron pedazos de los muros de su casa con las grietas; después vino el tsunami, pero el decía que lo peor que le pasó fueron las turbas saqueando. "Lo otro son catástrofes de la naturaleza. Pero esto de que hayan venido los vecinos a saquearm no tiene perdón de Dios"...
Una grieta moral.
Exactamente. Eso. Y ahí está la gran pregunta de por qué Bachelet no firmó el Estado de Catástrofe, que permitía que salieran inmediatamente los militares a controlar la seguridad. No debería haber haber vacilado durante 48 horas, hasta que comenzaron los saqueos...
¿Y ahí qué pesó? La historia personal?
No, dentro del gobierno hubo figuras que le dijeron "Presidenta, usted no puede terminar su último día con los militares en la calle". Estupidez completa.
¿Y no había verdadero riesgo de represión y muerte?
Yo creo lo siguiente: si tú sacabas esa noche a los militares, no se armaba lo que se armó, porque con los militares en la calle la gente tiene mucho susto. Pero era la Policía: cuando empezaron los saqueos no podían hacer nada. Es altamente probable que con un despliegue militar fuerte se hubiera podido disuadir.
¿Cree que Bachelet está arrepentida de no haber convocado a los militares antes?
No tengo ninguna duda. Tal es así que le ha echado la culpa a otros generales y almirantes que manifestaron aprensión en el momento en que ella estaba pensando en tomar la decisión. Hoy firmaría el decreto para sacar a los militares.
¿Pero qué es lo que falló en términos tecnológicos?
Hay cosas sistémicas que tienen que ver con el sector privado, no pasa por una ideología. A los de las compañías de celulares les interesa vender celulares, pero no se les ocurre poner un software que existe para hacer que no se produzcan 5 millones de llamadas en un momento. Eso no lo resiste. Sería totalmente loco diseñar un sistema para eso, que puede pasar cada 50 años. Pero sí se puede tener un software que haga que los teléfonos de emergencia no se bloqueen o que las llamadas se corten a los 60 segundos. Eso se puede hacer. Aquí está el tema de que al mercado las tragedias no le importan.
¿Podría decirse que lo que quedó al desnudo son negociados que se hicieron durante las dos décadas de la Concertación?
Negociado es una palabra muy fea, porque son como negocios turbios. Ni siquiera: el tema de las empresas de telecomunicaciones hicieron lo que el gobierno les pedía. El gobierno no les pidió lo que necesitaban. Los celulares se cortaron porque funcionan con energía eléctrica y no hay equipamiento autónomo de energía. Está todo vinculado con la energía. El punto grave es que la propia Armada, cuando retiró la alerta, no sabía que su principal base se estaba inundando. Esto es medio delicado. Yo diría que después de esto, salir a predicar como salía el gobierno o la derecha, toda esta cosa del modelo chileno de exportación, debería moderarse.
En su primera conferencia de prensa el propio Piñera dijo que Chile es hoy más pobre.
Claro. Yo creo que el número de 30.000 millones él lo está utilizando, pero de todas maneras también hay destrucción de capital por 15 o 20 mil millones de dólares, daños de imagen internacional de Chile que son intangibles. El país es claramente más pobre.
¿Se arrepiente de haberse ido de la Concertación?
No. Yo creo que las cosas pudieron haberse hecho de una manera distinta. Lo que propuse en su momento, cuando era evidente la candidatura de Marco (su hijo, quien recibió un 21% de los votos en la primera vuelta), dije "Miren, ya la Concertación hizo un acuerdo con los comunistas contra la exclusión, y aceptan dentro de una misma lista a candidatos que tienen otras opciones presidenciales. Lo que tenemos que hacer es un pacto republicano donde asumamos que hay tres candidatos presidenciales y hacemos una sola lista. Y dejamos resuelto el problema que fue finalmente angustioso y no bien resuelto, del apoyo a (Eduardo) Frei en segunda vuelta." No quisieron. Unos dijeron que Marco era insignificante y otros dijeron que si pactábamos ahora le estaban dando un marco de legitimidad a Marco que les podía hacer mucho daño. Por ambas razones, eso no se hizo. ¿Yo qué creo? Lo vengo diciendo desde hace tiempo. Que la Concertación se había agotado, porque se fue comprometiendo más, fue perdiendo su capacidad de transformación, creo que hizo bien su objetivo principal, que era la instalación de la democracia, el respeto a los derechos humanos, la libertad, pero que tuvo un desempeño muy confrontado en los temas económicos sociales. El país fue perdiendo dinamismo, y eso hace agua en la lucha contra la pobrez, y fracasó estrepitosamente en enfrentar la desigualdad en Chile. La desigualdad es igual o mayor que a principios de los 90. El único gobierno que hizo un esfuerzo más serio fue el de Aylwin, que hizo reforma tributaria, hizo reforma laboral, pero de ahí en adelante las brechas se van reproduciendo. Porque los pobres mejoran, pero los ricos aumentan más. (Clarín)