LA OPINIÓN DE ALEJANDRO ROFMAN

INCREIBLE Y DE TEMER

Es realmente increíble el nivel de simplificación y ocultamiento de la realidad que esgrimen algunos voceros de la derecha política argentina para opinar sobre la realidad nacional y aconsejar medidas de política económica y social
En el torneo de oratoria de la oposición en que se ha convertido EXPOAGRO, la ex-diputada Elisa Carrió lanzó una propuesta que, en lo esencial, se limita a exigir que se reduzcan sustancialmente los derechos de exportación de la soja de la actual y la anterior campaña agrícola.
En una sociedad mundial gravemente acosada por una crisis del capitalismo sin precedentes en casi 100 años, con un grave impacto sobre el empleo y las condiciones de vida de millones de seres humanos en todo el mundo, la ex-legisladora propone una medida parcial y autista que no encuadra en ninguna política global, sin medir sus consecuencias sobre precios, recursos fiscales, beneficiarios, etc., olvidando los verdaderos grandes problemas del país en la actualidad: la pobreza, la indigencia, el desempleo y la caída de la actividad económica, todos fenómenos que pueden recrudecer seriamente si no se adoptan medidas --como las que están en marcha y muchos otras-- engarzadas en un esquema integral de política económica y social.
¿Qué es prioritario para Carrió, la renta de los sectores más afortunados de la sociedad argentina, empresarios dueños de la tierra y/o arrendatarios o arrendadores, o los trabajadores, los desocupados, los sin techo, los informales, los excluidos, etc? ¿Cómo se puede ser tan insensible para anteponer las retenciones a la soja a cualquier política económica y social que vaya en favor de los desposeídos, cuyas condiciones de vida están amenazadas por la crisis mundial de un capitalismo depredatorio, crisis que no hemos provocado y que estamos recibiendo en toda su intensidad.?
¿Sabe la ex-legisladora que los relevamientos satelitales de la Secretaría de Agricultura de la Nación revelan que hay aproximadamente 10 millones de toneladas de soja que están bien guardadas por empresarios que tienen sólidas espaldas como para no vender lo que produjeron hace un año, confiados en que la presión de los congresistas de la Nueva Derecha les voten la eliminación de las retenciones o una reducción sustancial? De ese modo embolsarían 2.500 millones de pesos que le corresponden a la sociedad y no a los que tienen guardado un producto que debería ya estar exportado.
¿Carrió no leyó los diarios donde se informa que se han eliminado las retenciones a la leche, que forma parte de sus peticiones?
Pero la soja sigue siendo la actividad productiva estrella como lo demuestran los estudios del INTA del diciembre pasado, que constatan sólidas ganancias para productores marginales de Chaco y Formosa.
Ninguno de los integrantes de la Comisión de Enlace ni los propietarios de tierras que aparecen prohijando alianzas de derecha han dicho nada sobre cómo evitar los "daños colaterales" de la crisis terminal del capitalismo financiero. Esta estrategia de negar lo sustancial y fundamental e insistir en una medida aislada, cuyo efecto buscado es aumentar las ganancias de un segmento muy reducido de grandes y medianos productores sojeros (financistas o rentistas en su mayoría, no auténticos trabajadores de la tierra), es realmente anticipatorio de que lo que pasaría si a algunos de ellos o a sus personeros les tocara gobernar. Sería de temer porque solo atenderían los intereses privados de los poderosos y se olvidarían de los sectores populares, multiplicando la enorme deuda social. Y, por supuesto, jamás cumplirían con una promesa como la que proclaman, ya que han enrolado a los representantes más conspicuos del capital financiero, quienes se opondrían férreamente a desfinanciar la caja del Estado.
En una sociedad con fuertes desigualdades, la `prioridad son los que menos tienen y no los que han acumulado desmesuradamente, en especial en estos últimos años. La situación de los que producen cereales merece una atención especial, con medidas que ya se han puesto en marcha y que seguramente se profundizarán en los próximos días, dado la caída de los precios internacionales y la sequía. Pero esta cuestión, que forma parte esencial de una política de soberanía alimentaria y de promoción exportadora, no se puede usar como excusa para meter de contrabando las benditas retenciones a la soja, que afectan a la renta extraordinaria de la tierra y que deben seguir financiando el delicado panorama económico-financiero de la Nación y del Estado que la conduce.