Lo que no se dice sobre el Dengue
Por Humberto Rolando Bravo*
Hay quienes dicen, y todo parece indicar que ello es cierto, que el mapa del dengue coincide con lo de la soja, por ejemplo el caso de Bolivia (Santa Cruz de la Sierra). La proliferación del dengue tiene como base sustancial el incremento de la masa biológica del vector, como consecuencia de la "tropicalización del clima que produce la sojización".
El cambio climático que produce la deforestación y el desmonte ha llevado a la prolongación del verano y al denominado "otoño tardío", al incremento del calor y por lo tanto a la extensión del ciclo de vida del mosquito (viven más), se acelera así el período de incubación del virus dentro del mosquito, que contagia más rápido. El insecto trasmisor tiene la particularidad de alimentarse de sangre humana, por ello solo vive cerca de las casas de las ciudades.
En el Chaco se ha desmotado el 40% del territorio en la última década. El modelo socio-económico-demográfico planteado por este tipo de "sojización” ha llevado a la expulsión de campesinos hacia la ciudades, dado a que la renta agraria concebida de esta manera, y ha concitado la concentración del capital del campo de una clase muy exclusiva y a la especulación inmobiliaria en la ciudades.
Así, la población sobrante del campo-aborígenes y criollos se agolpa en las ciudades en construcciones sin urbanizar, sin agua potable, entre zanjas y cacharros donde se reproducen los mosquitos.
Hay que decirlo si una persona recibe la picadura de un mosquito "contagiado", se contagia; si recibe una segunda picadura con otra variante de dengue puede ser mortal.
El dengue puso a la luz las enormes condiciones de miseria, que se arrastra desde hace décadas, en las que vive la población rural y las ciudades del interior de las provincias. Dicen fuentes autorizadas, que aunque la enfermedad es producto de la picadura del mosquito, la "urbanización desordenada" (villas, casas precarias, etcétera), falta de agua potable, mala recolección de residuos y extensos basurales, son razones indiscutibles.
El dengue puso al desnudo el proceso de precarización que todo el sistema de salud pública vivió en los últimos 20 años, y de abandono que sufrió toda la red de hospitales públicos en igual período de tiempo. No olvidemos que servicios fundamentales de la salud estatal del Chaco se encuentran virtualmente tercerizados (alta complejidad cardiovascular, diálisis, neonatología, complejidad diagnóstica otros tantos mas, etcétera) que implican la friolera de 5.000.000 de pesos mensuales que eroga el estado hacia afuera de su sistema.
En ello existe una basta cadena de responsabilidades que toman un buen número de gobiernos hacia atrás. Mientras esto pasa, no hay médicos suficientes en los nosocomios públicos del interior, ni elementos fundamentales y las clínicas privadas (solo 2 en Charata) no alcanzan a dar respuesta etcétera.
Me llama la atención como muchos sectores se echan culpas unos a otros, nadie ha puesto en el eje del debate este tema.
*Dr. Presidente del Colegio Médico Gremial de Resistencia, Chaco.